La voz que llena la sala
Cuento zen con moraleja
El amor verdadero sin lugar a dudas es lo desconocido que sustenta la infinitud. El amor está por encima de expresiones como él o ella, persona o cosa.
Cuento zen sobre el amor verdadero
En pleno concierto:
¡Vaya un cantante! Su voz llenaba la sala. Es cierto y digo con sarcasmo, varios de nosotros vamos a tener que abandonar la sala para dejarle sitio.
¡Tranquilos! Dice el organizador... Pueden ustedes conservar sus asientos, señoras y señores; la voz del cantante llenará la sala, pero no ocupará ningún espacio.
MORALEJA
¿Qué significa amar?
No se ama del mismo modo que se ama a las personas a las que uno puede ver, oír y tocar. Porque el amor no es una persona en el sentido en que nosotros usamos esta palabra. El amor es lo desconocido que sustenta la infinitud. El amor está por encima de expresiones tales como él o ella, persona o cosa.
Cuando decimos que la audiencia llena la sala y que la voz del cantante llena también la sala, estamos empleando la misma palabra para referirnos a dos realidades totalmente diferentes. Cuando decimos que amamos con todo nuestro corazón y que amamos al amigo con todo nuestro corazón, estamos también empleando las mismas palabras para expresar dos realidades totalmente diferentes. Porque la voz del cantante en realidad no llena la sala. Y no podemos realmente amar en el sentido corriente de la palabra.
Amar con todo el corazón significa decir un «Sí» incondicional a la vida y a todo lo que la vida trae consigo. Aceptar sin reservas todo lo que la existencia ha dispuesto con relación a la propia vida. Tener la actitud que tenía Jesús cuando dijo: «No se haga mi voluntad, sino la tuya». Amar con todo el corazón significa hacer propias las célebres palabras de Dag Hammarskjold:
Por todo lo que ha sido, GRACIAS. A todo lo que ha de ser, Sí.
La voz del cantante inunda la sala y sigue en posesión de la misma, prescindiendo de lo atestada de gente que la sala pueda estar. La presencia de mayor número de gente no es para ella ningún obstáculo. La única amenaza podría venir de una voz rival que pretendiera ahogarla. El Amor conserva un dominio indiscutible sobre tu corazón, prescindiendo del número de personas que quepan en él. Tampoco es obstáculo para el amor la presencia de dichas personas. La única amenaza podría venir de un intento, por parte de esas personas, de desvirtuar el «Sí» incondicional que tú pronuncias a todos los planes que el AMOR pueda tener acerca de tu vida.