Biografía de Baha Ullah
Sé generoso en la prosperidad y agradecido en adversidad. Sé digno de la confianza de tu prójimo, y mírale con rostro resplandeciente y amistoso.
BAHA ULLAH
BAHA'ULLAH
Decía que las religiones se debían fundir como gotas en un mismo océano.
Fue un maestro de la humanidad que estableció los cimientos que constituyen las bases para la unidad del mundo. Trabajó por la reconciliación de las religiones y la ciencia; la eliminación de prejuicios y supersticiones. Decía que las religiones se debían fundir como gotas en un mismo océano.
Sus enseñanzas son hermosas:
Dejad que todas las naciones del mundo convivan unas con otras con gozo y fragancia.
Cuando llegue hacia ti un Bahái’, no le preguntes por su nacionalidad… porque su patria es el mundo.
SER GRANDE
Sé generoso en la prosperidad y agradecido en adversidad. Sé digno de la confianza de tu prójimo, y mírale con rostro resplandeciente y amistoso.
Sé para el pobre un tesoro, para el rico, un amonestador; Sé uno que responde al llamado del menesteroso, y guarda la santidad de tu promesa. Sé recto en tu juicio y moderado en tu palabra. No seas injusto con nadie, y a todos muestra mansedumbre. Sé como una lámpara para quienes andan en tinieblas, una alegría para los entristecidos, un mar para los sedientos, un asilo para los afligidos, un sostenedor y defensor de la víctima de la opresión.
Que la integridad y rectitud distingan tus actos. Sé un hogar para el forastero.
Sé ojos para el ciego y una luz de guía a los pies de los que yerran. Sé un ornamento del semblante de la verdad, una corona sobre la frente de la fidelidad.
Un pilar del templo de la rectitud.
Un hálito de vida para el cuerpo de la humanidad, una insignia de las huestes de la justicia, un lucero sobre el horizonte de la virtud, un rocío para la tierra del corazón humano.
Un arca en el océano del conocimiento, un sol en el cielo de la munificencia, una gema en la diadema de la sabiduría y una luz refulgente en el firmamento de tu generación.
Así como la flor esta oculta en el capullo, así el Espíritu de Dios esta oculto en el corazón de cada hombre.
Exhorto a todos a abrir los ojos y oídos y a usar su propio juicio sin temor, independientemente, para descubrir la verdad.
Debe gozarse de las frutas sabrosas, no importa en qué árbol hayan crecido o donde se encuentren. La palabra de verdad debe ser reconocida, no importa qué lengua la pronuncie.
Deben aceptarse las verdades absolutas, no importa en qué libro estén escritas. Si guardamos prejuicios, ellos serán causa de pérdida y de ignorancia.
De ningún modo ha de forzar sus ideas sobre aquellos que no quieren escucharlas.
La confesión ante otras criaturas conduce a la humillación y degradación de sí mismo.
¡OH tú bondadoso Señor! Une a todos. Permite que las religiones concuerden y haz de las naciones una sola familia y a toda la tierra como un solo hogar.
Es mucho más noble satisfacerse con un pedazo de pan duro, que gozar de una suntuosa comida de muchos platos a costa de los demás. La mente de una persona satisfecha con lo que tiene, está siempre en paz y su corazón en reposo.
El alimento del futuro serán las frutas y los cereales, llegará un tiempo en que no se comerá carne, La ciencia médica está solo en su infancia y ya nos ha demostrado que nuestro alimento natural es lo que crece del suelo.
La limpieza no como algo que nos acerca a la santidad, sino como una parte esencial de la santidad.
Es posible curar mediante nutrimentos, alimentos y frutas; pero como hoy día la ciencia médica es imperfecta, aún no se ha comprendido bien esta verdad.
Cuando la ciencia médica alcance la perfección, los tratamientos se harán mediante nutrimentos, alimentos, fragantes frutas y verduras, y con diferentes aguas, de variadas temperaturas.
