LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
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Tranquilidad, serenidad y silencio, debilitan el poder del ego y hacen a tu yo interior más especial.
El aquí y ahora es un secreto para la tranquilidad interior. Eso es la impermanencia.
Los pobres anhelan riquezas, los ricos anhelan el cielo, pero los sabios anhelan un estado de tranquilidad.
El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Solo a través de la experiencia de la prueba y el sufrimiento se puede fortalecer al alma, inspirar ambición y lograr el éxito.
El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Sólo a través de experiencias de juicio y sufrimiento se puede fortalecer el alma, despejar la visión, inspirar ambición y lograr el éxito.
Comienza el día anclando tu mente en esa tranquilidad interior.
Dejemos con toda tranquilidad a la gente sabia el orgullo de no caer nunca en contradicción.
El Silencio es quietud, tranquilidad y calma.
El silencio y la tranquilidad son la manera en que rezas al Yo interior.
Tiempo de tranquilidad, serenidad y silencio debilita el poder del ego y hace a tu yo interior más especial. Es un bello equilibrio.
Muchos no ven la serenidad como una disciplina, pero en el mundo moderno, has de trabajar duro para tener algo de tiempo para la tranquilidad y el silencio.
En todos los casos, por adversos que sean, antes nos habemos de alegrar que turbar por no perder el mayor bien, que es la paz y tranquilidad del alma.
Cultiva la tranquilidad como factor de iluminación.
Cuando el cuerpo y la mente del monje están calmados en el arrebatamiento, aparece en él la tranquilidad como factor de iluminación.
Cuando descansas en la tranquilidad y tu imagen de ti mismo se desvanece, y tu imagen del mundo se desvanece, y tus ideas de los demás se desvanecen, ¿qué queda? Un brillo, un vacío radiante que es simplemente lo que eres.
Aunque esté más allá de tu cuerpo y de tus sentimientos y emociones, cuanto más reconozcas la conciencia y traigas más conciencia a la conciencia, más lo sentirás en tu cuerpo como una sensación de presencia, tranquilidad, calma y silencio.
Lo que es falso perturba el corazón, pero la verdad trae alegre tranquilidad.
Cuando los conflictos más intensos, se superan, dejan una sensación de seguridad y tranquilidad de que no se perturba fácilmente. Son sólo estos intensos conflictos y su conflagración lo que se necesita para producir resultados valiosos y duraderos.
La verdadera transformación proviene de la tranquilidad.
El yoga es la llave dorada que abre la puerta a la paz, la tranquilidad y la alegría.
La felicidad del mundo es transitoria. Cuanto menos te apegas al mundo, más disfrutas de la tranquilidad.
Abre tu corazón afligido al Señor. Llora y ora sinceramente: Oh Señor, acércame hacia Ti; me dan tranquilidad. Al hacerlo constantemente, ustedes, gradualmente alcanzarán la tranquilidad.
La tranquilidad espiritual no es apatía, ni ejercicio de relajación, ni un estado de onda cerebral. Surge de una forma profunda y sabia de ver la vida.
Las preguntas más importantes son con qué rapidez va a aprender usted sus lecciones y cuánta felicidad, cuánta espiritualidad, cuánta tranquilidad, etcétera, va a tener en su vida. Las respuestas dependen, en gran medida, del libre albedrío.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.
Vienes de la tranquilidad y el silencio y tienes que volver al silencio.
La tranquilidad natural de nuestra mente es constantemente perturbada por el parloteo de nuestros ego-yoes.
Cuando los conflictos más intensos se superan, dejan una sensación de seguridad y tranquilidad que no se perturba fácilmente. Son sólo estos intensos conflictos y su conflagración lo que se necesita para producir resultados valiosos y duraderos.
Las armas no son herramientas apropiadas para las personas amables; las personas amables las usan sólo cuando no tienen otra opción. Ellos valoran la paz y la tranquilidad. No encuentran gloria en la victoria.
Hay personas piadosas que ayudan insolentemente. No les preocupa ni el tipo ni el origen de los males del otro, por eso falsean con tranquilidad tanto la salud como el prestigio del enfermo.
Cuanto más tranquilo se vuelve un hombre, mayor es su éxito, su influencia, su poder para hacer el bien. La tranquilidad de mente es una de las bellas joyas de la sabiduría.
Porque así dice el Señor, el Santo de Israel. Al regresar y descansar serán salvos. En la tranquilidad y en la confianza estará su fortaleza. Isaias 30:15.
Rodéate de serenidad, permanece con tranquilidad en la observacion. Quien permanece conscientemente en el silencio, fluye conscientemente con la vida.
La armonía espiritual, es un sinónimo de paz, de calma, de satisfacción, de plenitud, de quietud, de placidez y de tranquilidad amorosa por siempre.
El azul es uno de los colores más espirituales, es el color del silencio, de la quietud... de la tranquilidad... del descanso... de la relajación.
Si podemos cultivar la no violencia en nuestra vida diaria, llegaremos a ser un refugio de paz y tranquilidad para quienes nos rodean.
Sólo el desarrollo de la compasión y la comprensión con los demás nos puede traer la tranquilidad y la felicidad que todos buscamos.
No habrá descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que al negro le sean otorgados sus derechos de ciudadanía.
Cuando el orgullo o el ego no te dejen comunicarte con Libertad, tranquilidad y naturalidad, permanece en silencio.
No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad.
Sólo las palabras pronunciadas con tranquilidad y naturalidad, tienen la virtud de enriquecer el mundo.
Debemos cultivar siempre la serenidad interior, cultivar la tranquilidad.
Una vida feliz consiste en tener tranquilidad de espíritu.
Retírate al centro de tu ser, que es la tranquilidad.