La conexión con la conciencia de diamante
La conexión con la conciencia de diamante es cuando el alma interactúa conscientemente entre lo sutil y en lo denso al mismo tiempo sin perder la sensatez.
MORYA
CONCIENCIA DE DIAMANTE
La permanencia del alma en lo sutil y en lo denso al mismo tiempo.
Los momentos del despertar están llenos de maravilla. Es el momento del regreso del alma de lo sutil a lo denso. El alma está en lo sutil y en lo denso al mismo tiempo. Si el aspirante puede permanecer en ese estado, recuperará muchos misterios de la vida. Por lo tanto, esos pocos momentos del día son de lo más valioso.
Diariamente, a medida que uno se despierta, debe aprender a sacar provecho de esos momentos. Aprended a ser rápidos y serenos durante esos momentos, e intentad seguir la pista –si podéis– a los momentos precedentes. Que este sea vuestro ejercicio diario. Nosotros llamamos a estos momentos del día Tiempo de Diamante, y a vuestra conciencia durante ese tiempo, Conciencia de Diamante.
EL SUEÑO
El sueño excesivo produce embotamiento.
Durante las horas de sueño, nuestro cuerpo recibe ciertas vibraciones energizantes específicas de la Tierra. Por esta razón el cuerpo recupera la frescura durante las horas de la mañana, cuando uno se despierta después de haber dormido bien. Pero como las vibraciones terrestres mencionadas también tienen inercia, estas también tienen un impacto en la conciencia del hombre. Por esta razón se dice que el sueño excesivo produce embotamiento en la conciencia del hombre.
Es de conocimiento común que durante el sueño todo se olvida. Hay personas que duermen como troncos y que duermen más horas de lo necesario. Con frecuencia, son perezosos y olvidadizos.
La gente olvidadiza debería saber que tiene que cambiar sus hábitos de sueño. Deben prohibirse a sí mismos dormir durante el día, y durante la noche, antes de deslizarse en el sueño, deben preguntarse cómo entran en el sueño. Deben seguir con profunda curiosidad cómo se deslizan en el sueño. Deben hacer una práctica de ello, y deben proponerle a su mente que desean descansar, pero no dormir. Incluso otros que no sean perezosos y olvidadizos, también deben comenzar esta práctica de descansar pero no dormir, y continuar descansando todo el tiempo posible sin desear dormir. Esto abre ciertas dimensiones ocultas de la vida, que de otra manera no sería posible lograr, excepto a través de estados muy elevados de meditación.
ESPIRITUALIDAD
Sed espirituales al prepararos para dormir.
Mantened el dormitorio limpio y aseado, sin llenarlo demasiado. Elegid colores agradables para la habitación y colocad una lámpara tenue. No durmáis nunca en una habitación oscura. Haríais bien en encender una varilla de incienso, ya que disipa los elementos negativos de la habitación. La habitación debe tener una ventilación adecuada para que el aire circule. Nunca cerréis totalmente las ventanas, aunque las condiciones climáticas sean extremas.
No durmáis en el piso desnudo, mantened el cuerpo y la mente limpios; se recomienda un baño antes de ir a dormir.
Id a la cama y contemplad la respiración, atraed conscientemente la conciencia de todos los miembros hacia el corazón y ascended al centro del entrecejo. Manteneos en el centro del entrecejo con una luz, un símbolo geométrico u otro símbolo que consideréis espiritual.
Manteneos conscientes y atentos incluso mientras se acerca el sueño. Esta práctica constante llamará a las puertas del mundo sutil, que está entre el estado de vigilia y el estado de sueño.
SUPERCONCIENCIA
La superconciencia abre las puertas a un mundo sin experimentar.
Estudiad las escrituras sagradas por lo menos unos pocos minutos antes de dormir. Mientras os preparáis para el sueño, asociaos con la respiración y llegad a la pulsación. Aunque esté llegando el sueño, haced el esfuerzo de permanecer conscientes. No os preocupe que con esta práctica se vaya el sueño. Cuando el sueño viene, viene, no se puede detener. Nadie puede detenerlo, nadie puede traerlo; el sueño es la bendición de la naturaleza y seguramente os bendecirá adecuadamente.
Hasta que el sueño os absorba, tratad de permanecer conscientes. Esto os llevará gradualmente a un estado de semiconsciencia, que no es un estado de vigilia ni de sueño. En ese estado estáis subconscientes, pero conscientes. La verdadera definición de esto es superconciencia o supraconciencia.
Esta superconciencia abre las puertas a un mundo que hasta ahora no había sido experimentado. Es como la hora del crepúsculo, es el estado entre lo conocido y lo desconocido. En este estado entráis en un mundo completamente nuevo, en el que encontráis a vuestros colegas en la misma práctica y recibís lecciones y enseñanzas de vuestro Maestro o de otros Maestros cuya morada está en este mundo más sutil. Encontráis a los verdaderos miembros de vuestro grupo, al contrario de los miembros del grupo al que pertenecéis en el plano mundano. Los miembros de este grupo pertenecen a diversas partes del globo y no necesitan ser necesariamente vuestros compañeros mundanos. Podéis encontrar a uno o dos que conozcáis en vuestra existencia mundana.
