Un síntoma de la mente dividida, es la del hombre que trata de permanecer fuera de sí mismo y de su experiencia a fin de verbalizarla y definirla.
La mente no dividida está libre de la tensión de intentar siempre permanecer fuera de uno mismo y estar en cualquier parte menos aquí y ahora.
La espontaneidad es perfecta cuando ella no requiere de ningún control, cuando lo adentro es tan armonioso que no requiere de la vigilancia de la conciencia.
El consumismo es una estimulación violenta y compleja de los sentidos, que nos hace progresivamente menos sensibles y, así, se crea el ciclo de la estimulación viciosa de consumir.
El sujeto perfecto para esta economía es la persona que sacia todos sus sentidos con el consumismo y así se mantenga en una especie de orgasmo sin liberación.
ALAN WATTS
AQUIETA TU MENTE Y LA MEDITACIÓN SUCEDE