EL ESPEJISMO (CUENTO)

CUENTO ZEN (178)

Una vez un hombre fue invitado a casa de un amigo. En el momento en que iba a beber el vino que le habían ofrecido, creyó ver una pequeña serpiente en el fondo de la copa. Para no importunar a su anfitrión no le dijo nada y se lo tragó todo.

Cuando regresó a su casa comenzó a sentir fuertes dolores de estómago. Le prescribieron numerosos medicamentos, pero, como cada vez se sentía peor, creyó que moriría. Su amigo, alertado por lo sucedido, lo invitó nuevamente a su casa. Lo hizo sentar en el mismo lugar y le ofreció una copa de vino avisándole de que era medicina.

En el momento en que el enfermo se llevaba la copa a los labios, vio nuevamente, en el fondo de la misma, a la pequeña serpiente. Esta vez se lo comunicó a su convidante, quien, sin decir ni una sola palabra, señaló un arco que colgaba del techo. De pronto, el enfermo se dio cuenta de que la «cría de serpiente» era el reflejo del arco que colgaba encima de él. Los dos hombres se miraron y se pusieron a reír y el enfermo avergonzado de su sugestión recuperó pronto la salud.

MORALEJA

Mediante un espejismo, uno lo vuelve todo falso. El espejismo no la causa la objetividad; es el resultado de la subjetividad.

El mundo no la está causando: tú la estás causando. Así que nunca eches la culpa al mundo. No digas, como la gente suele decir, que el mundo es ilusorio. El mundo no es ilusorio, es tu mente, es tu propia subjetividad, la que sigue creando ilusión, por todas partes.

Así es que cuando alguien despierta de las sugestiones irreales de este mundo, no es que desaparezca el mundo, pero sí el que conocía antes: un mundo totalmente nuevo, un mundo objetivo aparece en su lugar; ya no existen los colores, las formas, los significados e interpretaciones dados por ti de acuerdo con tu mente dormida.

En lo que a este mundo de ilusión concierne, nunca vivimos en el; cada uno vive en el suyo propio; y hay tantos como gente dormida.

Si estoy despierto, entonces para mí soy el mismo, no en esta vida, sino en todas las que han pasado en la eternidad. Mi yo real ha permanecido igual, es inmutable; solo la proyección cambia, la imagen; cambia.

Despierta, que no te guíe lo ilusorio y la sugestión.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.