Citas Escuchar
¿Como debes saber si deberías volver a intentarlo? Nadie puede responder a esta pregunta por ti; debes escuchar tu corazón.
No hay mas de cinco notas musicales, sin embargo, las combinaciones de estas cinco dan como resultado mas melodías de las que pueden escucharse.
Debes aprender a escuchar con el corazón. Recuerda, puedes persuadir a los demás con tus oídos, aprende hacerlo.
Escuchar (la primera competencia del liderazgo) no es una habilidad, es una disciplina. Todo lo que tienes que hacer es mantener la boca cerrada.
Estar en un cuerpo es escuchar el latido de la muerte en todo momento.
Escuchar y entender nuestros sufrimientos internos, resolverán la mayoría de problemas que encontramos.
Y estamos empezando a escuchar los gemidos de nuestro planeta torturado. Estamos en un punto en el que debemos darnos cuenta de que si queremos seguir llamo a este planeta nuestro hogar, tenemos que cambiar, no el planeta, sino nosotros mismos.
Solo tu puedes sentir tu excitación interna y escuchar tu voz interna – yo solo tengo la mía.
Todos los días deberíamos escuchar al menos una pequeña canción, leer un buen poema, ver una imagen exquisita, y, si es posible, hablar unas pocas palabras sensatas.
Si uno deja de escuchar a la vida, no hay aprendizaje. Se deja de aprender en el momento en que se discute con la vida. No escuchar, es discutir.
La pintura es poesía que puede verse, pero no escucharse.
Para saber hablar, es preciso saber escuchar. Cuando escuchamos dejamos de juzgar, y creamos un espacio de silencio de responsabilidad y consciencia.
Delicadeza, para, en vez de exigir atención e imponer nuestros criterios, escuchar de corazón lo que construye el dialogo, el enriquecimiento mutuo y los puntos de encuentros.
Sabía usted que Amadeus Mozart a los catorce años de edad transcribió Miserere de Allegro, completa y sin errores, luego de escucharla tan solo una vez.
¿Con que alimenta uno a la intuición para que este consistentemente nutrida y que responda a nuestras peticiones de escudriñar el ambiente? Uno la alimenta de vida —uno la alimenta de vida mediante escucharla.
Escuchar su voz interna y después actuar siguiendo sus sugerencias con absoluta confianza crean una vida mas graciosa, libre de esfuerzos, y milagrosa.
Tu verdad aumentara en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros.
A veces, la revelación divina solo significa adaptar tu cerebro para escuchar lo que tu corazón ya sabe.
La sociedad en la que vivimos pide a gritos un giro de 180 grados: dejar de centrar la atención en lo que sucede fuera y empezar a escuchar lo que nos pasa adentro.
El silencio debe ser apreciado, pues con el podemos escuchar nuestra voz interior y nuestros pensamientos.
Deja que tu corazón te guie… te habla en susurros, debes escuchar con atención.
El ego debe ser capaz de escuchar atentamente y entregarse, sin ningún otro diseño o propósito, a ese impulso interno hacia el crecimiento.
Si retiramos los sentidos a un punto dentro de nosotros, conocido como el asiento del alma o conciencia, situado entre y detrás de las dos cejas, nuestra atención se enfocara allí. Ahí podremos ver la luz y escuchar el sonido interior.
Buda había dicho: Cada uno de nosotros es un Dios. Cada uno de nosotros lo sabe todo. Solo necesitamos abrir nuestras mentes para escuchar nuestra propia sabiduría.
Uno no ve pollos andando por ahí con una pandilla de drogadictos, ¿los han visto?, no, uno nunca ha visto a un pollo amarrar a una silla a un tipo y conectarle las pelotas a la batería de un coche, ¿o si? cuando fue la ultima vez que escucharon a un gallo.
El arte de escuchar es sensibilidad libre de anticipación al logro o consecución.
Debido a que yo soy yo, me resulta muy difícil juzgar que tan fascinante podría ser escuchar durante dos horas mi tono nasal y con acento tan marcado para alguien que no fuese yo.
Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones.
La vida no tendría ningún sentido si se conociera el futuro, Es aburrido escuchar un chiste que ya conoces e irritante que te cuenten el final de la película. Uno solo puede calcular posibilidades.
Prometo ser breve —aunque desde que el tiempo es elástico, me temo que van a escucharme por unos 180 muy largos segundos.
Dentro de ti siempre ha habitado la verdad, la respuesta correcta, solo necesitas hacer silencio y escuchar.
Cualquier palabra debe ser elegida con cuidado por las personas que la escucharan y serán influidas para bien o para mal.
Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar.
Nos dice Irene Orce experta en corachín que el arte de saber escuchar es cuando creamos un espacio de silencio interior escuchando desde la consciencia.
Se pidió al pastor Joel Wright que hiciera reflexión de apertura al senado de Kansas. Esperaban oración ordinaria, pero no es lo que ellos escucharon.
Que triste es escuchar a alguien que no se escucha a si mismo.
Culto no es aquel que lee mas libros. Culto es aquel que es capaz de escuchar al otro.
Escuchar con el corazón… Es escuchar con el tercer oído, es escuchar activamente, es involucrarse en el ahora y la otra persona lo sabe.
La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio.
A veces las personas no quieren escuchar la verdad porque no quieren destruir sus ilusiones.
Podemos hacerlo acallando la mente y creyendo que podemos escuchar al Espíritu.
No se trata de callar la mente para no escuchar nada, sino de centrar la atención voluntariamente y conocer y aceptar lo que pensamos y sentimos.
Los ministros no deben orar tan fuerte y largo, como para agotar la fuerza. No es necesario que cansados de la garganta y los pulmones en la oración. El oído de Dios esta siempre abierto a escuchar la sincera petición de sus humildes servidores.
Para poder escuchar verdaderamente a los demás es imprescindible empezar por escucharnos a nosotros mismos.
La intuición no te dice lo que quieres escuchar; te dice lo que necesitas escuchar.
Atraído por los sones de la música, la cervatillo se acerca; arriesga la vida para escucharlos; pero el temor no la hace retroceder.
Deja que tus oídos escuchen sin tratar de escuchar. Deja que la mente piense sin tratar de pensar y sin tratar de detenerlo. Eso es practico.
Desahogarte: no todas las personas quieren escuchar nuestros problemas, busca a personas de confianza que te comprendan, aprecien y sobre todo te ayuden a buscar soluciones.