Ateo o Incrédulo - Ateísmo
El ateo niega sobre algo de lo que no puede decirse nada. Y el teísta insiste en afirmarlo. Pues yo no lo afirmo ni lo niego, sino todo lo contrario.
ANTHONY DE MELLO
¿EXISTE DIOS?
Contéstame una cosa, dijo el ateo: ¿Existe realmente un Dios?
Y le respondió el Maestro: Si quieres que te sea sincero, no tengo respuesta.
Más tarde los discípulos quisieron saber porqué no había respondido.
Porque la pregunta no tiene respuesta, dijo el Maestro.
¿De modo que eres ateo...?
Por supuesto que no. El ateo comete el error de negar algo de lo que no puede decirse nada.
Y, después de una pausa, añadió: Y el teísta comete el error de afirmarlo.
Pues yo no lo afirmo ni lo niego, sino todo lo contrario.
Jesús va al Fútbol
Jesucristo nos dijo que nunca había visto un partido de fútbol. De manera que mis amigos y yo le llevamos a que viera uno. Fue una feroz batalla entre los Musulmanes y los Catolicos.
Marcaron primero los Musulmanes. Jesús aplaudió alborozadamente y lanzó al aire su sombrero. después marcaron los Catolicos. Y Jesús volvió a aplaudir entusiasmado y nuevamente voló su sombrero por los aires.
Esto pareció desconcertar a un hombre que se encontraba detrás de nosotros. Dio una palmada a Jesús en el hombro y le preguntó: ¿A qué equipo apoya usted, buen hombre? ¿Yo?, respondió Jesús visiblemente excitado por el juego. ¡Ah!, pues yo no animo a ningún equipo. Sencillamente disfruto del juego.
El hombre se volvió a su vecino de asiento y, haciendo un gesto de desprecio le susurró: Humm... ¡es un ateo!
Cuando regresábamos, le informaron en pocas palabras a Jesús acerca de la situación religiosa del mundo actual. Es curioso lo que ocurre con las personas religiosas, señor, le decíamos: Siempre parecen pensar que Dios está de su parte y encontra de los del otro bando.
Jesús asintió: por eso es por lo que Yo no apoyo a las religiones, sino a las personas, nos dijo. Las personas son más importantes que las religiones. El hombre es más importante que el sábado. Deberías tener cuidado con lo que dices, le advirtió muy preocupado uno de nosotros. Ya fuiste crucificado una vez por decir cosas parecidas, ¿te acuerdas Si... y por personas religiosas precisamente, respondió Jesús con una irónica sonrisa.