La miel de abejas - Advertencia
La miel es el alimento perfecto… para las abejas; sin embargo, la creencia popular de que es también un azúcar natural y un alimento sano y nutritivo.
JBN LIE
LA MIEL DE ABEJAS
La miel de abejas es un excelente alimento para las abejas, no para el hombre.
Los dulces venenos de la miel de abejas. Miel de abejas y la salud.
NO ES UN BUEN ALIMENTO PARA LA SALUD HUMANA
Es más acidificante y más descalcificante que el azúcar.
La miel es el alimento perfecto… para las abejas; sin embargo, la creencia popular de que es también un azúcar natural y un alimento sano y nutritivo para el ser humano no se corresponde con la realidad, si tenemos en cuenta que el contenido de los ácidos que segregan las abejas para conservarla la convierten en un producto no recomendado para nuestra salud.
La miel se obtiene de la mezcla estomacal del polen que ingieren las abejas, con el ácido fórmico, mánico y otros. Después de esa mezcla, se deposita en las células de cera y es deshidratada por el movimiento de las alas de multitud de abejas.
Sin ese proceso de conservación la miel fermentaría inmediatamente y no les sería, útil como alimento, para las abejas solo es un alimento de reserva que les permitirá subsistir durante el invierno hasta que en primavera, el buen tiempo les permita de nuevo salir a recolectar polen.
La deshidratación de la miel y los ácidos añadidos se convierten en poderosos venenos capaces de matar cualquier bacteria; pero esto la convierte en un toxico para el aparato digestivo del ser humano. El aparato digestivo de la abeja esta diseñado para sintetizar esos fuertes preservantes naturales pero el sistema digestivo del hombre no.
La miel de abeja, contiene esporas de Clostridium botulinum que producen neurotoxina en el intestino, aún inmaduro, del lactante. Una pequeña cantidad suele ser en extremo peligrosa. Los niños menores de un año no deben ingerir miel.
Por ello la Asociación Americana de Pediatría recomienda a los padres no dar miel de abeja ni sus derivados a los niños menores de un año Se puede presentar como párpados caídos, dificultad para succionar y deglutir, debilidad muscular, constipación, llanto débil y tono muscular deficiente, aunque también puede provocar serias complicaciones respiratorias derivadas del compromiso motor, hasta inclusive la muerte.
A pesar de que la miel es una sustancia más natural, realmente no es más seguro que la sacarosa. La disminución de la función del sistema inmune puede conducir al cáncer. El daño al sistema vascular conducen a la enfermedad cardiaca y diabetes mellitus diabetes del adulto con los dedos del pie gangrenado y todos están al final de la autopista de azúcar.
La composición de la miel como alimento humano es totalmente deficitaria en minerales y vitaminas porque necesitamos muchos más factores nutritivos que una abeja.
A pesar de la atracción que sentimos por los azúcares de la miel, debemos ser conscientes que los ácidos que contienen son conservantes que la convierten en una sustancia dañina para nuestra salud, porque no tenemos las encimas necesarias para la digestión y neutralización de estas sustancias y nuestro organismo se ve forzado a auto protegerse, produciendo un antídoto que permita su asimilación, exigiendo un desgaste de energía y de fuerza vital importante.
Inmediatamente después de tomar la miel comienza la reabsorción de la humedad del estómago y de la flora intestinal provocando la destrucción de la población microbiana que mantiene una relación simbiótica con su entorno. En la mayoría de los casos solo se necesitan unas cucharadas de miel para que la gente a veces se sienta bastante mal.
La miel es acidificante y más descalcificante que el azúcar de caña y de remolacha, obligando a nuestro organismo a recurrir a sus propias reservas de calcio, incluso de los dientes y huesos si fuera necesario para neutralizar los ácidos introducidos en el sistema digestivo al ingerir la miel.
El ácido mánico de la miel es un veneno protoplásmico, que se interrelaciona con la proteína para formar alcohol, amoníaco y ácido carbónico. Desde un punto de vista nutritivo la miel de abeja es un alimento nocivo para la salud. Al consumirla habitualmente, junto con otros almidones y proteínas como edulcorante, fermenta rápidamente, sobre todo cuando permanece en el estómago con otros alimentos de lenta digestión.
Los subproductos del alcohol, amoniaco y ácido carbónico son perjudiciales para la salud, pero desde cualquier punto de vista, ético o dietético, la miel no es un producto adecuado para el consumo humano.
Quien no ve el peligro que se esconde en la dulce miel,
es como el pez no ve el anzuelo que se esconde en el delicioso cebo.
