Beneficios colaterales

Cuento zen con moraleja

Los políticos son intocables. No puede ser de otra forma, porque cuando la mente experimenta un complejo de inferioridad trata de convertirse en superior.

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Cuento zen sobre los beneficios colaterales

En una pequeña ciudad, un periodista estaba haciendo una encuesta acerca de lo que la gente pensaba de un reconocido político.

Es un mentiroso y un tramposo, respondió el empleado de la gasolinera.

Es un asno pomposo, contestó el maestro de la escuela.

Jamás en mi vida he votado por él, declaró el farmacéutico.

Es el político más corrupto que he visto en mi vida, dijo el barbero.

Cuando, finalmente, el periodista se encontró con el político, le preguntó qué sueldo cobraba por su cargo.

¡Cielos, si yo solo recibo una miseria!, le dijo el político.

Entonces, ¿por qué aceptó el cargo?

Porque sinceramente, solo ambiciono beneficios económicos colaterales.

MORALEJA

La inferioridad crea ambición. De aquí que muchos políticos se hayan convertido en la peor calaña de la humanidad. Muchos políticos son intocables. No puede ser de otra forma, porque en cuanto la mente experimenta un complejo de inferioridad trata de convertirse en superior. Una manera es enloquecer. De repente declaras que eres superior, el más grande. Otra forma es volverte un político.

O bien enloquecer o volverte un político. Siendo político no puedes declarar algo abruptamente, tienes que probar que eres el primer ministro o el presidente. Así que este es el camino largo. La locura es el atajo hacia el sentirse importante; la política es el camino con rodeos. Pero ambos alcanzan la misma meta.

Y si el mundo quiere alcanzar la cordura, quiere volverse un mundo normal, dos tipos de personas deben ser curadas: los locos y los políticos. Ambos están enfermos. Uno ha tomado el camino largo, el otro el atajo. Y recuerda que el loco es menos dañino que el político, porque simplemente declara su superioridad, no se preocupa de demostrarlo; el político se empeña en probarlo, y la comprobación exige un alto precio.

A la gente no se le ha permitido vivir en paz porque es la única manera de atemorizarlos. Cuando están temblando atemorizados, están siempre de rodillas, inclinándose ante el político. Es una gran conspiración contra la humanidad. ¡Es una gran conspiración contra ti! Tus políticos son tus enemigos, sin embargo, simulan que trabajan por el bien social.

Dicen: Estamos aquí para servirte, para ayudarte a conseguir una vida mejor. Estamos aquí para crear una vida mejor para ti. Pero son destructores de la vida misma.