Las enseñanzas en este mundo sutil no tienen un idioma en particular, el lenguaje aquí es mental, las enseñanzas están en el plano semimental y semibúddhico, pero la belleza está en que todos comprenden las enseñanzas en el idioma que ellos mismos desean. Esto se debe a que todavía están muy apegados a su idioma y no han adquirido todavía el entendimiento telepático. Gradualmente, a medida que aumenta su conciencia, se vuelven impersonales a los idiomas, lo cual les permitirá recibir la impresión tal como es. Como la enseñanza está en el plano semibúddhico y semimental, una enseñanza de 4 minutos producirá un impacto de 4 horas. Se producen las impresiones y cuando han concluido los procedimientos de las enseñanzas, nos deslizamos en el sueño. Todo esto ocurre durante unos pocos minutos, y por eso no tenéis que preocuparos por el merecido sueño.
Ese es el gran valor de la correcta preparación para el sueño.
LA INTERCONEXIÓN
La interconexión de la vida sutil y la vida mundana.
Muchas veces en la vida nos encontramos con acontecimientos que sentimos que han sucedido con anterioridad de la misma manera. Al ver algunos lugares también sentimos que ya los hemos visto anteriormente. De la misma manera, cuando escuchamos ciertas enseñanzas, sentimos que ya las hemos escuchado antes, pero no sabemos cuándo las hemos visto o escuchado. La verdad es que ciertos acontecimientos relacionados con la vida sutil también ocurren en la vida mundana, pero vosotros todavía no tenéis acceso a la conexión debido a la falta de evolución. Durante las horas de sueño participáis de la vida sutil relacionándoos con el alma, y durante las horas de vigilia participáis de la vida mundana.
Las personas que pasan por la primera iniciación tienen esas extrañas sensaciones, pero no captan la vinculación. A medida que se progresa en el sendero del discipulado, los dos canales de actividad quedan interconectados.
Para esa interconexión es sumamente importante la preparación que se ha sugerido durante las horas de sueño. La práctica sugerida adelgazará las capas de la mente, facilitando su inter-transparencia. Por esta razón, para los aspirantes son tan importantes las horas de sueño, si no son más importantes que la meditación.
EL DESPERTAR
El despertar de la nueva conciencia conecta lo físico con lo sutil.
A medida que uno avanza en la práctica de retener la consciencia mientras se desliza en el sueño, se revela una nueva conciencia como un aspecto de la iniciación. Esto suele ocurrir de una manera más fácil con las bendiciones del Maestro.
Para ello se requiere que el practicante continúe trabajando con valores espirituales en la vida diaria. Hasta que se despierta esta nueva conciencia, la vida del alma individual en el plano físico no está conectada con lo sutil. Por lo tanto, la actividad de la vida física termina con cada evento de muerte, mientras que la actividad sutil continúa inconscientemente mientras las semillas relacionadas con el valor espiritual continúan existiendo. Estas semillas de valores espirituales continúan inspirando al alma individual para que retome el hilo perdido de la vida pasada, aunque tenga lugar otro programa en el plano material, que al final termina con la muerte. Así, el alma tiene un programa en el plano físico que termina en cada muerte, y un programa en el plano sutil que continúa como semilla para futuras manifestaciones.
En cuanto a la vida mundana, se tiene un nombre mundano. Aparte de esos nombres mundanos que cambian de una vida a otra, al alma también se le da un nombre espiritual en relación al trabajo espiritual que ocurre continuamente en ella a través de las series de vidas.
Las prácticas espirituales también continúan de vida en vida, aunque inconscientemente, en la existencia sutil, mientras que la actividad material se va desplegando de acuerdo con las semillas del karma. Respecto a la primera, el Maestro asume ciertas responsabilidades; respecto a la última, el discípulo es responsable de sí mismo. La conexión de las dos ocurre cuando tiene lugar un nuevo despertar como una iniciación. Esta recibe el nombre de tercera iniciación, y se puede lograr a través de la práctica sugerida en esta serie de enseñanzas.
SEMICONSCIENCIA
El estado de semiconsciencia para conseguir la conexión.
No hay manera de que podamos conectar con los aspirantes que pierden la conciencia en el sueño profundo. Debería haber algunos minutos de estado de semiconsciencia que el aspirante debería conseguir con la práctica para posibilitar nuestro contacto con él. Los que se dedican a dormir, repito, no son aptos para el discipulado.
Si a través de la práctica sugerida se consigue -La Conciencia de Diamante- de la que he estado hablando, se puede aprender mucho, se aprende más deprisa y más profundamente. Es una oportunidad de oro. Esta conciencia también se puede experimentar, no solamente cuando uno se desliza en el sueño, sino también cuando se despierta del sueño.
Por la razón mencionada, uno debe tratar de estar en la cama durante unos pocos minutos, aunque ya haya sonado el despertador. Así, esos pocos minutos antes de deslizarse en el sueño y los pocos minutos previos al despertar son los momentos más valiosos. Su duración no interrumpe las verdaderas horas de sueño; por lo tanto, haced un esfuerzo por participar en las enseñanzas que imparte la Jerarquía a las almas que están preparadas.
El ejemplo más elevado y grandioso de conciencia de diamante en siglos recientes ha sido Jesús el Cristo, quien trató de no perder la conciencia durante las horas de crucifixión, aunque se aproximara la muerte de su cuerpo.
La pérdida de conciencia es el estado más desafortunado para el ser. La vida divina pertenece a aquellos que comprenden y utilizan correctamente las horas en el dormitorio (horas de sueño). Concluyo diciendo que vuestro dormitorio puede ser la habitación de vuestra muerte o una cámara de iniciación, según la opción que elijáis.