Las abejas son manipuladas para obtener muchos productos destinados al uso humano; miel, cera, propóleo, polen, jalea real y veneno. Son insectos inteligentes que han sido descritas como poseedoras de unos complejos sistemas de comunicación superados solo por los de los seres humanos.
Debido a que se ve volar libremente a las abejas, también se les suele considerar libres de las crueldades habituales de la industria ganadera animal. Sin embargo, las abejas son tratadas exactamente igual que cualquier otro animal de granja. Son sometidas a exámenes rutinarios y manipulación, regímenes alimenticios artificiales, tratamiento con medicamentos y pesticidas, manipulación genética, inseminación artificial, transporte (por aire, tren y carretera) y sacrificio.
REINA POR UN AÑO O DOS
Las abejas reina son inseminadas artificialmente con esperma obtenido de machos decapitados. Las reinas son sistemáticamente sacrificadas cada dos años porque tras un periodo de tiempo su capacidad de producción de huevos decrece, de modo que la colmena entera se hace improductiva y no rentable. En Israel las matan y renuevan cada año.
LAS ABEJAS NO NOS DAN LA MIEL…
Nosotros las violentamos.
Cuando los apicultores manipulan los panales muchas abejas mueren aplastadas. Las colmenas son rociadas con humo para calmar a las abejas y facilitar su manipulación. Se colocan exclusas o dispositivos especiales que violan el espacio de las abejas para recoger los productos mientras entran en la colmena. Las abejas son separadas de sus colmenas agitándolas vigorosamente o expulsándolas con potentes corrientes de aire. Pueden resultar con patas o alas cortadas.
Cortar las alas a las reinas evita enjambrar (e irse volando). Enjambrar es su forma natural de reproducción, crecimiento y supervivencia de la especie, al menos en estado salvaje. Sin embargo, los apicultores están constantemente tratando de evitar este fenómeno natural y usando feromonas artificiales y cortando sus alas para mantener su colonia bajo control.
ALIMENTACIÓN ARTIFICIAL
Los apicultores alimentan sus colonias con sustitutos de polen artificial y almíbar de azúcar blanco, generalmente para sustituir la miel que les han quitado. Si estas prácticas son realizadas durante largos periodos de tiempo hacen disminuir la productividad y longevidad de la colmena. Las colonias se deberían alimentar con su comida natural - miel y polen - produciendo abejas nacidas con mayor tamaño y más vigorosas.
PESTICIDAS
Los apicultores han pasado a depender del uso de pesticidas sintéticos y antibióticos para combatir plagas, y esto ha conducido a problemas de riesgo toxicológico para los apicultores y las abejas, y riesgos de contaminación en la miel.
ABEJAS TRANSPORTADAS
Existe compra y venta de abejas a nivel mundial. Su transporte implica que las abejas sufran estrés, ahogo, sobrecalentamiento o frío. Muchas perecen enterradas en los ataúdes que son sus paquetes. Las abejas exóticas son transportadas a países extraños y causan problemas en el entorno natural extendiendo enfermedades. Posteriormente son tratadas como enemigas y sus nidos son destruidos vertiendo gasolina en las colmenas o matan las abejas rociándolas con jabón líquido.
Las abejas también son víctimas de la vivisección y un gran número de experimentos son aplicados sobre ellas en todo el mundo. Por desgracia, su naturaleza generalmente tranquila hace fácil su manipulación y se ha afirmado que son un animal de laboratorio ideal. Se realizan muchos experimentos de investigación y desarrollo sobre las colonias que obtendrán más miel y consecuentemente mayores beneficios. En Japón han irradiado abejas para hacer su aguijón ineficaz en un esfuerzo por conseguir una abeja 'sin aguijón' para hacer más fácil su manipulación y en Australia están investigando con una proteína de su veneno para tratar el cáncer.
RIESGOS DE SALUD
La miel y otros productos procedentes de las abejas son ampliamente utilizados en la medicina tradicional. Sin embargo, se recomienda seriamente a la gente que padece asma o alergias que no tomen miel o jalea real, tras haberse producido varias muertes y enfermedades severas. La miel tampoco es apropiada para los niños menores de doce meses por el riesgo de botulismo. ¡Se ha visto a abejas bebiendo en plantas depuradoras de aguas residuales, y se sabe que recogen alquitrán, colas adhesivas y pinturas en lugar de propóleo!
Los a veces dudosos beneficios de los productos apícolas no garantizan el uso y abuso de las abejas. Existen muchas otras efectivas medicinas alternativas de origen no-animal.
