LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
CUENTO ZEN NARRADO DE HOY
Una vez un niño le escribió una carta a Papa Noel. Su padre había muerto, su madre estaba enferma y no tenían dinero, así que le pidió a Papa Noel cincuenta dólares.
Cuando la carta llegó a la oficina de correos estaban desconcertados; ¿Qué hacer con ella? ¿Dónde mandarla? Iba dirigida simplemente a Papa Noel. Así que la abrieron; se sintieron conmovidos por el niño y decidieron hacer una colecta y mandarle el dinero. Reunieron algo de dinero; el niño había pedido cincuenta dólares pero ellos habían podido recoger sólo cuarenta dólares.
Llegó otra carta, también dirigida a Papa Noel, el niño había escrito: Querido Papa Noel, por favor, la próxima vez que mandes dinero, dámelo directamente a mí, no me lo mandes por correo. Los señores del correo se han robado diez dólares.
MORALEJA
Este niño desde su programación (EGO) a creado un mundo de ficción creyéndolo real.
Somos adultos, pero seguimos tratando de hacer castillos en el aire. Por ser una ficción, necesita un constante mantenimiento, un constante esfuerzo, noche y día. Y nadie puede prestar tanta atención las veinticuatro horas del día. Así que algunas veces, aún a pesar de ti, hay momentos en los que tienes destellos de realidad, sin que el ego funcione como barrera. Cuando la pantalla del ego no está, hay momentos; recuerda, a pesar de ti. Todo el mundo tiene esos momentos de vez en cuando.
El ego es tan sólo una ficción útil.
Utilízalo, pero no te dejes engañar por él.
Hay momentos en que os libráis de él, porque es una ficción. Pero por ser una ficción, sólo puedes permanecer si tú la mantienes. Una ficción necesita un gran mantenimiento. La verdad no necesita que se la mantenga, esa es la belleza de la verdad. ¿Pero una ficción? Tienes que pintarla continuamente, repararla aquí y allá, está continuamente derrumbándose. Cuando te las arreglas para repararla por un lado, empieza a derrumbarse por el otro.
Y eso es lo que la gente hace toda su vida, trata de hacer que la ficción parezca realidad. Ten más dinero, así podrás tener un ego más grande, un poco más sólido que el de un hombre pobre. El ego del hombre pobre es delgado; no puede permitirse un ego más grueso. Hazte primer ministro o presidente de un país y tu ego se inflará en extremo. Entonces no caminarás sobre la tierra.
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