La iluminación espiritual

El problema

Cuento Zen (90)

El gran maestro y el guardián dividían la administración de un monasterio Zen. Cierto día, el guardián murió y fue preciso substituirlo. El gran maestro reunió a todos los discípulos para escoger, quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.

Voy a presentarles un problema, dice el Gran Maestro. Y aquel que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del templo. Terminado su corto discurso, colocó una mesita en el centro de la sala...

Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba. Este es el problema dice el Gran Maestro.

Los discípulos contemplaban perplejos por lo que veían; los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor.

Después de algunos minutos uno de los discípulos se levantó mirando al maestro y a los demás alumnos. Luego, caminó resolutamente hasta el hermoso florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo por completo.

El Maestro no dudó y dijo: Usted es el nuevo guardián dijo el Gran Maestro.

Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explico: Yo fui bien claro, dije que ustedes estaban delante de un problema. No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado. Un problema es un problema, puede ser un florero muy caro de porcelana, un lindo amor que ya no tiene sentido o un camino que precisa ser abandonado y por más que insistamos en recorrerlo por el confort que este nos trae, solo existe una manera de lidiar con un problema; atacándolo de frente. En todas las instancias de un problema, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo, atácalo de frente o serás su esclavo.

MORALEJA

El problema lo puedes resolver como Alejandro Jodorowsky el día en que alguien le mostró un vaso de agua que estaba medio lleno. Y él dijo: ¿Está medio lleno o medio vacío? Así que bebió el agua y acabo con el problema.

Tienes tantas cosas en tu mente que en realidad no puedes comprender la raíz de un problema, porque la mente no comprende, la mente es no–comprensión por antonomasia, es la propia raíz de la ignorancia.

¿Por qué no puede comprender la mente?

Porque la mente es solamente una pequeña parte de tu Ser, y como es una pequeña parte no puede comprender, solo el todo puede comprender, la comprensión es del total, la confusión es de la parte. El mismo esfuerzo, la misma intención de comprender crea confusión. La parte siempre malinterpreta, porque ella intenta ser el todo, ese es el problema.

La mente no puede aportarte ninguna solución, es el mecanismo que te aporta los problemas. Incluso si crees que has resuelto un problema, miles de nuevos problemas surgirán de la solución. Esto es lo que la filosofía ha estado haciendo. La filosofía es la ocupación de la mente. En el momento en que la mente observa algo, lo observa con un interrogante, lo observa con ojos dubitativos.

Así que, si crees que hay algún problema, erradícalo de una buena vez. Atácalo y esfúmalo de tu mente.