PRODUCTORES DE MIEL
Entre unas 250.000 y 300.000 toneladas de miel son comercializadas por todo el mundo y realmente se produce el doble de esta cantidad. Son seis los principales productores mundiales de miel.
JALEA REAL
Es un fluido pegajoso color crema-blanquecino, es una mezcla de dos secreciones de las glándulas de las abejas obreras. Es la única fuente de nutrición para la reina durante toda su vida. Debido a que la jalea real permite a una abeja convertirse en reina, hay quienes se creen abeja y piensan ignorantemente que comiéndola pueden recuperar su juventud perdida… puede ocurrirles lo contrario.
En verano la abeja capta la rica miel
Y la guarda hasta el invierno para comer
Llega el hombre saquea el nido y roba la miel
Y en invierno muchas abejas se ven caer.
Cuando sienta el frío invierno sobre tu piel
Piensa que Tú has dejado el enjambre sin que comer.
Canción de Mágnum
CONTINÚA LA MANÍA DE ENVENENAR EL CUERPO
Para curar enfermedades.
EL PERJUDICIAL VENENO DE ABEJAS
Todo veneno se hizo para matar… jamás para aliviar. Algunas personas creen que el veneno de las abejas, administrado a diario a través de picaduras de abejas, alivia el dolor de la artritis, pero la eficacia de este procedimiento no está comprobada científicamente.
Al igual que cualquier otro veneno, el veneno de la abeja es muy peligroso para algunas personas. Las reacciones alérgicas son graves e impredecibles. Con el paso del tiempo, la persona puede desarrollar una alergia grave al veneno de abeja, aún en casos en los que no se registraron reacciones anteriores.
Las no demostradas teorías esparcidas indiscriminadamente por Internet, advierten que el veneno de las abejas tiene un efecto citotóxico que le permite destruir las membranas celulares e inducir una desproporcionada percepción del daño real a los receptores de dolor. Tampoco advierten puede que inclusive puede terminar en la muerte si el sujeto es alérgico al veneno de abejas, al producir un choque anafiláctico.
la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple en su página, cuando dice que no existe ninguna evidencia de que sea un tratamiento eficaz para la EM., o para la artritis y demás, y concluye afirmando que este tratamiento no se recomienda por la falta de beneficio, por sus efectos secundarios y por el riesgo de presentar reacciones alérgicas peligrosas que tienden a intensificar la enfermedad.
La inmensa mayoría de pacientes que acuden a una consulta de apiterapia, lo hacen cuando ya han agotado todas las posibilidades de curación que les ofrece la otra medicina convencional tóxica, y lo hacen desesperadamente último recurso porque se sienten desesperados por sus dolencias, aún temiendo el dolor que les provoca la picadura. Nadie acude a una consulta de apiterapia por unas simples enfermedades no desesperantes. Total, aprovecharse del dolor humano para engañar y perjudicando más
Aunque muchos especialistas en perjudicar al ser humano con venos, usan la picadura directa, es absurdo colocar la abeja sobre el cuerpo de la persona enferma para enfermarla más. Hay sustancias en el veneno de las abejas que nos causan una serie de trastornos finalmente son muy nocivos para las personas. Algunas intoxican el riñón y pueden llevar a una insuficiencia renal.
Pocos momentos después de la picadura, aparece una sensación de angustia que se acompaña de opresión en el tórax y laringe, disnea y vértigos. Si la picadura es directa sobre un vaso sanguíneo, lo que equivale prácticamente a una inyección endovenosa, sobrevienen rápidamente graves trastornos generales.
En los casos graves el paciente se desvanece. Cuando recobra el conocimiento puede presentar, según su predisposición, URTICARIA generalizada, grandes edemas localizados (edema de quincke) o bien violentos accesos de tos. El intoxicado presenta ojos enrojecidos, taquicardia, taquipnea y, en ocasiones, hasta convulsiones de tipo epileptiforme.
Al menos un cinco por ciento de las personas están expuestas al temido choque anafiláctico en caso de picaduras de este himenóptero; a veces basta el aguijón de un solo insecto para que las consecuencias sean fatales.
La conclusión es que el veneno de abeja es más complejo aun que un químico o producto inerte. La mellitina presente en el veneno de abejas destruye los glóbulos rojos y el efecto anticoagulante puede causar una hemorragia vascular diseminada, a más de que se tapan los riñones por la destrucción de glóbulos rojos.
El lugar de la picadura desempeña un papel importante. La picadura en la lengua, laringe, es mortal. La muerte se produce por asfixia, provocada por el intenso edema laríngeo. Como se demuestra, las abejas cuentan con un poderoso veneno que la naturaleza las dotó para matar… nunca jamás para sanar.