LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
Si no puedes mirar en la cara de cualquier hombre y lo reconoces como tu hermano. Entonces no importa qué religión practiques, pues será tu poco amor y no la religión la culpable.
Cuando nos aferramos a la esencia del amor, obtenemos la alimentación directa. Cuando nos aferramos a las religiones, sólo disfrutamos de una dimensión de la alimentación.