La iluminación espiritual

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Si realmente amas la naturaleza, encontraras la belleza en todas partes.

En todas las lenguas del mundo hay un mismo dicho: Ojos que no ven, corazón que no siente. Pues yo afirmo que no hay nada mas falso que eso; cuanto mas lejos, mas cerca del corazón están los sentimientos que intentamos sofocar y olvidar.

Dentro del racionalismo que domina la filosofía, Heguel representa la cima del idealismo, la concepción del mundo procede de las ideas, el espíritu lo es todo, pero antes de nada hay que superar las contradicciones y los dualismos, para ello propone el método dialéctico: a toda tesis formulada le sigue una refutación o antítesis que hace necesaria una revisión o síntesis, iniciando de nuevo el ciclo. De esta forma Hegel da una explicación sistemática a la Filosofía y a la Historia. Los conceptos no son inmutables, están sujetos al cambio, a una evolución que los hace cada vez mas perfectos y cercanos a la verdad.

El hombre se convierte en Dios y todas las actividades humanas alcanzan su punto mas elevado y noble cuando logran poner en contacto el cuerpo, el corazón y la mente con el espíritu.

Todavía nos quedaba mucho camino. Pero no nos importaba: la carretera es la vida.

Para no ser conscientes de los problemas que nos rodean debemos perder los sentidos, pues estos son apremiantes y nos vienen de todas las formas.

Hoy es siempre todavía.

Espiritualmente hablando, conocerse a si mismo es tener consciencia de los propios limites y atribuir toda cualidad a Dios.

Aunque el mal gratifica en el momento, el bien cede sus regalos durante toda la vida.

Casi todas las ideas que tenemos acerca de ser un hombre o ser una mujer están tan agobiadas por el dolor, la ansiedad, el miedo y las dudas de uno mismo. Para muchos de nosotros, la confusión en torno a esta cuestión es insoportable.

Las almas individuales son todas partes separadas del Señor.

Cómo sabría amarte, mujer cómo sabría amarte, amarte como nadie supo jamás! Morir y todavía amarte más.

La experiencia Zen, de la iluminación o de Sartori, trasciende toda categoría de pensamiento, no se interesa en ninguna abstracción ni conceptualización.

Solamente hay una Verdad absoluta de la cual emanan todas las demás verdades. Cuando hallamos esa Verdad, nuestros actos ocurren en armonía con ella.

Si no consigues lo que quieres, sufres; si obtienes lo que no quieres, sufres; incluso cuando obtienes exactamente lo que quieres, todavía sufres porque no puedes tenerlo para siempre. Tu mente es tu situación.

Sabía usted que desde ahí y con la ayuda de Dios seremos conscientes de que nosotros mismos creamos todas nuestras propias dificultades, pero también podemos crear las soluciones.

Algo genial de volverse viejo es que te puedes escabullir de toda clase de compromisos sociales solo diciendo que estas cansado.

Es fácil practicar el amor en todas las formas en las que te encuentras cómodo. Debes practicar el flujo de la energía del amor en la que mas resistes.

Sabía usted que dios sabe todas las intenciones, pensamientos, palabras y acciones en el transcurso de la vida de cada persona y en el juicio no hay nada oculto que no haya de revelarse.

La esperanza es poder ver que hay luz a pesar de toda la oscuridad.

Quienes viven el día de hoy con toda intensidad no se preocupan por lo que acontezca mañana. El temor a la muerte, la cual mañana mismo nos puede acaecer, viene de no estar totalmente inmersos en la vida de hoy.

Cuando era niño vi una vez un coche, pero ahora están por todas partes. Este maldito mundo va demasiado deprisa.

La paz del alma como bien supremo, merece cualquier sacrificio, deben evitarse de este modo todas las cargas que perjudicarían a la ataraxia.

Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida.

Deshoja tu alma y descubre en la misma la semilla espiritual de DIOS. TODA LUZ.

Sabía usted que vivir desde el espíritu es observar todas las ilusiones los cuales hemos aceptado y despertar del sueño sufrido que hemos aceptado y creado.

