La iluminación espiritual

Frases Alejandro Dumas

Citas Alejandro Dumas


Para todos los males, hay dos remedios: el tiempo y el silencio.

Como regla general… las personas piden consejo solo para no seguirlo; o si lo siguen, para tener a alguien a quien culpar por haberlo dado.

Buscad la mujer. Cherches la feme.

El amor es física, el matrimonio, química.

El mayor delito es el suicidio, porque es el único que no da lugar al arrepentimiento.

En los negocios no existen los amigos: no hay mas que clientes.

El amor inspira las mas grandes hazañas e impide realizarlas.

La vida es fascinante: solo hay que mirarla a través de las gafas correctas.

Salvar a un hombre y por lo tanto evitar la agonía de un padre y los sentimientos de una madre, no es hacer un acto noble, no es mas que un acto de humanidad.

El alma crea sus propios horizontes; tu alma esta oscura, por eso ves un cielo tan nublado.

Estoy seguro de que eres muy amable, pero serias mucho mejor si te fueras.

Los amigos que hemos perdido no descansan bajo tierra… están enterrados en lo profundo de nuestros corazones. Así se ha ordenado que siempre nos acompañen.

Las mujeres nunca son tan fuertes como después de su derrota.

El odio es ciego; la ira te arrastra; y el que derrama venganza corre el riesgo de saborear una corriente amarga.

No hay amistad que se preocupe por un secreto escuchado.

Cuando un hombre decide vengarse, primero debe arrancar el corazón de su pecho.

Dios ha querido que la mirada del hombre fuese la única cosa que no se puede ocultar.

Sobre que delgados hilos cuelgan la vida y la fortuna.

Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico.

Que los elefantes sean tan inteligentes y los hombres tan bestias debe ser debido a una cuestión de educación.

Lo mas curioso que hay en la vida es el espectáculo de la muerte.

Lo que mas he amado después de ti, soy yo mismo: es decir, mi dignidad y esa fuerza que me hicieron superior a otros hombres. Esa Fortaleza era mi vida. Lo has roto con una palabra, así que debo morir.

La debilidad de nuestra naturaleza siempre es creernos mucho mas infelices que aquellos que gimen a nuestro lado.

El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir.

Por bien que se hable, cuando se habla demasiado, siempre se acaban diciendo tonterías.

Una persona que duda de si misma es como un hombre que se alista en las filas de sus enemigos y blande sus armas contra si mismo. Hace de su fracaso una certeza porque el mismo es la primera persona en estar convencida de ello.

Una persona que duda de si misma es como un hombre que se alista en las filas de sus enemigos y blande sus armas contra si mismo.

El verdadero amor siempre mejora a un hombre, sin importar que mujer lo inspire.

Prefiero a los malvados en lugar de a los necios. Los malvados a veces se toman un descanso.

La filosofía no se puede enseñar; es la aplicación de las ciencias a la verdad.

Una mente debilitada siempre ve todo a través de un velo negro.

No hay felicidad ni miseria en el mundo; solo hay una comparación de un estado con otro, nada mas. Aquel que ha sentido el dolor mas profundo es el que mejor puede experimentar la felicidad suprema.

Porque hay dos tipos distintos de ideas: las que proceden de la cabeza y las que emanan del corazón.

La mujer es sagrada; la mujer que uno ama es santa.

Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo mas que un punto y abarca leguas.

¿Como escape? Con dificultad. ¿Como planee este momento? Con placer.

Todas las generalizaciones son peligrosas, incluso esta.

Nada consigue tantos triunfos como el éxito.

Si desea descubrir a la persona culpable, primero descubra a quien le puede ser útil el crimen.

El merito de todas las cosas radica en su dificultad.

¿No sabes que eres mi sol de día y mi estrella de noche? Por mi fe. Estaba en la mas profunda oscuridad hasta que apareciste e iluminaste todo.

Soy un conde, no un santo.

Hay dos formas de ver: con el cuerpo y con el alma. La vista del cuerpo a veces puede olvidar, pero el alma recuerda para siempre.

El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo.

Tan rápido es el vuelo de los sueños sobre las alas de la imaginación.

Se feliz, noble corazón, bendito por todo lo bueno que has hecho y harás en el mas allá, y deja que mi gratitud permanezca en la oscuridad como tus buenas obras.

Somos hombres, y después de todo, es asunto nuestro arriesgar nuestras vidas.

Es necesario haber deseado la muerte para saber cuan bueno es vivir.

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