EL SECRETO DE LA SERENIDAD (CUENTO)

CUENTO ZEN (123)

Un día Tsin Shih le preguntó a su maestro cual era el secreto de su imperturbable serenidad, a lo que este respondió:

Cooperar incondicionalmente con lo inevitable.

MORALEJA

La vida nos enfrenta todo el tiempo a situaciones impredecibles, que a veces ni los más experimentados pronosticadores pueden anticipar.

En general estas son situaciones que no queremos, y ahí es donde se origina el sufrimiento y donde se perturba el alma. Es en el momento que no aceptamos lo que nos pasa cuando comenzamos a sufrir el desgaste emocional y el sufrimiento que esto conlleva. La pérdida de personas queridas, una pérdida económica o una ruptura sentimental son claros ejemplos del origen del sufrimiento.

En todas las situaciones, nuestra mente se resiste a aceptarlo, ¿qué paso? Nuestro ego perdió el control.

Aceptar los hechos que «creemos» que no podemos controlar es parte de elevar nuestra energía y aprender que la aceptación, no debe ser resignación. Aceptar es interpretar que es parte de la vida tener momentos duros que nos llevan a aprender algo.

Cuando más rápido nos adaptamos a una circunstancia menos sufrimos, no hablamos de ser indiferentes, o que nos resignemos como ovejas.

Aceptar significa no resistirnos desde nuestro interior. Entender que cada situación tiene una explicación, que todas las cosas pasan por un «por qué» y dentro del mediano o largo plazo son siempre a nuestro favor. Es parte de comprender que la vida no te coloca situaciones para castigarte, sino para aprender algo, entender, crecer y luego seguir avanzando. Pero esto requiere que primero aceptes lo que te sucede. Esto es una actitud de madurez, de crecimiento espiritual y humano.

Un refrán dice «Dios sabe cómo hace sus cosas» y está referido a que en general las cosas que nos ocurren no son cuando nosotros queremos sino cuando es el momento indicado. Esos momentos rara vez ocurren automáticamente y a nuestro antojo, pero si analizas tus circunstancias en retrospectiva, deberás reconocer, luego de cada mal momento y con una mente clara, el beneficio final de todos los acontecimientos.

No sufras, acepta, coopera con lo inevitable y la sabiduría llegará a ti para que puedas entender, aprender y adaptarte a lo nuevo. Todo tiene una razón de ser, solo con paciencia y mirando hacia atrás vas a poder comprenderlo todo.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.