Aunque queda el consuelo de que a los verdaderos genios siempre le cicatrizan las heridas; y de que acaben por transformarse en personas capaces, y las nuevas generaciones los tomen como norma y ejemplo.
A nadie se le había ocurrido pensar que el colegio y la bárbara ambición de un padre y unos profesores habían llevado a tal situación a un ser tan frágil.
Siempre hay alguna de esas personas que pide a la vida algo más elevado y a quien no puede satisfacer la insulsez y rudeza del ambiente.
Puede que la muerte le hubiera impresionado y convencido por unos momentos de la futilidad de toda ambición.
La huella de oro había relampagueado, me había hecho recordar lo eterno, a Mozart, y a las estrellas.
Eres demasiado exigente y hambriento, el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más.
Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos.
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.
Los retoños crecen con fuerza y rapidez, pero siempre sin llegar a ser árbol.
He caminado tras muchos sueños, de los cuales ninguno se ha hecho realidad.
Yo tengo de ti la sospecha de que te tomas el amor demasiado en serio.
Mientras seguía sintiendo el fluir de la sangre en sus sienes.
La mayor parte de los hombres no quiere nadar antes de saber.
Aquella mirada llegaba al corazón de toda la humanidad.