Tu existencia es vibratoria

Tu existencia es una cuestión de frecuencias vibratorias. Al ser elevadas las percepciones espirituales más veloces serán las frecuencias vibratorias.

CRISTIANOS ORIGINARIOS

LA VERDAD SOBRE LA EXISTENCIA

La verdad del ser es ésta: Tú, que crees tan solo en el mundo material, vives enteramente en el mundo finito, terrenal. Vives en la dimensión de la manifestación de tus creencias.

Aquellos cuyas percepciones espirituales y vidas han sido elevadas en sus frecuencias vibratorias para fusionarse con las frecuencias vibratorias espirituales de la dimensión espiritual, pueden percibir que viven en dos dimensiones. Son plenamente conscientes de esta verdad. Y viven según esta verdad, y van evolucionando en frecuencias del ser cada vez más elevadas. Ya no están atados por la creencia humana, sino que viven en la comprensión de que están dentro de la infinidad en la cual no hay limitaciones. Cuanto más elevadas son sus frecuencias vibratorias de consciencia, más conscientes son de que viven dentro del infinito y que solo ellos ponen los límites a lo que pueden aspirar.

Aquellos cuyas percepciones han sido elevadas de este modo mientras están todavía en sus cuerpos, han visto que hay solo una dimensión del verdadero ‘ser individual’, y esta dimensión es la ‘Actividad de la Consciencia Divina.’

También pueden llegar a darse cuenta plenamente de que hay una dimensión más allá, la de la Consciencia Universal, en la cual lo Universal reside en perfecto equilibrio y no puede ser penetrada por nadie, porque dentro de esta dimensión cualquier individualidad sería inmediatamente absorbida por la Unidad del Ser. Cuando un alma alcanza, en comprensión y realización, el nivel más elevado de las frecuencias vibratorias de la consciencia -la Consciencia Crística- el alma puede mirar hacia abajo y repasar los niveles de vibración ascendiendo y descendiendo hacia aquellos de la humanidad en la tierra y saber, con amor y compasión, que la humanidad está atrapada en las vibraciones bajas de la Consciencia Divina que están ocultas en el impulso Egocéntrico, totalmente inconsciente de la Verdad del Ser, que es la verdadera identidad del alma y la verdad terrenal del ego. Tampoco tiene la más mínima consciencia del inmenso propósito detrás de la existencia y de la misión final que debe emprender.

CRISTO VUELVE, REVELA LA VIBRANTE VERDAD

La tarea del alma recién nacida es la de experimentar, por medio de su funda, la psique, todo lo que estas frecuencias más bajas tienen que ofrecer y crecer a consecuencia de los sucesos y experiencias mentales/emocionales que surgen de sus pensamientos y sentimientos. El alma debe aprender a base de probar y cometer errores, el estado de consciencia que le hace o enormemente feliz o cargado de dolor y penuria, lo cual da inicio a diversas limitaciones físicas.

El propósito de la vida en la tierra no es el de descubrir un medio de experimentar alegría y felicidad inalterables, aunque esto es lo que anhela cada alma. Tal felicidad y alegría sublime dificultaría el progreso del alma hacia las vibraciones espirituales más elevadas de consciencia.

Al final, después de muchas vidas de ‘altibajos’ de confort e infortunios, la psique se despertará a la verdad de su ser y se dará cuenta de que tiene dentro de sí misma el potencial de recurrir a la Consciencia Divina para tener visión interior, comprensión y conocimiento y para elevar las vibraciones de su consciencia espiritual a aquellas de salud, bienestar, protección, crecimiento interior, nutrición espiritual, y a irradiar hacia los demás la naturaleza de la Consciencia Divina misma.

Cómo decía antes la consciencia es vida y la vida es consciencia. Donde hay vida – hay consciencia. Donde hay consciencia hay vida.

Todo en la existencia se define por las frecuencias vibratorias de la consciencia. La Luz, El Sonido, El Color, todo fenómeno físico tanto vivo como inanimado. Si puedes cambiar las frecuencias vibratorias de cualquier cosa, se cambia el aspecto de aquella cosa – sea sonido, color, gas, líquido, órganos físicos.

Cuando los órganos físicos presentan un aspecto de mala salud, es porque las frecuencias vibratorias normales de aquel órgano físico han sido reducidas y la VIDA dentro del órgano ha sido disminuida.

La ciencia presenta al universo como ‘materia’ que posee consciencia pero la verdad es que: El universo es CONSCIENCIA que ha adquirido el aspecto de ‘materia’ como consecuencia de un descenso en frecuencias vibratorias más bajas de la consciencia. Esta es la verdadera realidad de la existencia, nada más.

