LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
CUENTO ZEN DE HOY
El cuento zen funciona como una espada que corta el nudo de la mente. ¡Disfrútalos!
Seguramente recordaran la historia, cuando el diablo y un amigo caminaban por una calle y vieron frente a ellos como un hombre se detenia y recogia algo del suelo, lo miro y lo guardo en su bolsillo.
El amigo le pregunto al diablo:
¿Que recogio ese hombre?
Recogio un trozo de la Verdad, le contesto el diablo.
Eso es entonces mal negocio para ti, dijo su amigo.
Oh, no, en absoluto, replico el diablo, voy a dejar que la convierta en religion.
MORALEJA
La verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningun camino, no puede organizarse; ni puede formarse organizacion alguna para conducir o forzar a la gente a seguir un sendero particular. Si desde el principio entienden eso, entonces veran lo imposible que es organizar una creencia.
Una creencia es un asunto puramente individual, y no pueden ni deben organizarla. Si lo hacen, se convertira en algo muerto, cristalizado, en un credo, en una secta, en una religion que debe imponerse a los demas. Ninguna organizacion puede conducir al hombre a la espiritualidad.
Las organizaciones no pueden hacernos libres. Ningun hombre desde fuera puede hacernos libres; ningun culto organizado ni el propio sacrificio para una causa puede hacernos libres; ni formar parte de una organizacion o dedicarse a un trabajo puede hacerles libres.
La verdad sin manipulacion y sin ser organizada nos hara libres.
La verdad libera, y nada mas. Todo lo demas crea una atadura, una carga. Y la verdad no se puede encontrar mediante el esfuerzo intelectual, porque la verdad no es una teoria, es una experiencia. Para conocerla tienes que vivirla, y en eso es donde millones de personas yerran. Piensan que si pueden aferrarse a una creencia, les ayudara a encontrar la verdad. Poco a poco se asientan en la creencia, y la creencia no es la verdad. Es una teoria sobre la verdad: como si alguien se contentase solo con palabras, escrituras, doctrinas, dogmas; como si un ciego empieza a creer que la luz existe, o alguien hambriento lee un libro de cocina, y cree en esto o en aquello, pero sigue hambriento. Esa no es la forma de satisfacer el hambre.
La verdad es un alimento. Hay que digerirlo, asimilarlo; hay que permitir que circule por la propia sangre, que lata en el propio corazon. La verdad tiene que ser asimilada en tu unidad organica. La creencia nunca se asimila, sigue siendo siempre un fenomeno sin relacionar.
Un hombre con confianza verdadera no tiene creencias, sencillamente confia, porque ha llegado a saber lo bella que es la vida. Y ha llegado a saber lo eterna que es la vida. Ha llegado a saber que dentro de si mismo esta el reino de Dios.
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MUCHAS GRACIAS
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