Cogestor del invento

Róbinson Sáenz José Lucena, un Quindiano residenciado en Itagüí, Antioquia.
El otro es Luis Fernando García.

Una de las piezas de la casa del ingeniero mecánico, José Lucena, es el taller y el laboratorio donde se creó una novedosa planta de energía autosuficiente. Sus creadores la consideran como una gran innovación y además puede representar un gran ahorro familiar.

También trabajan en el diseño de un carro eléctrico autónomo.

Es la fórmula base para construir plantas de más de 15 kilovatios, dicen.

No contamina ni produce ruido. No requiere fuente energética externa.

Durante 13 años José Lucena, ingeniero mecánico y tecnólogo electrónico, trabajó en la idea de construir una planta eléctrica que no requiriera de combustible para alimentarse o de una fuente energética exterior.

La idea le nació a José con el apagón de 1992, por el desabastecimiento de las centrales hidroeléctricas.

"Pensamos que este fenómeno se puede repetir y la nueva planta se convertiría en una buena alternativa por los costos", anota José Lucena.

Con el nombre de Inverplanta Power Electric, el novedoso sistema tiene la capacidad de producir 2.500 vatios por hora lo cual es más que suficiente para abastecer los electrodomésticos de una casa o una finca que operen a 110 voltios.

El sistema no produce efectos negativos en el medio ambiente: no produce ruido ni contaminación. Además, gracias a un dispositivo, no requiere alimentarse de otros tipos de materiales para convertirlos en energía eléctrica, asegura uno de sus inventores.

Consiste en una manipulación eléctrica interna de corriente directa a corriente alterna que se retroalimentan en un circuito completo a través de una Tarjeta Inteligente de Poder (TIP), que José creó y que diseñó el ingeniero electrónico, Luis Fernando García, vinculado al Metro. Esta a su vez alimenta una Unidad de Potencia Inversor (UPI), es decir que es totalmente electrónico.

Todo invento tiene su secreto y según José el de la inverplanta está en la TIP.

"Queríamos producirlas en serie, pero no hay la capacidad económica por lo que estamos buscando la ayuda, el auspicio o la compra de la franquicia para masificarla y ponerla a consideración de la ciudadanía", expresa José.

Entre cinco y seis millones de pesos calculan los inventores de este nuevo dispositivo, que será el costo de la planta en el mercado.

Esta es una fórmula base que, según José, podrá ser utilizada para construir aparatos que produzcan 15, 20 o 30 kilovatios de acuerdo con la necesidad que se tenga.

Otros proyectos

Además de la inverplanta estos dos ingenieros trabajan actualmente en una planta gravitacional a la que sólo le falta tiempo y plata para materializarla.

"Ya hemos hecho pruebas de estabilidad y continuidad en el trabajo de producción que nos han dado resultado y que nos llevan a hacer otras más grandes para tener la certeza de cuanta puede ser la duración", enfatiza José.

Destaca también el enorme valor que tendrá su invento para regiones como el departamento del Chocó, la Costa Caribe o el Sur del País, donde el servicio de energía es irregular o se carece de éste.

"Pretendemos es que las empresas generadoras de energía cambien sus sistemas de producción por uno más ágil que llene todas las expectativas de un aparato totalmente autónomo para darle energía a una ciudad completa", afirma José.

Agrega que ya se tienen algunos adelantos en el diseño de un carro eléctrico totalmente autónomo, "Es decir que el mismo se alimenta".

Estos dos ingenieros quieren dejar una semilla para no acabar con el planeta, cambiando la forma de transporte y de utilización de la energía.