La iluminación espiritual

Frases Walter Riso

Citas Walter Riso


Quererse a uno mismo, despreciando o ignorando a los demás, es presunción y exclusión; querer a los demás, despreciándose uno mismo, es carencia de amor propio.

No existe una sabiduría lúgubre, porque nadie aprende a vivir con el sesgo de la negatividad a cuestas. Las mentes rígidas confunden saber vivir y la vida buena con saber sufrir. Y eso es otra cosa; se llama autocastigo.

La persona que amo es una parte importante de mi vida, pero no la única.

La suavidad y la flexibilidad están íntimamente relacionadas con la vida, mientras la dureza y la rigidez están asociadas a la muerte.

Partiendo del conocimiento actual que tenemos sobre la mente, es posible afirmar que existen dos caminos para abrir las puertas de la buena vida: la filosofía y la psicología.

¿Habrá mayor insensatez que amar lo que no soy y de extrañar lo que nunca he sido?

Ahora mismo, en algún lugar del mundo hay alguien que estaría feliz de tenerte.

El amor no solo se siente, también se piensa y se asume en el dolor ajeno.

Por ejemplo, el valor de la perseverancia requiere un limite para que no se convierta en fanatismo: aprender a perder.

El amor tiene dos enemigos principales: La indiferencia que lo mata lentamente, y la desilusión que lo elimina de una vez.

De acuerdo a la sabiduría antigua, para ser feliz deberíamos necesitar lo menos posible y disfrutar lo que tenemos.

Estoy hecho para hacer buenas cosas, interesantes, alegres y simpáticas, así no sean extraordinarias y fuera de serie. Te quitaras un enorme peso de encima.

La mente de piedra no se permite dudar y aborrece la autocritica. Sus fundamentos son inmodificables e indiscutibles.

Las personas aprenden por ensayo y error y tu no escapas a ese principio.

El perdón es un regalo que se hace a los demás y a uno mismo con el fin de aliviar la carga de resentimiento o de la culpa: es un descanso merecido para el corazón.

¿Habrá mayor síntoma de salud mental que no tomarse uno mismo muy en serio?

No temas revisar, cambiar o modificar tus metas, si ellas son fuente de sufrimiento. ¿De que otro modo podrías acercarte a la felicidad?

El amor empieza por casa, si no te quieres nadie te querrá.

Las parejas fracasan porque no piensan, hay que buscar la atracción pero también la amistad, implica ser compinche, que haya sentido del humor, comunicación, proyectos de vida en común.

La fidelidad a tu pareja no es ausencia de deseo. Al ver a alguien que te guste, es cuestión de auto control y evitación a tiempo. Recomiendo no jugar con fuego, ni hacerte el idiota, porque te puedes quemar.

Si decides ser flexible, te quitaras un enorme peso de encima al ver que nada esta predeterminado y que puedes ser el ultimo juez de tu propia conducta.

El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y tampoco adicción.

A las personas pesimistas las envuelve un halo de amargura. Su vida oscila entre la desilusión y la tristeza.

¿Quien dijo que para amar había que anularse y dejar de lado los proyectos de vida? Para amar no debes renunciar a ti mismo, esa es la máxima.

Creemos demasiado en las creencias, porque es mas cómodo no cuestionarnos a nosotros mismos.

Las mejores cosas de la vida suelen ocurrir cuando no esperamos nada.

Cuando estas en una relación en la que no te aman como quisieras o no te respetan, pero sigues allí aferrado(a) pese a todo, esperando el milagro de una resurrección imposible, pasaste los limites del amor razonable e inteligente.

El hombre entra por el sexo y llega al afecto y la mujer entra por el afecto y llega al sexo.

La falsa paradoja: idiota feliz o sabio infeliz queda resuelta. Hay una tercera opción mejor: sabio feliz, así sea redundante, porque no existe sabiduría sin alegría.

La novedad produce dos emociones encontradas: miedo y curiosidad. Mientras el miedo a lo desconocido actúa como un freno, la curiosidad obra como un incentivo (a veces irrefrenable) que nos lleva a explorar el mundo y a asombrarnos.

Apartar lo que sobra, desvincularse y decir adiós con la sabiduría de quien ha comprendido lo que no le conviene.

La alegría no esta en alcanzar el Yo ideal, sino en el proceso mismo de viajar hacia el sin despreciarse a si mismo y sin ansiedad.

El sentimiento afectivo y el amor racional. Es una manera de relacionarse, donde el ser para si y el ser para el otro, se integra en un nosotros saludable.

Debemos establecer una ética personal que separe lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno.

El amor racional no conoce redundancias. Un te recontra quiero es mucho mas seductor y placentero que un programado te quiero a secas.

La mente humana es perezosa. Se auto perpetua a si misma. Llevada de su parecer y con un alto apego al autoengaño. Crea el mundo y se encierra en el.

La felicidad no llega a la puerta, hay que buscarla y pelear por ella.

Un amor racional se siente y se piensa. Es una manera de relacionarse, donde el ser para si y el ser para el otro, se integra en un nosotros saludable.

La mente es un mono inquieto, saltando de rama en rama en busca de frutos por toda una selva interminable de sucesos condicionados.

Para un amor racional, que no sea malsano, se necesita una mezcla balanceada de ambición y realismo.

El amor tiene dos enemigos: La indiferencia y la desilusión.

Si no eres capaz de amarme como merezco, mejor vete, ya habrá quien sea capaz de disfrutar lo que soy.

La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca esta satisfecho con su relación, no puede hacer nada sin su pareja, y demuestra una gran dependencia.

El camino es aquietar la mente e inducirla a que se mire a si misma de manera realista. Una mente madura, equilibrada y que aprenda a perder. Una mente humilde, pero no atontada. Una mente abierta al mundo, vigorosa y con los pies en la tierra.

Nada es tuyo, la vida te lo alquila, te lo presta para que lo disfrutes mientras lo tienes.

El aumento de tu autoestima, mejorara increíblemente tus días y tu felicidad.

La verdad no se proclama ni se decreta; mas bien se descubre, se busca.

Si el amor me obstaculiza el desarrollo a mi libre personalidad, es preferible estar solo y libre.

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