Inteligencia versus sabiduría
Si alguien puede saber la diferencia entre inteligencia y sabiduría es Albert Einstein porque él las ejecuto a través de su vida de forma Magistral.
YULY SAMANIEGO
ALBERT EINSTEIN Y LA SABIDURIA
Intenta no convertirte en un hombre de éxito.
Más bien intenta llegar a ser un hombre de valor.
La inteligencia es la capacidad de hacer las cosas correctamente. La sabiduría es la habilidad para elegir las metas que valen la pena; es decir, para hacer las cosas correctas.
La inteligencia está relacionada con la eficiencia. Nuestra cultura busca la eficiencia en todas las actividades: más y mejor, obtener lo máximo con el mínimo coste y esfuerzo. Si eres capaz de hacer las cosas cada vez más eficientemente –con rapidez y bajo coste, sacando el máximo partido de tus recursos– eres inteligente; al menos en esa actividad particular.
La sabiduría tiene que ver con la elección de las metas. Es una habilidad más sutil, completa e integrada: supone capacidad introspectiva para saber lo que se desea y conciliarlo a su vez con lo deseable. También supone un conocimiento externo amplio, más allá de la tarea y de la actividad concreta; un conocimiento sistémico sobre las relaciones entre las cosas y el lugar de las cosas y de las personas en el esquema general del mundo. Necesita de un conocimiento del funcionamiento del mundo dirigido por valores personales y colectivos.
La inteligencia tiene que ver con el conocimiento, con el cómo. La sabiduría tiene que ver más con los valores, con el porqué.
El inteligente está orientado a resultados. El sabio está dirigido por valores.
El inteligente es el que obtiene los resultados, el que logra las cosas, cualesquiera que éstas sean. Si el inteligente es práctico, puede conseguir muchas cosas, puede alcanzar muchas cimas.
El sabio no es necesariamente el más rápido, ni el más listo, ni el más brillante. Quizá ni siquiera llega a las cimas; y si lo hace, no es el primero ni el mejor en hacerlo. El sabio simplemente es mejor eligiendo las cimas que merecen la pena escalarse.
La inteligencia está en ser muy eficiente. La sabiduría está en ser eficaz en lo que importa.
Paradoja de la sabiduría y la inteligencia
Hay una paradoja referente a la inteligencia y la sabiduría: es mejor ser un sabio imperfecto y torpe que ser simplemente inteligente y muy eficiente.
La razón es que si tienes éxito haciendo las cosas incorrectas porque eres muy eficiente, y cada vez eres mejor en lo que haces y sigues aprendiendo, con el tiempo no harás más que empeorar la situación: cuanto más inteligente seas, más rápido lograrás las metas equivocadas. Al final, en la cima no encontrarás más que una posición mejor desde la que precipitarte al vacío.
Por el contrario, si fracasas o no logras las cosas correctas a la primera, tu aprendizaje –aunque sea lento– te irá poniendo cada vez en una mejor situación y con el tiempo conseguirás acercarte más a las metas correctas. Quizá nunca alcances la cima, pero cada paso del camino habrá estado lleno de sentido. Y eso ya es en sí una cima.