Tu existencia es toda una cuestión de frecuencias vibratorias. Cuanto más elevadas sean las percepciones espirituales y la adherencia al pensamiento espiritual, más veloces son las frecuencias vibratorias personales en el cuerpo, se eleva la vitalidad y la enfermedad, al final, desaparece.

La fraternidad científica cree que se vive enteramente dentro de la dimensión humana que comprende el sistema solar y las galaxias de estrellas. La ciencia cree que el intelecto humano es el punto más alto de referencia inteligente en cualquier momento, habiendo evolucionado como respuesta al entorno cambiante y a las condiciones climáticas y que es puramente el producto de la actividad cerebral. Según la ciencia tus emociones son totalmente reales y válidas y lo que se piensa y se siente es indiscutible, lo cual constituye la única ‘realidad’ de la existencia. La normalidad se computa según el promedio de los pensamientos, acciones, y respuestas al entorno. Esto se percibe como la ‘realidad’ humana. Cualquier talento que trasciende el rendimiento ‘medio’ de la mente ‘media’ se considera como ‘genio’ que surge de poderes mentales poco usuales. Se considera que el rendimiento ‘medio bajo’ se debe a retraso mental debido a alguna causa física – genética, trauma de nacimiento etc. La Ciencia cree que la dimensión física es el comienzo y el final de la existencia. La Ciencia está tan en contra de cualquier posibilidad de creencias auto – ilusorias que aceptará como ‘real’ cualquier fenómeno, con la condición de que pueda ser calculado, estimado y probado por instrumentos.

Si piensas acerca de esto cuidadosamente, llegarás a comprender que a lo que la ciencia se aferra como un hecho es, en realidad, simplemente una creencia creada por llegar a conclusiones a través del ejercicio de sus cinco sentidos.

Así es con cualquier otra faceta de tu existencia. En tu dimensión terrenal, los hechos suceden segundo tras segundo, pero en el momento en que han ocurrido se convierten en creencias formadas por recuerdos, y los recuerdos no son siempre precisos. Cualesquiera sentimientos y pensamientos que tengas acerca del pasado no son hechos sino puntos de vista, creencias, y no son, por lo tanto, hechos, ni son la Realidad detrás de ellos.

Esto se aplica en cada faceta de tu existencia. La Verdad es: vives en una dimensión mundana compuesta enteramente por tus creencias que surgen de tus respuestas a lo que ocurrió hace cien, mil o diez mil años.

Hace tiempo la gente creía que la tierra era plana. Por tanto, según ellos, vivían en un mundo plano y tenían miedo de navegar por los mares yendo demasiado lejos en una sola dirección, porque había peligro de caerse por el borde del mundo. Para la gente, hace solamente 400 años, su mundo era plano. Hoy, con el conocimiento, tu mundo es accesible en todas las direcciones.

La gente, en el pasado, y también en el tiempo actual, dirigía sus vidas según los cuentos de los antepasados, el poder de los ancestros y otras leyendas. Creyeron en ellos de manera tan implícita que las limitaciones impuestas por estas creencias restringieron las acciones y actividades de la gente. Por ejemplo, el baile se consideraba inmoral y maléfico por ciertas sectas cristianas. Por lo tanto, a mucha gente que hubiera obtenido mucha alegría y hubiera liberado mucho estrés al bailar, se le negó este placer equivocadamente.

La religión cae bajo la misma etiqueta. Las creencias son la sustancia misma de la religión. Están basadas en sucesos antiquísimos que no son más que creencias. Las creencias pueden haber sido relevantes para la mentalidad generalizada de aquellos tiempos, pero desde hace mucho son irrelevantes en un mundo de continuos cambios; sin embargo, son estrictamente observadas y se han convertido en el objeto de culto, festividades, celebraciones, duelo y –más destructivamente– llegan a ser la razón por la cual los hombres se matan entre sí y causan terribles desgracias a mujeres y niños.

Ciertas religiones afirman que ‘Dios está en todas partes y en todas las cosas’ pero también afirman de manera dogmática que nadie conoce la ‘mente de Dios’, o las razones por las cuales la gente se mata entre sí – puede que estén en los planes de Dios, dicen. Con actitudes mentales compuestas de tal conglomeración de creencias ilógicas, ¿dónde puede la humanidad, en el tiempo actual, encontrar alguna certeza de belleza, alegría, salud, bienestar, amor?

