LOS DOS BURROS DE CARGA (CUENTO)

CUENTO ZEN (121)

Dos burros avanzaban por un largo sendero en un día en que el sol calentaba con gran intensidad. Uno llevaba un bulto de algodón y avanzaba tranquilo pues su peso no era gran cosa comparado con el de otro burro, que avanzaba a su lado, cargado con un pesado bulto de sal.

El que llevaba la carga liviana agradecía que su carga no era tan pesada, y se compadecía de su vecino, pero en ningún momento le ofreció ayuda. Una y otra vez tuvo la oportunidad de que intercambiaran cargas, pero bajo los más variados pretextos rechazó la oportunidad de servirle.

El burro cargado con el bulto de sal llevaba con paciencia el peso que el destino había puesto en su lomo y, aunque casi desfallecía a veces, persistió en el cumplimiento de su deber. En cierto momento tuvieron que cruzar un ancho río. El algodón absorbió tanta agua que el burro que lo cargaba pronto pereció ahogado. La sal, en cambio, se fue disolviendo en el agua y el burro paciente quedó liberado de su carga y llegó fácilmente al otro lado de la orilla.

MORALEJA

El amor es inocente cuando no tiene un motivo en sí. El amor es inocente cuando no es más que un compartir de tu energía. Tienes demasiado, así compartes… quieres compartir.

Y, con quien sea que comparte contigo, te sientes agradecido con él o con ella porque estabas como una nube, demasiado llena de agua de lluvia, y alguien te ayudó a desahogarte. O eras como una flor, llena de fragancia y el viento vino a descargarte. O tenías una canción para cantar y alguien escuchó atentamente… tan atentamente que te permitió cantarla. O sea, con quien quiera que te ayude a desbordarte en amor, siéntete agradecido.

Absorbe ese espíritu de compartir, permite que se convierta en tu propio estilo de vida: ser capaz de dar sin ninguna idea de conseguir, ser capaz de dar sin adjuntar condición alguna, ser capaz de dar simplemente debido a tu abundancia.

La autorrealización no es egoísmo. La persona auto realizada es la única persona altruista, porque crea todo aquello que es grande en su ser. Y al crearlo comienza el compartir. No necesitas hacer un esfuerzo para compartirlo; si está ahí, comienza a rebosar. No se puede contener la danza, no se puede contener la alegría. Rebosan, comienzan a alcanzar a otras personas, son contagiosas.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.