La segunda justificación de la desigualdad la convierte en el necesario precio de la libertad. En un mundo regido por el libre mercado y asentado en el sacrosanto principio de la libertad de elección, un Estado intervencionista podría imponer políticas redistributivas y regulaciones igualitaristas, pero solo lo lograría a base de cercenar esa misma libertad individual, a base de recortar las opciones sobre las que elegir. Este argumento es tan falso como cierto es el hecho de que la desigualdad implica ella misma una falta de libertad, tanto más profunda cuanto más dramática sea esa desigualdad. Porque falta de libertad -de decidir, de hacer y aun de rechazar- es lo que tiene el trabajador precario que apenas llega a fin de mes y no sabe si mañana conservará su empleo; es lo que sufre la mujer sometida al marido y desfavorecida y discriminada en toda suerte de oportunidades de vida; es lo que padece el desempleado de larga duración, que soporta el estigma social de la dependencia del subsidio público (si es que lo tiene). Falta de libertad es lo que tiene el pobre que depende de la exigua caridad de sus congéneres. Falta de libertad es lo que sufre el subordinado (en la jerarquía de la empresa, por ejemplo) cuando tiene que comulgar con ruedas de molino porque necesidades o deseos vitales para él dependen de la voluntad de su superior. Falta de libertad, en fin, es lo que padece el que vive con permiso de otro. No olvidemos el dicho de Juvenal: 'Hay muchas cosas que los hombres, si llevan la capa remendada, no se atreven a decir'. El mundo contemporáneo, porque distribuye de forma tan groseramente desigual recursos, oportunidades y riqueza, padece un hondísimo problema de falta de libertad.

Traiga interior desasimiento a todas las cosas y no ponga el gusto en alguna temporalidad, y recogerá su alma a los bienes que no sabe.

El futuro del mundo depende de la restauración completa de la Femenina Sagrada en toda su ternura, pasión, ferocidad encantadora y persistencia rendida.

Todo respeto y toda ganancia, echadlos a un lado como a las piedras.

Es como una semilla de mostaza mas pequeña que todas las semillas, pero que al caer en tierra preparada produce un gran árbol y es refugio de aves.

Haced lo que queráis, sabed solamente que si transgredís las leyes, sufriréis. Pero esto no importa, tenéis toda la eternidad por delante, tendréis tiempo de arrepentiros y de reparar. El amor, es paciente.

Experimenta la vida de todas sus formas; bien mal, dulce amargo, luz oscuro, verano invierno. Experimenta todas las dualidades. No tengas miedo de experimentar, porque cuanta mas experiencia tengas, mas maduro serás.

Si realmente deseamos ser felices, que toda nuestra vida se reconduzca hacia la consciencia, el cuerpo, el presente, la reeducación, la sanación, el amor.

Ya nada es “obligatoriamente” para siempre, ni siquiera lo que eligió como afición, profesión o lugar de residencia. La idea de que podemos ser quien deseemos, practicar nuevos deportes, aprender otras culturas, probar todas las gastronomías, tener otros círculos de amigos…, convierte una vida estanca en otra rica en oportunidades y variedad.

Si usted quisiera que la humanidad avanzara, forme un bufete con todas las ideas preconcebidas. El pensamiento así herido se despierta y se vuelve creativo. De lo contrario descansa en una repetición mecánica y confunde eso por su correcta actividad.

Sabía usted que desde ese lugar, cualquier cosa y todas las cosas pueden ser posibles, es esa parte de nosotros que se entreteje con todo lo que ha existido, lo que existe y lo que existirá.

Todas las obras del hombre tienen su origen en la fantasía creadora. ¿Que derecho tenemos entonces a la amortización de la imaginación?

Todas las cosas difíciles tienen su origen en lo que es fácil, y las grandes cosas en lo que es pequeño.

Si te doy toda mi sabiduría y todo mi amor igualmente tengo toda mi sabiduría y todo mi amor porque lo no-material es fuente inagotable.

La ignorancia es la causa de que no distinga la voz interior de la voz exterior, y es la fuente de toda su incredulidad.

Que pequeña eres brizna de hierba. Si, pero tengo toda la Tierra a mis pies.

En alguna ciudad del mundo, en todas las paredes, tienen que estar escritas esas palabras: ‘Ojos de perro azul´ -dije-. Si mañana las recordara iría a buscarte.

De todas las cosas que la sabiduría provee para hacernos completamente felices, la mayor es la posesión de la amistad.

El secreto de toda la existencia es no tener miedo. Nunca temas lo que será de ti, no dependas de nadie. Solo en el momento en que rechazas toda ayuda te liberas.

Sabía usted que esta característica se refiere a la consideración del ser humano como animal racional, al contrario que todas las otras especies.

Lo mismo que el agua del océano es la única sustancia de la que están formadas todas las olas, así también la consciencia es la única sustancia de la que están formadas todas las cosas conocidas por nosotros.

Estoy sin forma y en todas partes.

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