Cuando un rayo de luz, que emana de la Conciencia Pura, atraviesa el limitado caparazón de la mente y pone en evidencia su gran farsa, con humildad esa mente se queda en silencio.
La vida exige de nosotros sin cesar, que respondamos sólo cuando la respuesta es necesaria; el resto del tiempo, el ser debería estar en silencio y observando con absoluta serenidad.
ILIE CIOARA
REFLEXIONES SOBRE EL MISTERIO DEL SILENCIO