La iluminación espiritual

Frases Morihei Ueshiba

Citas Morihei Ueshiba


Las técnicas del Arte de la Paz no son rápidas ni lentas, no están afuera ni adentro. Están mas allá de tiempo y espacio.

Continuamente los oponentes nos confrontan, pero en realidad no hay allí oponente alguno. Entra profundamente en el ataque y neutralízalo atrayendo la fuerza que va en dirección errada hacia tu propia esfera.

Trata siempre de estar en comunión con cielo y tierra, de este modo el mundo se presentara en su verdadero aspecto. La presunción se desvanecerá y podrás armonizar con cualquier ataque.

Libre de toda debilidad, no tendiendo a ignorar el crudo ataque de tus enemigos: Osa y actúa.

Si concibes el Arte de la Paz, este difícil sendero, tal como es, abarca el circulo del cielo.

Para poner verdaderamente en practica el Arte de la Paz, debes ser capaz de jugar libremente en el reino manifiesto, en el oculto y en el divino.

Para desempeñarse bien, debes liberarte del mi mundano e impregnar tus órganos con mi verdadero. Esta es la base de una técnica poderosa.

Cada día de la vida humana contiene ira y alegrías, dolor y placer, luz y oscuridad, crecimiento y decadencia. Cada momento esta marcado con el gran propósito de la naturaleza, no trates de oponerte o negar el orden cósmico de las cosas.

Cuando te atacan, unifica las partes superior, media y baja de tu cuerpo. Entra, gira y mézclate con tu oponente, frente y espalda, derecha e izquierda.

Para poder iluminar el Sendero es necesario estar preparado para recibir el noventa y nueve por ciento del ataque enemigo y enfrentar el rostro de la muerte.

El camino del guerrero no se puede abarcar con palabras o por carta.

En nuestras técnicas entramos completamente, nos mezclamos en totalidad y controlamos con firmeza un ataque. La fuerza se encuentra cuando el mi es estable y esta concentrado, la confusión y la malicia surgen cuando el mi se estanca.

El verdadero guerrero siempre cuenta con tres armas: la radiante espada de la pacificación; el espejo de la valentía, la amistad y la sabiduría; y la piedra preciosa de la iluminación.

No dejes de aprender de la voz pura del arroyo de montaña que fluye eternamente salpicando las rocas.

Brota de la Gran Tierra; álzate como las Grandes Olas; enraízate como un árbol, descansa como una roca; usa el Uno para atacar Todo.

Clara como el cristal, aguda y brillante, la espada sagrada no admite sitio para alojar al mal.

Cuando reverencias profundamente el Universo, recibes reverencias; cuando pronuncias el nombre de Dios, resuena en tu interior.

Estudia las enseñanzas del pino, del bambú y del pimpollo del ciruelo. El pino esta siempre verde, firmemente enraizado y es venerable. El bambú es fuerte, resistente e inquebrantable. El pimpollo del ciruelo es vigoroso, perfumado y elegante.

Muévete como un haz de luz; vuela como el rayo, golpea como el trueno, gira en círculos alrededor de un centro firme.

La vida es crecimiento. Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente, somos tan útiles como cadáveres. El Arte de la Paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad. Es todo lo verdadero, lo bueno y lo bello.

La lealtad y la devoción hacen al valiente. La valentía conduce al espíritu de sacrificio. El espíritu de sacrificio genera confianza en el poder del amor.

Tu mente debería armonizar con el funcionamiento del universo; tu cuerpo, con el movimiento del universo; cuerpo y mente formando una unidad que se unifica con la actividad del Universo.

Lo divino no es algo lejano y por encima de nosotros. Esta en el cielo, esta en la tierra, esta dentro de nosotros.

Día tras día adiéstrate a ti mismo, refinando tu técnica: usa el Uno para atacar lo Múltiple. Esa es la disciplina del guerrero.

No son necesarios edificios, dinero, poder o prestigio para practicar el Arte de la Paz. El cielo esta exactamente allí donde te hallas y ese es el lugar para entrenarse.

Tan pronto como te ocupes del bien y el mal de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón por la que entra la malicia. Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota.

Manifiesta yang, con tu mano derecha, equilibrándolo con el yin de tu izquierda, y guía a tu compañero.

Cuando la vida es victoriosa, hay nacimiento; cuando impedida, hay muerte. El guerrero esta permanentemente dedicado a una lucha de vida o muerte por la paz.

La clave de la técnica es mantener manos, pies y caderas derechos y centrados. Si estas centrado, puedes moverte con libertad. El centro de tu cuerpo es el vientre; si tu mente también esta allí, tienes la victoria asegurada en toda acción.

Tu espíritu es el verdadero escudo.

El fracaso es la clave del éxito. Cada error nos enseña algo.

Desde tiempos antiguos, el valor y el conocimiento han sido los dos pilares del Sendero: a través de la virtud del entrenamiento, ilumina tu cuerpo y tu espíritu.

Lo Divino no desea estar encerrado en un edificio. Lo divino anhela el espacio abierto. Esta aquí, precisamente en este cuerpo. Cada uno de nosotros es un Universo en miniatura, un templo viviente.

Si tu corazón es amplio como para abarcar a tus adversario, puedes ver a través de ellos y evitar sus ataques. Una vez que los has abarcado, serás capaz de guiarlos por el camino que cielo y tierra te han señalado.

Hasta el mas poderoso de los seres humanos tiene una esfera de fuerza limitada. Sácalo de esa esfera y atráelo a la tuya; su fuerza se disipara.

Las técnicas emplean cuatro cualidades que reflejan la naturaleza de nuestro mundo. Según las circunstancias debes ser duro como el diamante, flexible como el sauce, de suave fluir como el agua, o tan vacío como el espacio.

El Arte de la Paz que yo practico tiene sitio para los ocho millones de dioses del mundo, y yo coopero con todos ellos. El Dios de la Paz es muy grande y conjuga todo lo que es divino e iluminado en la tierra.

El Arte de la Paz esta basado en cuatro grandes virtudes: valor, sabiduría, amor y amistad, simbolizadas por el Fuego, el Cielo, la Tierra y el Agua.

Domina las técnicas divinas del Arte de la Paz y no habrá enemigo que se atreva a desafiarte.

El propósito del entrenamiento es tensar lo flojo, fortalecer el cuerpo y pulir el espíritu.

En el momento en que un guerrero confronta al enemigo, todas las cosas caen bajo el foco de su mirada.

A izquierda y derecha, evita todos los cortes y paradas. Capta los pensamientos de tu oponente y disípalos.

El Arte de la Paz es una forma de plegaria que genera luz y calor. Olvida tu pequeño ser, libérate del apego a todo objeto, y emanaras luz y calor. La luz es sabiduría; el calor es compasión.

Los que han alcanzado la iluminación nunca cesan de trabajarse a si mismos. La comprensión de tales maestros no puede expresarse en palabras o en teorías. Las acciones mas perfectas son el eco de patrones que se encuentran en la naturaleza.

El Arte de la Paz es completar lo faltante.

El Arte de la Paz es la religión que no es una religión; totaliza y completa todas las religiones.

Jugar con una y otra técnica es de poca utilidad. Actúa con decisión y sin reservas.

Capta la esencia y avanza hacia la comprensión.

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