La iluminación espiritual

Las llaves perdidas

Cuento Zen (210)

Me gustaría que imaginaras el siguiente escenario: estás en tu casa, tienes las llaves del auto en tu mano, las luces se apagan por una falla eléctrica. No puedes ver nada. Te tropiezas en la sala y se te caen las llaves.

Luego miras a tu alrededor por un momento y te das cuenta de que nunca las encontrarás en la oscuridad, pero miras afuera y notas que las luces de la calle están encendidas, así que tienes una idea:

«No me voy a quedar aquí en la oscuridad buscando las llaves a tientas cuando hay luz afuera. Voy a salir bajo la farola y voy a buscar mis llaves».

Buscas tus llaves y tu vecino viene y pregunta ¿Qué pasó?

Respondes: Pues, se me cayeron las llaves.

El vecino: Bueno, yo te ayudo a buscarlas.

Y ahora están los dos afuera buscando las llaves hasta el cansancio.

Finalmente el vecino dice: Disculpa, pero ¿dónde dejaste caer tus llaves?

Respondes: Se me cayeron en la casa.

Él dice: ¿Quieres decirme que dejaste caer tus llaves en la casa y las estás buscando aquí afuera bajo la farola? No tiene ningún sentido.

Respondes: Bueno, no tiene ningún sentido andar a tientas en la oscuridad cuando hay luz aquí afuera.

MORALEJA

Puede que suene gracioso y que pienses en lo tonto que es ese escenario, pero ¿no es eso exactamente lo que hacemos cuando tenemos un problema o una dificultad adentro y estamos buscando la solución en algún lugar afuera de nosotros?

Es como ir al médico y contarle todos tus síntomas, y que el médico diga: Vaya, tienes muchos síntomas, y que luego empiece a prescribir un medicamento para cada síntoma por separado, y que al final tenga como cuatro o cinco prescripciones y tú se las pidas y que el médico te diga: No, no, le voy a dar una a tu suegra, otra a tu vecino, otra a tu hija y otra a tu padre.

Es decir, tú eres el que tiene los problemas y las dificultades. Y si esperas que alguien más cambie o que algo fuera de ti mejore para que tú puedas hacer que tu vida funcione, entonces tienes que evaluar seriamente tu perspectiva.

Recuerda: Lo que debes cambiar está dentro de ti.

Albert Einstein una vez observó que la decisión más fundamental y más importante que tienes que tomar en tu vida es esta: ¿vivo en un universo amistoso u hostil?

¿Cuál de los dos? ¿Es un universo que está lleno de hostilidad e ira, donde la gente quiere odiarse y matarse unos a otros? ¿Eso es lo que ves? Porque cuando ves el mundo de esa manera, eso es exactamente lo que crearás para ti mismo en tu vida.

Esto viene de una gran mente científica. Y lo interesante es que no se trata solo de un juego de palabras inteligente, que cuando cambias la manera en que ves las cosas, las cosas que ves cambian.