LA ESENCIA DE LA ILUMINACIÓN (CUENTO)

CUENTO ZEN (228)

Un maestro zen fue abordado por un discípulo, que le hizo una pregunta sobre la esencia de la iluminación espiritual, esperando oír, probablemente, una alentadora exposición de sutil filosofía budista, o tal vez algo maravilloso o misterioso. No consiguió nada de eso.

El maestro zen sencillamente le dijo lo siguiente: Cuando tengo hambre como, cuando estoy cansado duermo.

El discípulo, decepcionado, preguntó entonces: ¿No es eso lo que hacemos todos o en qué difiere el maestro de las personas comunes?

A lo cual respondió el Maestro Zen: La mayor parte de las personas comunes, en cuanto se sientan a comer, tienen millares de pensamientos, cuando duermen tienen millares de sueños.

MORALEJA

Esto significa que la mayoría de las personas no está muy atenta a lo que hace, pues permite a la mente vagar a su albedrío sin preocuparse mucho de sujetarla; por el contrario, quien llegó al fin de su tarea y alcanzó la iluminación espiritual, habiendo desechado de su corazón toda contaminación, no permitiendo que su mente vagabundeé, ni alberge ilusiones, ni fantasías, sino que mantiene la mente clara y consciente continuamente en el AHORA.

El sencillo proceso de prestar un poco de atención a tu naturaleza interna, transformará la cualidad de tu vida de forma sorprendente. Es solamente una falta de atención lo que impide a la gente la posibilidad de descubrir aquello que mora en su interior.

Empieza a prestar atención a todo lo que te rodeaba. Si prestas suficiente atención, conocerás la melodía de la creación y naturalmente encontrarás tu propio ritmo.

Las personas que han alcanzado cierto nivel de éxito en la vida deben cambiar su atención de más a todo porque si ni siquiera has prestado atención a nada a tu alrededor, prestar atención dentro de ti será imposible.

La única forma de entrar en contacto con la realidad es prestar atención sin sacar conclusiones. El problema del ser humano para no entrar en contacto con la realidad, no es en realidad la atención insuficiente, sino mas bien un exceso de información.

Si prestas el mismo tipo de atención a todo, verás que todo se volverá sagrado. Si su atención se vuelve absoluta, todo lo físico se disolverá.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.