LAS CRITICAS (CUENTO)

CUENTO ZEN (152)

Una vez, Nasrudin y su hijo emprendieron un viaje. Nasrudin prefirió que su hijo viajara montado en el burro y él ir caminando. En el camino encontraron una gente que dijo:

¡Miren a ese niño joven y fuerte! Así es la juventud de hoy en día. No tiene respeto por los mayores. ¡El va montado sobre el burro y hace caminar a su pobre padre!

Cuando esas personas quedaron atrás, el niño se sintió muy avergonzado e insistió en caminar, y que su padre fuera montado sobre el burro. Poco más tarde, se cruzaron con otras personas quienes dijeron:

¡Miren eso! Ese pobre niño tiene que caminar mientras que su padre monta sobre el burro.

Cuando hubieron pasado a estas personas, Nasrudin dijo a su hijo:

Creo que lo mejor será que los dos caminemos. Así nadie se quejará.

Continuaron su viaje, ambos caminando. Poco más tarde se encontraron con otros, quienes dijeron:

¡Miren esos tontos! ¡Ambos caminan bajo este sol ardiente y ninguno de ellos monta sobre el burro!

Ante esto, Nasrudin se volvió hacia su hijo, y dijo:

Esto demuestra lo difícil que es escapar a las críticas de los hombres.

MORALEJA

Las moralejas de la historia es no vivir para que te aprueben los demás. El verdadero tú está aquí para descubrir el secreto de la vida, no para satisfacer la opinión de otra persona.

La necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: Lo que tú piensas de mi es más importante que la opinión que tengo de mi mismo.

Por lo anterior, no te prevengas para las criticas, así ya no podrán manipularte porque no habrá un sitio donde las críticas puedan adherirse. Eso es libertad.

Las críticas se expresan como ataques personales y no como quejas que puedan dar lugar a un cambio porque los juicios y las críticas reflejan más a aquellos que los emiten que aquellos que los reciben.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.