La sabiduría brota en aquel que se examina día a día para cortar el deseo, cuya vida es intachable, inteligente, arropado con el conocimiento y la virtud.
Y de esta vaciedad una claridad, surge una transparencia que puede ver cosas que no puedes explicar intelectualmente. Esto es realmente sabiduría.
Aquel cuya mente es inestable, no conoce la enseñanza sublime, y aquel cuya confianza vacila, su sabiduría no alcanzará la plenitud.
La sabiduría brota en aquel que se examina día a día, cuya vida es intachable, inteligente, arropado con el conocimiento y la virtud.
Miles y miles de velas pueden ser encendidas a partir de una sola, y la vida de esa vela no se acortará. Así mismo, la felicidad no disminuye por ser compartida.
La felicidad siempre sigue como una sombra a todos aquellos que producen alegría cuando hablan o actúan por tener una mente libre de pensamientos egoístas.
Los ojos no sirven de nada si la mente no quiere ver. Aquellos dioses que tengas a tu favor, en tu voluntad, en tu mundo mental, tendrán poder sobre ti en el mundo material.
Todas las grandes religiones quieren que ustedes se conviertan en seguidores, quieren que practiques una cierta disciplina. Hacen un molde de ti y te dan una bella celda.
BUDA
LA SABIDURÍA DE LOS GRANDES MAESTROS