LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
CUENTO ZEN DE HOY
El cuento zen funciona como una espada que corta el nudo de la mente. ¡Disfrútalos!
Hace mucho tiempo, habia una posada llamada «La estrella de plata». El posadero, a pesar de que hacia cuanto podia por atraerse a la clientela esforzandose en hacer confortable la posada, atender cordialmente a los clientes y cobrar precios razonables, no encontraba manera de que le alcanzara el dinero. Desesperado, acudio a consultar a un Sabio.
El Sabio, tras escuchar sus lamentos, le dijo:
Es muy sencillo. Lo unico que tienes que hacer es cambiar el nombre de la posada.
¡Imposible! dijo el posadero. Se ha llamado «La estrella de plata» durante generaciones, y asi se la conoce en todo el pais.
¡No! replico el Sabio energicamente. A partir de ahora debes llamarla «Las cinco campanas» y colgar seis campanas sobre la entrada.
¿Seis campanas? ¡Eso es absurdo, si el aviso dice: cinco campanas! ¿Para que va a servir?
Intentalo, y lo veras, le respondio el Sabio sonriendo.
De modo que el posadero hizo lo que se le habia dicho. Y sucedio lo siguiente: todo viajero que pasaba por delante de la posada entraba en ella para advertir al posadero acerca de un error, creyendo que nadie hasta entonces habia reparado en ello. Una vez adentro, quedaba tan impresionado por la cordialidad del servicio, que se alojaba en la posada, con lo que el posadero llego a amasar la fortuna que durante tanto tiempo habia buscado en vano.
MORALEJA
Debes haber oido lo que le pasa al que tiene EGO: el error de los demas viene a tentarlo. El ego quiere hacer presencia en todas partes; para poder existir. El ego quiere hacer presencia en todas partes; el ego para existir, necesitan alguna error ajeno; si no, se siente mal. El ego no puede existir si a cada momento no esta manifestando su prepotente presencia.
El ego no puede existir sin enemigos. Se necesita una lucha; real, irreal, eso es lo de menos. Si hay lucha, puede existir. Si no hay lucha, desaparece. Por eso, el mayor mensaje que te puedo dar es –recuerdalo- que tienes que llegar a un punto en el que se haya abandonado toda lucha. Solo entonces te trascenderas a ti mismo. Solo entonces no volveras a ser el pequeño «yo», el diminuto «yo» que eres. Lo trascenderas y te haras uno con la totalidad.
Recuerda: Hay pocas cosas que satisfagan mas el ego que el corregir los errores de los demas.
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MUCHAS GRACIAS
ADVERTENCIA A LOS LECTORES