Las ideas religiosas nos presentan un ‘dios’ cuya ‘voluntad’ puede aportar vida y sanación o muerte y destrucción.

En tales creencias, no hay certeza de nada, solo incertidumbre.

Con tal creencia, cualquier enfermedad o anormalidad puede ser justificado por ser ‘la voluntad de Dios.’ Son tus CREENCIAS las que controlan todas tus expectativas de lo que la vida puede ofrecer en el futuro.

El agnosticismo sano, la clase de actitud mental que acepta que desconoce la naturaleza de ‘Dios’ o si hay algún ‘dios’ pero que está abierta a la convicción aportada por la iluminación, es preferible a las creencias fanáticas de medias verdades o de no verdades.

¡Cuan ciega es la raza humana en general!

La gente es como topos que viven en túneles, convencidos de que son capaces de evaluar toda su existencia al usar sus sentidos del oír, oler, su muy limitada visión y el tacto.

Así puedes descender en la escala de las formas de vida y atestiguar que miles de especies viven vidas definidas y limitadas enteramente por los sentidos. Lo que pueden percibir como ‘real’ constituye su ‘realidad’ personal, su mundo particular. Cada estrato de la existencia que es experimentado por diversas especies de seres vivos es distinto de cualquier otro dentro de la dimensión terrenal. Esto incluye la mente humana que está literalmente poseída por las doctrinas y dogmas religiosos y aprisionada en teorías científicas y fórmulas matemáticas. Las doctrinas religiosas han sido concebidas por el razonar humano, en un esfuerzo de explicar las enseñanzas de los Maestros espirituales cuyas mentes se han movido más allá de la esfera humana del intelecto, adentrándose en las esferas celestiales de la percepción inspirada en la ‘Realidad Universal.’

Los conceptos científicos también son el producto de los sentidos humanos racionalizando y dando nombres al fenómeno examinado por la vista humana durante la experimentación.

Por lo tanto, cuando el intelecto humano es capaz de apartarse de tales creencias limitadas y ascender, adentrándose y haciendo contacto con la ‘Realidad’ que se halla más allá ‘del más alto razonamiento humano, de la más alta lógica y de las más altas racionalizaciones’ que se denominan ‘conocimiento’, tal mente entra en las esferas más altas de LA CONSCIENCIA DE LA VIDA. Está imbuida con la ‘verdad universal’ la cual está literalmente más allá de lo que la mente humana ‘normal’ puede alcanzar a percibir, o aceptar o comprender. La mente humana no puede comprender ninguna experiencia que esté más allá de los parámetros electromagnéticos de la existencia terrenal y del funcionamiento del cerebro, hasta que la iluminación de la Consciencia Divina entre en el sistema total humano de mente, emociones y subconsciencia y entonces la unidad y armonía subyacentes es revelada.

Cuando se presentan percepciones espirituales totalmente nuevas a una mente que está religiosamente adoctrinada, éstas se perciben como si vinieran de ‘Satanás’, de una locura total, o de la imaginación. Esto es natural puesto que cuando las emociones surgen y son retadas intensamente, como ocurre cuando las creencias profundas son negadas, enseguida entran en acción los impulsos magnético– emocionales de ‘adhesión-rechazo’ propios del impulso egocéntrico. Cualquier tesis o proposición que haga que la mente condicionada sufra un malestar mental agudo, consternación o confusión, será rechazada enseguida y una lluvia de pruebas serán evocadas de las creencias que hay en la mente condicionada para apoyar tal rechazo. Pero las pruebas son únicamente creencias. Esto es un proceso emocional-mental totalmente natural dentro de la dimensión puramente humana.

Por tanto, si ésta mi VERDAD es ofrecida a aquellos cuyas actitudes mentales están firmemente establecidas y condicionadas por el temor, o fortalecidas por la voluntad humana de adherirse a tales creencias programadas, es simplemente natural que la VERDAD suscite emociones indisciplinadas y que sea rechazada con cierta violencia y posiblemente con virulencia.

Lo anterior es una descripción de la actividad mental-emocional natural dentro de la dimensión humana. No debe ser criticada puesto que la mente condicionada se siente completamente insegura y ‘a la deriva’, o ‘en un atolladero’, cuando es confrontada por un concepto enteramente nuevo. Estas expresiones humanas describen exactamente lo que ocurre cuando una mente adoctrinada es desafiada por una percepción completamente nueva de aquello que antes se consideraba ¡tan querido, tan seguro, tan correcto!