La alegría nos da alas. Cuando estamos contentos nuestra fuerza es más vital, nuestra inteligencia es mas aguda.
Nuestra mejor enfermera es la alegría
No os dejéis vencer por la aflicción y el pesar; ellas causan gran miseria. Los celos consumen el cuerpo y la ira quema el hígado. Evítalas, como evitarías a un león. Que todas las naciones se unan en una fe común y todos los hombres se consideren hermanos; que los lazos de afecto y unión entre los hijos de los hombres sean fortalecidos alrededor de la Tierra. Que se acabe con la diversidad de religiones y se anulen las diferencias de raza… Estas luchas, este derramamiento de sangre y esta discordia deben cesar y todos los hombres deben ser como miembros de una sola familia.
Todos los horizontes del mundo están incluidos y el mundo se convertirá verdaderamente en un jardín de rosas y en un paraíso. Todas las analogías de la naturaleza están de acuerdo con esta esperanza.Todos deben abandonar los prejuicios y aun visitar las iglesias y mezquitas de unos otros, pues, en todos estos sitios de veneración, el Nombre de Dios es mencionado.
Si todos se reúnen para adorar a Dios, ¿Qué diferencia puede existir? Ninguno de ellos adora a Satanás.
Los mahometanos deben ir a las iglesias de los cristianos y a las sinagogas de los judíos y viceversa, de otros deben ir a las mezquitas de los mahometanos.
Si solo se dieran estos primeros pasos se estableciera un estado de amistad y mutua tolerancia entre las diferentes sectas religiosas, ¡qué maravilloso seria el cambio que se operara en el mundo!
Las diferentes comunidades religiosas no han podido unirse en épocas pasadas, porque los adherentes de cada una de ellas han interpretado al Fundador de su propia religión como la única suprema autoridad y a su ley como la suprema ley divina.
Cualquier otro profeta que proclamará diferente mensaje era considerado, por tanto, enemigo de la verdad. Las diferentes sectas de cada religión se han separado por razones similares.
Los adherentes de cada una de ellas han aceptado a alguna autoridad subordinada y considerado como la única verdadera fe a alguna versión o interpretación especial del Mensaje del Fundador, juzgando equivocadas a todas las demás.
Podemos ver claramente que, mientras exista este estado de cosas, no será posible alcanzar la verdadera unidad.
Por una parte, Bahá’u’llah nos enseña que todos los profetas eran portadores de auténticos Mensajes de Dios; que cada uno en su propia época reveló las más altas enseñanzas que la gente de entonces podía recibir…
…y educó a los hombres a fin de que estuviesen preparados para recibir las enseñanzas futuras a fin de que estuviesen preparados para recibir las enseñanzas futuras de sus sucesores.
Recomienda a los adherentes de cada religión, que no nieguen la inspiración divina de sus propios Profetas, sino que reconozcan es inspiración en todos los demás Profetas, para que se den cuenta de que las enseñanzas de todos está esencialmente en armonía, y todos formamos parte para anunciar, a todos los vientos, la educación y la unificación de la humanidad.
Exhorta a los creyentes de todas las sectas a que demuestren su reverencia por su Profetas, dedicando sus vidas al trabajo de obtener esa unidad por la que todos los Profetas trabajaron y sufrieron.¡OH pueblo! Las palabras son reveladas de acuerdo con la capacidad, para que los principiantes puedan hacer progresos.
Es la leche lo que fortifica al niño para que más adelante pueda digerir alimentos sólidos. Es la razón por la cual un Profeta está en la verdad al dar ciertas enseñanzas en cierto tiempo, y, por lo tanto, no debe estar en el error otro Profeta que da diferentes enseñanzas en diferente tiempo…
… equivale a decir que porque la leche es el mejor alimento para el recién nacido, leche, y nada más que leche, debe ser el alimento del hombre adulto, y darle cualquier otro alimento sería un error. Abdu-Bahá dice:
Cada revelación divina se divide e dos partes, La primera parte es la esencial y pertenece al mundo eterno. Se refiere a las verdades divinas y a los principios esenciales.
