La ratoncita poderosa

Cuento zen con moraleja

El poder está en ti, tú puedes lograr todo con la esencia interna. Es el secreto del poder de tu interior para triunfar, un acto creador por excelencia.

Imagen del cuento: La ratoncita poderosa

Cuento zen sobre la esencia del ser

Una lechuza después de sanar una ratoncita con su magia, decidió otorgarle un regalo adicional: La transformó en una deslumbrante joven. Admirado por su obra, el mago le ofreció buscarle esposo.

La joven, con astucia, pidió casarse con el ser más poderoso del mundo.

¿El ser más poderoso, dices? Entonces tendría que ser el sol. No creo que haya nadie más poderoso que él, sugirió el mago.

Sin embargo, al solicitarle al sol que se casara con la joven, el astro rey respondió:

No soy el más poderoso. De hecho, una simple nube puede cubrirme por completo, confesó humildemente.

¡La nube! De acuerdo, se lo pediré a ella, decidió el mago.

Pero la nube, sorprendida, replicó:

Estás equivocado, mago. Yo no soy el ser más poderoso. El viento es capaz de arrastrarme donde quiera, reveló con modestia.

Determinado, el mago buscó al viento, ansioso por encontrar un esposo adecuado para su protegida. Sin embargo, el viento también se negó:

No es que no desee casarme con la joven, pero yo no soy el más poderoso. La montaña es capaz de detenerme, expresó con sinceridad.

Finalmente, el mago se acercó a la montaña, esperanzado en encontrar al ser supremo que aceptaría la mano de la joven. Pero la montaña lo sorprendió con una verdad inesperada:

No creas que yo soy el más poderoso, amigo. ¿Ves ese pequeño ratón que ha cavado una madriguera en mi roca? Él es más poderoso que yo, pues sin pedirme permiso, creó en mí su hogar, admitió con cierto recato.

Con esta revelación, el mago regresó a la joven y compartió la sabiduría de la montaña. Con humildad, la joven aceptó volver a su forma de ratoncita y se casó con el ratón de la montaña, encontrando la felicidad en la sencillez y la sinceridad de su nuevo hogar y recordando que, sin importar cuánto intentemos cambiar, nuestra esencia siempre nos define.

MORALEJA

En la búsqueda del poder, descubrimos que la verdadera fuerza reside en nuestra esencia más profunda. El poder es una cualidad que pertenece a la esencia y no a la personalidad. La personalidad es lo que haces, es una relación con los otros. La esencia es lo que se te ha dado, es un regalo de Dios.

En lo concerniente al ser, la esencia del ser es un nuevo universo de eternidad, de inmortalidad, de todo lo que puedas imaginar cómo felicidad, bendición; La meditación es la espiritualidad esencial, la única espiritualidad. No se necesita nada más y es ahí donde radica su fuerza. Todo lo demás son rituales no esenciales.

La meditación es justamente la esencia, la mismísima esencia. No puedes restarle nada. Y te proporciona ambos mundos. Te da el otro mundo —el divino, el mundo de la divinidad— y también te da este mundo. Entonces no eres débil. Tienes la fuerza interior, pero no la que proporciona el ego.

El poder está en ti, tú puedes lograr todo con la fuerza interna. Es el secreto del poder de tu interior para triunfar, un acto creador por excelencia.