Pablo de Tarso - Personajes

Un discípulo básicamente es alumno de un maestro. El término no es muy común en el Antiguo Testamento (Isaías 8,16), pero en los escritos rabínicos.

JBN LIE

Pedro vs Pablo

¿Quien conquista a Roma?

Están Pablo y Pedro en Roma… ¿Quién será el líder religioso de la ciudad? ¿Quién será el primer obispo y base de la iglesia Romana?... veamos como se desarrolló esta especie de competencia Política-Religiosa donde Pablo llevó las de perder…

Eligiendo un apóstol a partir de dos apóstoles.

Durante varios años, tanto Pedro como Pablo compartieron un patrocinio conjunto de Roma. Pero a mediados del siglo II, otro obispo oriental, Marción, había encumbrado y popularizado al primero de ellos, Pablo, en su Evangelio del Señor. Originalmente respaldado financieramente y aliado de la iglesia romana, Marción y los ancianos de la iglesia se había separado de ellos. Según Ireneo, Marción fue excomulgado a causa de una violación cometida sobre una cierta virgen...

Marción regresó a Asia y creó su propia iglesia. Para Aniceto y los presbíteros romanos, Pablo (al menos en las manos de Marción), fue peligrosamente gnóstico. Sus escritos y cartas misionales, sin embargo, siempre fueron un modelo para una más ortodoxa figura. La iglesia romana lentamente cayó en la dualidad de Pedro y Pablo y Pedro comenzó su ascenso imponente. Varios evangelios comenzaron a circular, conteniendo pasajes que sugieren que fue una figura de liderazgo, siempre tratado como principal. Pedro estaba a punto de convertirse en un súper-apóstol, el cual podría eclipsar a Pablo y forjar un sólido vínculo entre el drama de Cristo en Judea, y el obispo de Roma.

El Evangelio de Pedro: ¡Marcos!

Simón Pedro, como una figura de leyenda, por supuesto, no escribió nada, y Pablo había escrito una gran cantidad de líneas (Sus cartas forman una cuarta parte de todo el Nuevo Testamento), entonces, ¿Como elevar a Pedro como una figura literaria? Marcos provee la respuesta. Las versiones de este primer evangelio estaban en amplia circulación y sin embargo, Marcos no era un apóstol. Aprovechando este pequeño fallo, Marcos fue adoptado como el compañero de Pedro y el Evangelio de Marcos se convirtió, efectivamente, el evangelio que Pedro habría escrito, aumentando el estatus del apóstol.

Clemente de Alejandría, en esta etapa está aliado con la Sede romana, corrió el rumor de que, aunque aparentemente escrito en Alejandría, Marcos había sido escrito en Roma, recordando las obras de su maestro Pedro lo mejor que pudo. En la intensa rivalidad entre los cristianos en ese momento, ese vínculo fue el mejor de los tenues y poco convincentes que circulaban, por lo menos porque Pedro había sido proclamado el apóstol de la circuncisión con una misión para los Judíos. Él había sido vinculado a la iglesia de Antioquía. Pedro necesitaba una actividad misionera igual a la de los viajes Pablo, que le sitúan indiscutiblemente en Roma.

Un hombre con una misión

Hasta el momento, los apóstoles habían sido más bien figuras en la sombra; uno puede imaginarlos como Una multitud en el show de la resurrección de Jesús, y luego, apenas son nombrados como personajes y se dispersan al final del drama. Pero ahora adquirirían una historia heroica: Hechos de los Apóstoles. El trabajo apenas merece el título porque es realmente acerca de solo dos de ellos (Felipe consigue un papel breve, Esteban el Mártir aún menos, pero los otros, entre ellos siete nuevos nombramientos, son meras sombras). Hechos 1 a 12 nos cuentan la historia de Pedro, y los capítulos 13 a 28 dicen la de Pablo… o más bien, la primera parte es la historia fabricada de un personaje de ficción (no se menciona después del capítulo 15); la segunda mitad es una re-escritura de Pablo, purgado desde el gnosticismo convirtiéndolo en una disciplina conservadora. Sorprendentemente, la combinación es muy evidente, ¡la narración pasa de la tercera persona a la primera persona en el capítulo 16! En una torpe invención de Hechos coloca al verdadero Pablo, poco después de su conversión, reunido con los apóstoles imaginarios. ¡De acuerdo a la propia epístola de Pablo estaba en Arabia en el momento!

Paradero de Pablo de acuerdo a Hechos:

  • Hechos 9
    27 Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús. 28 Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía,

Paradero de Pablo de acuerdo con el mismo Pablo:

  • Gálatas 1
    17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. 18 Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; 19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.

¡Increíble contradicción! ¡Tengo mejores milagros que tú!

La Misión de Pedro le lleva a las ciudades costeras de Lida, Jope y Cesarea. No es realmente impresionante comparado con los viajes épicos de Pablo. Los apócrifos rescatan la situación mediante el envío de Pedro a Siria, Capadocia, Ponto y más allá. En efecto, una cantidad sorprendente de fábulas sobre Pedro vienen de estos documentos, que incluso la Iglesia Católica considera falsos. El Evangelio de Pedro, por ejemplo, fue clasificado en Rhossus (cerca de Antioquía) en 190 como un evangelio hereje. El Apocalipsis de Pedro, proporcionó una descripción gráfica del infierno. La predicación de Pedro es amueblada con los más asombrosos milagros, y los Hechos de Pedro dan una descripción de su martirio. Todo esta prolífica ficción romántica del siglo II provee una base para la leyenda, generando la creencia y la tradición de que el héroe había tenido mucha actividad en Roma.