Es la expresión del amor de Dios. Es la misma en todas las religiones, incambiable e inmutable.
La segunda parte no es eterna; es la que tiene relación con la vida práctica, las transacciones y los negocios, y cambia de acuerdo con la evolución del hombre y los requerimientos de la época de cada Profeta.
Por ejemplo: durante el período mosaico, se cortaba la mano de una persona como castigo por un pequeño robo; existía la ley llamada de ojo por ojo y diente por diente; pero como estas leyes ya no eran apropiadas en el tiempo de Cristo, fueron abrogadas.
La religión de Dios es la única religión, y todos los Profetas le han enseñado; pero es algo que vive y que crece, y no una cosa muerta e inmutable. En las enseñanzas de Moisés vemos el capullo; en las de Cristo, la flor; en las de Bahá’u’llah, el fruto.
La flor no destruye al capullo, ni el fruto destruye a la flor. No se destruye, sino que llena su cometido. El capullo deja caer sus hojas para que brote la flor, y los pétalos se desprenden para que el fruto crezca y madure.
¿Eran el capullo o los pétalos de la flor inútiles o consecuencias de un error, por lo que tuvieron que ser descartados?
No; ambos en su tiempo fueron útiles y necesarios, y sin ellos no podría haberse desarrollado el fruto.
Lo mismo sucede con las diferentes enseñanzas proféticas; su forma exterior varía de una época a otra, pero cada revelación es el cumplimiento de sus predecesoras.
No están separadas ni son incongruentes, sino diferentes etapas en la historia de la vida de la religión única, la que, a su vez, ha sido revelada como semilla, como capullo y cómo flor, y entra ahora en el período del fruto.
¡Guardaos! No sea que la celebración os aparte del celebrado y la adoración os aparte del adorado. ¡Mirad al señor, al Poderoso, al Omnisciente!No os demoréis ni aun por una hora ¿Sois versados en el Evangelio y aún así sois incapaces de ver al señor de la Gloria?
No deben existir zánganos en la colmena social, ni parásitos físicamente capaces en la sociedad.
Si todos trabajasen, si todo fuera trabajo, ya sea intelectual o manual de naturaleza provechosa para la humanidad, como Bahá’u’lláh ordena las provisiones de todo lo necesario para la salud, comodidad y vida noble, serían ampliamente suficientes para todos.
No tendrían por qué existir barrios miserables, hambre, privaciones, esclavitud industrial tareas que destruyen la salud.
En el futuro no les será posible a los hombres amasar grandes fortunas a costa de la labor de otros. Los ricos compartirán su riqueza acudiendo a su propia voluntad.
Llegarán a esto gradual y naturalmente por propio deseo. Jamás será conseguido por medio de guerras y derramamiento de sangre.
La educación comienza en el vientre de la madre y no tiene fin en vida del individuo.
Cuando la educación hacia propósitos legítimos esté generalizada, la humanidad se transformará y el mundo se convertirá en un paraíso.
A cuán pocos se les enseña, desde su tierna infancia, a amar a Dios de todo corazón y a dedicar sus vidas a Él.
Llenar meramente la memoria con reglas de aritmética, gramática, geografía, idiomas, etc. Tiene compra activamente muy poca relación con el propósito de producir vidas útiles y nobles.
Bahá’u’lláh dice que la educación debe se universal.
Desde el punto de vista Bahái, la naturaleza del niño no es como la blanda cera que puede se modelad indiferentemente, según la forma que quiera darla su maestro.
Cada uno, desde el principio tiene su propio carácter, recibido de Dios, y una individualidad que puede ser desarrollada con gran resultado solo de una manera particular, y esa manera es única en cada caso./p>No existen dos personas que tengan exactamente misma capacidad y talento y verdadero educador jamás tratará de forzar dentro del mismo molde a dos naturalezas distintas… pero todos pueden ser rodeados por el rayo del conocimiento en la medida que ellos mismos se esfuercen.