La iluminación espiritual

Frases Compasión

Citas Compasión


Usted puede llamar a Dios amor, puede llamar Dios a Dios. Pero el mejor nombre para Dios es la compasión.

Los desastres naturales como los terremotos, avalanchas e inundaciones causan un dolor y sufrimiento terrible e innegable; pero a la vez se pueden convertir en extraordinarios despliegues de compasión y espíritu de comunidad.

Sri Mi puso sus manos sobre el corazón de la mujer y dijo con gran compasión: No, no te agobiaras otra vez si piensas en Dios y repites Su Santo Nombre constantemente.

Del mismo modo que el sol disipa las nubes, podemos cultivar la compasión que elimina todas las impurezas de nuestra mente.

La amistad, la compasión y la alegría clarifican y tranquilizan la mente. Deben practicarse tanto en la felicidad como en la desgracia, tanto con quienes nos ayudan como con aquellos que nos perjudican.

La compasión y la bondad hacia uno mismo están intrínsecamente entrelazados en la practica del Mindfulness. Se podría pensar en la atención tan sabio y afectuoso atención.

Mientras crecemos en nuestra conciencia, habrá mas compasión y mas amor, y entonces las barreras entre gente, entre religiones, entre naciones comenzaran a caer. Si, tenemos que vencer la separación.

Objetivamente hablando, la compasión por los demás puede estar asociada con la acción de neuronas espejo en el cerebro.

El camino espiritual no es otra cosa que reconocer quienes somos y vivirnos conectados a ello. A esto las tradiciones espirituales lo han llamado despertar, un estado de consciencia que se caracteriza por la sabiduría (comprensión) y la compasión.

La fragancia de la compasión nunca esta corrompida por ninguna motivación. La flor es limitada, pero su fragancia no.

El deseo tiene una motivación, tiene una meta. La compasión no tiene motivos, nunca tiene metas, es energía rebosante.

La compasión universal a los seres sintientes, es el potencial que poseemos para convertirnos en un ser iluminado. Aprovechemos esta gran oportunidad.

El odio no tiene lugar en la casa de Dios. Nadie debe ser excluido de nuestro amor, nuestra compasión.

El budismo tibetano reconoce que para alcanzar la iluminación se necesitan ambos aspectos, el femenino y el masculino; es decir, sabiduría y compasión, a los cuales nos referimos en algunas ocasiones como sabiduría y método.

No hay cosa tan refractaria a la compasión como el ver a un desgraciado a quien la adversidad no ha podido mejorar en algo y que no ha aprendido nada de las lecciones del infortunio, maestro supremo de la vida.

El conocimiento favorece la emergencia del Yo Soy. La entrega a la Divinidad potencia la unidad en el Yo Soy. La acción desapropiada hace vivir en conexión con el Yo Soy. La compasión se muestra como expresión del Yo Soy.

La compasión hacia los demás comienza con la bondad hacia nosotros mismos.

Una persona religiosa es una que pone las experiencias religiosas en el centro de su existencia. La sabiduría no es suficiente: hace falta la compasión también.

Que mientras tuviera el mas mínimo concepto que el camino es el único objetivo y que la compasión es secundaria, o mantener el concepto que la Renunciación personal es el camino, no sigue a un Maestro supremo.

Lo que a menudo se llama generosidad es, de hecho, evidencia de un sentimiento mas profundo de compasión.

Cuando uno tiene amor por Dios, uno no siente ninguna atracción física a la esposa, hijos, parientes y amigos. Se conserva solo la compasión por ellos.

La atención es sobre el amor y la vida amorosa. Cuando cultiven el amor, le da claridad y compasión por la vida y sus acciones sucederán de acuerdo con eso.

No hay cosa tan contraria al sentimiento de compasión como ver a un desventurado a quien no han aprovechado ni enseñado las lecciones de la desgracia, maestra suma de la vida.

Estas cosas van a destruir la raza humana: política sin principios, progreso sin compasión, riqueza sin trabajo, aprendizaje sin silencio, religión sin temeridad y culto sin conciencia.

El mal existe pero, las fuerzas del amor, la compasión y la bondad son poderosas.

La fuerza divina, la enormidad de esa energía es indescriptible. Es exquisita mas allá de las palabras. El amor y la compasión, no hay modo de comprender la cantidad de amor allí.

Es necesario además tener amor y compasión, una empatía genuina por los demás y meditar.

Que nuestros corazones se llenen de nuestra propia compasión, a través de nosotros.

La compasión es la clave en el Islam y el budismo y el judaísmo y el cristianismo. Ellos son profundamente similares.

La mente del principiante es la mente de la compasión. Cuando nuestra mente es compasiva, es ilimitada.

Cuando en el budismo hablamos de la Iluminación, nos referimos a este estado de Conocimiento Superior, Amor, Compasión y Energía.

Es a través de la debilidad y la vulnerabilidad que la mayoría de nosotros se aprende empatía y compasión y descubrimos nuestra alma.

Si la ira es el mayor problema, entonces realmente deberíamos obligarnos una y otra vez a desearles a todos los seres todo lo bueno y desarrollar la compasión.

El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos, la humanidad no puede sobrevivir.

La compasión es la base de la moralidad.

El amor es sagrado. La belleza es sagrada. Las flores son sagradas. Los pájaros son sagrados. Y la sacralidad trae el perfume del amor y la compasión.

Sabía usted que los condenados que eligieron el camino contrario de sabiduría y compasión de Dios, sufrirán la confusión y deshonra pública que merece su obstinación.

La compasión por los animales esta íntimamente ligada con la bondad de carácter, y con seguridad afirmo que, quien es cruel con los animales, no puede ser un buen hombre.

Sabía usted que recordando que los tres componentes centrales de la espiritualidad son la sabiduría, compasión y amor.

La persona espiritual siente compasión incluso por aquellos que están llenos de ira. Y de esa compasión sale una respuesta: puedo ayudar y ayudo.

Cuando tu miedo toca el dolor del otro, se convierte en lastima; cuando tu amor toca el dolor del otro, se convierte en compasión.

Se puede llamar a Dios amor, se puede llamar a Dios bondad. Pero el mejor nombre para Dios es compasión.

El Buda enseño que las buenas intenciones purificaban la mente y alistaban la mente para la meditación. Esta es la raíz simplemente de la compasión.

Las flores de los campos son las hijas del cariño del Sol y del amor de la naturaleza. Y los hijos de los hombres son flores del amor y de la compasión.

La presencia de la verdad puede hacernos sentir desnudos, pero la compasión se lleva lejos toda nuestra vergüenza.

Pasión absoluta hacia lo Divino. Compasión hacia toda la vida. Desapasionamiento hacia ti mismo.

Si sentimos amor y compasión en nuestros corazones, entonces serviremos, de manera plena, a todos aquellos que sufren por la falta de comida, ropa o cobijo.

La luz llenando el espacio, es la compasión disipando la oscuridad de la ignorancia.

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