Hechos, sin embargo, no deja el departamento de los milagros, y le atribuye a Pedro muchos fenómenos sorprendentes. Pedro aparece dando y restaurando vida (levantó a Dorcas de la muerte; Hechos 9,32-43), y también se encargo de repartir muerte (¡Pobre Ananías y su esposa Safira! Asesinados por Jehová a causa de la venta del producto de sus tierras… Hechos 5,1-11).

Al igual que el mismo Jesús, Pedro curó enfermos y sanó a los cojos (según San Mateo), y por supuesto, incluso ¡caminó sobre el agua! De hecho, el apóstol numero 1 sanó a una multitud simplemente al permitir que su sombra cayera sobre ellos, ¡Fue más allá de cualquier cosa que Pablo pudo lograr! (Hechos 5,15-16),Un ángel ayuda a Pedro a escapar de la cárcel, lo que dio lugar a la ejecución de los guardias. Pablo, por desgracia, necesitaba una escolta militar, cuando el fiscal le sacó de la cárcel y en otra ocasión, La oportuna intervención de las tropas romanas de la fortaleza Antonia rescató a Pablo de un linchamiento; Y al parecer ¡No había ángel guardián para él!

Ya sabemos de parte de quien estaba Dios.

¡También tengo más visiones asombrosas y mejor conversiones que tú!

En una verdaderamente impresionante visión, Pedro, al parecer, se enteró de que todos sus alimentos no deben ser kosher, debido a que una gran sábana (lienzo) descendió del cielo: y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come (Hechos 10,9-16) No es tan sutil como el académico discurso de Pablo sobre prohibiciones dietéticas, sino una historia de colores para los de cuello blanco.

Y Pedro no se andaba por las ramas a la hora de las conversiones. El mago gnóstico medio judío (Simón el Mago) había obtenido un buen numero de seguidores en Samaria. Pedro, al parecer, convierte a este archi-enemigo de Cristo (¡del que todos los gnósticos futuros se considerarán sus acólitos!) después de una exhibición de hablar en lenguas y una conferencia sobre los caminos de la maldad (Hechos 8,9-24). Pedro también se adelantó a Pablo mediante la conversión del primer no-Judío. Muy apropiado para forjar vínculos con la Sede romana, Pedro convirtió al cristianismo nada más ni nada menos que a un centurión romano, un centurión de la compañía italiana llamado Cornelio (Hechos 10,1).

El punto fue establecer una jerarquía apostólica en la que prevaleció Pedro sobre Pablo y la Iglesia de Roma pudiendo reclamar una superioridad sobre sus rivales. Pero aún había una lucha para introducir a Pedro en Roma. En una historia tan patéticamente tonta que no es relatada en Hechos, pero que se encuentra en las Homilías Clementinas (Textos del siglo II descritos como Un curioso romance religioso por la Enciclopedia Católica) Pedro y Simón el Mago se encuentran en el palacio de Nerón en Roma en una competencia de magia. Pedro mejora la marca de su adversario con un truco de levitación obtenido gracias al enorme poder de la oración. Comparemos esto con el supuesto encuentro de Pablo con el mago Elimas (¡un Judío de apellido Bar Jesús!) que se encuentra en Hechos 13,6-11. Pablo simplemente ciega a sus rivales.

Fantasías de esta calaña fueron más que suficiente para permitir a la tradición surgir. Y que no solo Pedro encontró la muerte en la ciudad (a manos de Nerón), sino también ¡Que había sido el obispo de Roma durante veinticinco años! Pero nada de esto se puede encontrar en la Biblia. La historia de este Pedro príncipe de los Apóstoles desaparece en el capítulo 12 de Hechos con una referencia en la que se va a otro lugar (Hechos 12,17). A partir de entonces, no se encuentra ninguna palabra de cualquier visita a Roma, de la fundación de una iglesia, del martirio, etc; Tampoco de los restos arqueológicos o cualquier cosa que la historia secular pueda confirmar que el personaje alguna vez existió. Solamente la leyenda y la tradición llenan el vacío. Una leyenda que la iglesia romana heredó de épocas anteriores, específicamente del Dios Jano (Janus), un dios-pescador, guardián de las llaves celestiales, que había tenido un santuario en la colina cerca del Janiculum… ¡muy cerca del Vaticano!

¡Muy bien Pedro!... la victoria es tuya. Eras lo que faltaba para dar el arranque definitivo a la primitiva iglesia Cristiana Romana. Sin duda todos los Católicos y Protestantes del mundo te lo agradecerán.

Lastima que todo está fundamentado en mentiras y manipulaciones…

Ni modo.

Fuentes:

  • Alan Hall, The History of the Papacy (PRC, 1998)
  • Michael Grant, Saint Peter (Weidenfeld & Nicolson,1994)
  • Henry Hart Milman, The History of the Jews (Everyman, 1939)
  • Leslie Houlden (Ed.), Judaism & Christianity (Routledge, 1988)
  • W. H. Friend, The Rise of Christianity (Augsburg, 1986)
  • Arthur Frederick Ide, Unzipped: The Popes Bare All (AAP,1987)
  • Karen Armstrong, A History of Jerusalem (Harper Collins, 1999)
  • J.N. Kelly, Oxford Dictionary of Popes (OUP, 1986)