La iluminación espiritual

Frases Diogenes De Sinope

Citas Diogenes De Sinope


Cuando somos jóvenes no ha llegado el tiempo adecuado de casarnos todavía, y cuando somos viejos ha pasado ya.

En la vida es necesario proveerse de razón o de un ronzal.

La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir.

Muévete hacia la derecha, me estas tapando el sol. Eso es todo lo que necesito.

Otros perros solo muerden a sus enemigos, mientras que yo también muerdo a mis amigos con el fin de salvarlos.

Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar.

Preguntaron a Tales que era mas difícil al hombre y contesto: conocerse a si mismo.

Debemos tener buenos amigos que nos enseñen lo bueno; y perversos y crueles enemigos que nos impidan obrar mal.

El único medio para que el hombre conserve su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella.

Los malvados obedecen a sus pasiones, como los esclavos a sus dueños.

Los grandes son como el fuego, al que conviene no acercarse mucho ni alejarse de el.

Callando es como se aprende a oír, escuchando es como se aprende a hablar; después, hablando, se aprende a callar.

Estas loco. Yo estoy descansando ahora. No conquiste el mundo y no veo la necesidad de hacerlo.

Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos mas y hablemos menos.

Prefiero no tener mas que sal para lamer en Atenas, a cenar como un príncipe en la mesa de Cratera.

El único bien es el conocimiento, y el único mal la ignorancia.

¿Por que no castigar al maestro cuando el alumno se comporta mal?

El fundamento de cada estado es la educación de sus jóvenes.

Es preferible consolarse que ahorcarse.

Vivir no es un mal, sino mal vivir.

Todo se consigue con el trabajo, hasta la virtud.

En la casa de un hombre rico no hay mas lugar para escupir que su cara.

Yo lo que se hacer es mandar. Comprueba si alguien quiere comprar un amo.

El elogio en boca propia desagrada a cualquiera.

Probablemente los asno se rían de ti, pero no te importa. Así, a mi no me importa que los demás se rían de mi.

La sabiduría sirve de freno a la juventud, de consuelo a los viejos, de riqueza a los pobres y de adorno a los ricos.

¿De que sirve un filosofo que no hiere los sentimientos de nadie?

Ojala que todos los arboles trajesen este fruto.

Todo el mundo se muere en medio del camino, en medio del viaje.

Busco un hombre honesto.

Las mordeduras mas peligrosas son las del calumniador entre los salvajes y las del adulador entre los animales domésticos.

Mira bien quien es tu enemigo, porque si por tal le tienes y no lo es, puede ser tu enemigo mayor.

El movimiento se demuestra andando.

Las mejores cosas se venden por muy poco precio y al contrario.

Es preferible la compañía de los cuervos a la de los aduladores, pues aquellos devoran a los muertos y estos a los vivos.

Cuando llegue a Atenas, quise ser discípulo de Antístenes, pero fui rechazado.

Un pensamiento original vale mil citas insignificantes.

La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.

Cuando estoy entre locos, me hago el loco.

Animo. Este es el color de la virtud.

Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas.

Durante meses he visto pasar ejércitos ¿A donde van, y para que?

No hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir.

El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.

Ojala, frotándome el vientre, el hambre se extinguiera de una manera tan dócil.

No es la jaula ajustada a la fiera.

Las gentes dan limosna a los pobres y no a los filósofos porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos.

Gente mucha, personas pocas.

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