El Exin, identidad y estado de observación - Observador
Ser testigo de la cognición en forma de Exín, lleva a un estado de concentración e identidad interior; observación de la información sujeto y objetos.
SESHA
LA IDENTIDAD EXÍN
El Exín actúa sin sentirse actor, y no se liga a la acción que realiza.
EL ESTADO DE OBSERVACIÓN INTERIOR
El Exín, como identidad del estado de Observación interior.
El estado de observación interior emerge cuando la mente reconoce, mientras permanece en vigilia, contenidos internos que están aconteciendo en forma de Particularidades; es decir, el Sujeto se distancia y se diferencia de los Objetos que conoce en su interior. Mientras el estado de Observación prevalece, los recuerdos no fluyen y el perceptor forma momentáneamente parte del Presente sin crear lazos de causalidad (Karma). Los eventos experimentados dentro son reconocidos por el Exín, identidad asociada al estado de Observación. El único contenido interior existente y válido que está sucediéndose es ser testigo de la cognición en forma de Exín.
Todo contenido interior percibido a la distancia por el Exín forma parte del mundo de la Observación. La Observación interior aumenta a medida que los contenidos a la distancia se unifican, mientras el Exín es en cada momento más firme y estable.
Los contenidos internos aparecen fluyendo momentáneamente en un ambiente temporal asociado al Presente en forma de aquí y ahora. No se evidencia causalidad (Karma) mientras existe apreciación de Presente, debido a que el Exín que allí evidencia no posee sentido de yoidad. El Exín actúa sin sentirse actor, y no se liga a la acción que realiza. El Exín no se reconoce a sí mismo actuando, y no existe en él sentido de fruto por la acción. El Exín no se reconoce como un devenir histórico, sino como una masa de cognición que Sabe en el mundo interno. Toda decisión intelectiva emerge espontáneamente, sin ser teñida por ningún tipo de yoidad. Cualquier contenido mental que aparece es reconocido a la distancia del perceptor.
El Exín, único contenido interno en forma de perceptor, adopta distancia Particularizando la percepción. No interactúa unificándose con los pensamientos. Los pensamientos se experimentan a la distancia como Objetos completamente diferentes de quien los conoce. El Exín Particulariza la cognición, y de esta manera puede permanecer momentáneamente en el Presente.
Cuando el Exín pierde su capacidad Particularizante, y Totaliza la cognición estando dentro, salta a otro estado de conciencia, ya sea el de Pensamiento o el de Sueño.
Todos los contenidos forman parte del universo situado dentro. El universo externo vigílico no se percibe. Los órganos sensorios están desconectados momentáneamente mientras el estado aparece activo. El estado de Observación se experimenta como real por el Exín gracias al velo de ilusoriedad proyectado por el limitante Interpretativo. Aunque el Exín no se reconoce a sí mismo con nombre o forma, se aprecia diferente de lo conocido.
EL ESTADO DE OBSERVACIÓN EXTERIOR
El Exín, como identidad del estado de Observación externa.
El estado de Observación externa se aprecia como real por el Exín gracias al velo de ilusoriedad proyectado por el limitante Interpretativo. Aunque el Exín no se reconoce a sí mismo con nombre ni forma, se aprecia diferente de lo conocido.
A medida que el estado se profundiza, es más fácil notar como cada Objeto externo se fusiona en el siguiente, y éste en el siguiente, y así sucesivamente hasta convertirse el campo de cognición en una masa única cuyo perceptor se diluye en lo percibido.
Cuando el Exín, mediante la correcta práctica exterior, permanece reconociendo exclusivamente los Objetos externos, se diluye en el nuevo estado de conciencia denominado Concentración. Allí, el Exín, como identidad del estado de Observación externa, da paso a la nueva identidad de Sujeto–Objeto simultánea y no diferenciada, base de la cognición en la Concentración.
El resultado es la ausencia de yoidad y causalidad (Karma) mientras permanece el estado de Observación. El mundo interior no se percibe, pues la frontera escogida como campo de cognición es el mundo externo con todos sus diferentes atributos. El sentido de pertenencia y el gusto por el resultado de la acción no existen mientras el estado se experimenta en el Presente. El único contenido estable que perdura en el estado es la homogeneidad del mundo externo, sin que exista en él presencia de yoidad en la cognición.
Suele ser un estado momentáneo, razón por la cual cuesta diferenciar los estados de Pensamiento y Observación.
EL ESTADO DE CONCENTRACIÓN
En la Concentración no hay nexo causal entre conocedor y conocido.
Cuando se permanece firme en la estabilidad de la información interna o externa que acontece en Observación, la cognición misma y la información percibida generan un salto hacia la simultaneidad objeto-sujeto; a dicha condición cognitiva simultánea se le denomina estado de Concentración. Cuando en el mundo interior la atención se sitúa en el estado de Observación, los pensamientos, los sentimientos, las emociones, y en general todos objetos mentales desaparecen.
Si la atención se centra continuamente en el agente que atestigua la ausencia de pensamientos, y no en el vacío de pensamientos, entonces el sujeto de percepción (Exín) se convierte en objeto de cognición de sí mismo (Saxim). De igual manera, cuando la atención se fija en el estado de Observación externo, esto es, en la continuidad de objetos detectados sensoriamente que conforman la percepción externa, el sentido de sujeto desaparece.
Cuando la atención perdura en dicho estado, madura una nueva forma de cognición en la que los objetos conocidos se reconocen simultáneos como sujetos de cognición de sí mismos. A dicha condición de simultaneidad sujeto-objeto que nace se le denomina estado de Concentración externa. La Concentración es un estado No-dual, a diferencia de los estados previos que son duales.
En la Concentración no hay nexo causal entre conocedor y conocido, razón por la cual no se advierte karma.
LA INFORMACIÓN EN LA CONCENTRACIÓN
La información que se experimenta en la Concentración no goza de los límites de color.
Los terrenos de la Concentración son difíciles de definir puesto que la mente racional funciona relacionando y comparando información que entre sí es diferente. La información que se experimenta en la Concentración no goza de los límites de color, forma, placer, disgusto, miedo u otros que sí se pueden detectar racionalmente.
La información, en la cognición No-dual, no está totalmente separada de quien la conoce ni es totalmente diferente de las restantes conocidas. Es como poner dos tintas diferentes y mezclarlas en un vaso de agua; asumen un nuevo color y a la vez es posible conseguir nuevamente los tintes iniciales. Es decir, son colores independientes pero a la vez son uno solo. Dicha simultaneidad que opera con los tintes ocurre en la Concentración entre conocedor y conocido.
A esta relación de simultaneidad entre conocedor y conocido suele llamársela No-dualidad. La No-dualidad es una forma de cognición simultánea entre todos los elementos que hacen parte de un campo de cognición. Un campo cognitivo tiene básicamente dos elementos que lo componen: sujeto y objetos. Cuando todas las diversas fracciones de un campo son reconocidas de forma simultánea, entonces llamamos No-dualidad a dicha cognición.