La iluminación espiritual

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Me hablas del método científico, pero nadie ha sabido caracterizarlo. Es un término vacío.

Los seres humanos solo pudimos empezar a comprender las cosas a través del conocimiento científico. Antes, todo era especulación, fantasías, misterios, suposición. Y a través de esas especulaciones, misterios, ilusiones, fantasías y suposiciones se crearon las ideologías religiosas, creencias y supersticiones.

Después del paréntesis de la Edad Media el conflicto entre la fe y la razón empieza a decantarse poco a poco a favor de ésta última, pero los descubrimientos científicos de Copérnico y Galileo ponen de manifiesto la forma como nos engañan las apariencias: ni la Tierra es plana ni está inmóvil y no es el sol el que se mueve alrededor sino al contrario. La veracidad de los juicios humanos despierta cierta incertidumbre puesto que las cualidades que atribuimos a los objetos son percepciones nuestras que pueden deformar la realidad, la fe en el hombre renacentista parece tambalearse. Siguiendo el ejemplo de Sócrates, Descartes empieza a replantearse todo el saber de su tiempo hasta dudar de todo conocimiento. ¿Cómo estar seguro de algo? Lo único que puedo afirmar es que dudo y si dudo pienso, luego entonces existo. Esta duda metódica nos lleva a un nuevo axioma: "Pienso, luego existo", partiendo de esta verdad incuestionable se puede establecer un criterio de certeza mediante el cual no es posible dudar de la realidad; por tanto toda idea que se presenta a la mente de una forma clara y distinta supone una evidencia necesariamente verdadera. Siguiendo este discurso de entre todas las ideas hay una que destaca como una marca innata e imborrable: La idea de perfección que Descartes identifica con Dios, cuya bondad garantiza la existencia de las entidades externas al Sujeto.

De todas formas, la valentía del científico consiste en su capacidad para aceptar como posible lo inverosímil sin negar ninguna hipótesis sin analizarla imparcialmente.

Respuesta: Es verdad que no existe la Verdad, pero sí las ideas más o menos rigurosas. Es cierto que el vocabulario científico no es imprescindible, y que uno puede referirse a las cosas de forma rigurosa empleando otro, pero ello no quita que hay ideas que son disparates independientemente de quién crea en ellas.

Aproximadamente una década después, apareció otra advertencia de 100 ganadores de premios Nobel, que señalaban que “El peligro mayor para la paz mundial en los próximos años no vendrá de actos irracionales de los estados o individuos, sino de la legítima demanda de los desposeídos”. Tal como se ha indicado en estas dos advertencias de destacados científicos, poderosas tendencias adversas (como el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales claves como el agua y el petróleo barato, una creciente población mundial y un aumento en la diferencia entre pobres y ricos) están convergiendo en una crisis del sistema a nivel global, creando la posibilidad de una caída evolutiva humana en el contexto de unos pocas generaciones. Si en lugar de ello establecemos un salto evolutivo, éste seguramente incluiría un cambio hacia formas de vida más simples, sustentables y satisfactorias.

El conocimiento científico aborda la realidad de una manera crítica, sistemática, ordenada y controlada, y, además, verifica sus conclusiones.

Me propongo listar algunos de ellos aquí y analizarlos. Algunos son realmente interesantes y sin duda merecerían una entrada por sí solos, pero creo que es mejor juntarlos todos y darles puerta de forma breve y concisa. La dificultad que entrañan es que son argumentos radicales, que van a la raíz misma de la discordia. Es fácil refutar una magufada cuando hablamos de datos y hechos, pero estos temas se sitúan, en cambio, al nivel de la filosofía de la ciencia. Un campo en el que lamentablemente los científicos están muy poco entrenados. La filosofía de la ciencia puede llegar a ser muy difícil -“una salvajada” recuerdo que la llamaba una profesora mía de neurociencia cognitiva-, pero es algo que ayuda muchísimo a la labor científica y que valdría la pena impartir más en las facultades de ciencias.

No se si escribiendo libros científicos podría prescindir del laboratorio.

Como consecuencia de este proceso insano aplicado por las religiones a los seres humanos, la mente queda totalmente bloqueada, incapacitada para razonar bien, la confianza en el conocimiento científico es totalmente destruida, su criterio propio anulado, sus sentimientos manipulados, su lógica abolida, cualquier absurdo que el argumento presente como real se puede creer, ya no existe la lógica para cuestionar, para poner sus parámetros en el pensamiento, en la estructura intelectual del individuo.

Muchas veces cuando defendemos la validez de una teoría científica apelamos al método con el cual ha sido contrastada y construida. Este primer argumento anticientífico es bastante bueno porque encierra parte de razón: no hay una caracterización universal de lo que es el método científico. En el colegio nos enseñaron que el científico sale a mirar la naturaleza, se encuentra con un problema, formula una hipótesis, la contrasta y, tachán, ya está hecha la ciencia. Pero esta es una visión muy ingenua de lo que sucede en la realidad.

En el transcurso de la historia de la humanidad, los diferentes pueblos y culturas han engendrado hombres que de diversas maneras sobresalieron por encima de sus contemporáneos. Muchos de sus nombres aparecen en los diccionarios enciclopédicos o en obras literarias, porque todos hicieron algo que los hizo trascender y pasar a la posteridad como triunfadores. Hablo de profetas, científicos, artistas, inventores, deportistas, políticos, estadistas, líderes...

El conocimiento científico es lo que usamos para edificar conocimiento real en nuestra mente.

No es el científico físico, sino el maestro totalmente auto realizado que comprende la verdadera naturaleza de la materia. Así Cristo pudo restaurar el oído del siervo después de que uno de los discípulos la había cortado.

Nunca hubo tanta concentración de recursos económicos y de conocimientos científicos y tecnológicos dedicados a la producción de muerte.

Los naturalistas y científicos no-dualistas están trabajando desde dentro para cambiar las cosas.

A su vez discípulo de Platón, sin embargo a diferencia de su maestro no concebía lo percibido a través de los sentidos como un mero reflejo de una realidad superior. Más allá de un mundo de sombras los objetos concretos son seres que existen y en cuanto al mundo de las ideas no está separado del mundo sensible terrenal, porque si la esencia de las cosas no está en las cosas no se pueden explicar. Aristóteles es la cima de la filosofía clásica, por primera vez se establecen los principios de la lógica y del método científico basado en la observación y verificación de las teorías, la experiencia se convierte en la principal fuente de conocimiento al partir de lo particular a lo general (inducción) y a la inversa por deducción. Aristóteles identifica la verdad con la felicidad y el goce supremo, su figura marcará toda la filosofía posterior como paradigma del pensamiento occidental.

El conocimiento común, el práctico y el ideológico, son los tres primeros conocimientos que adquirimos y los que más usamos en el transcurso de nuestra elemental existencia. El conocimiento simbólico, el teórico, el filosófico y el científico, lo adquirimos a través del estudio.

Fui a través de la fase ateo científico estándar, cuando tenia unos 14 años. Lo compre en ese paquete de la ciencia es igual a ateísmo.

Mi padre era un científico de primer nivel y mi madre fue un pintor prolífico. Me di cuenta de que mis padres tenían completamente diferentes formas de conocer y entender el mundo, y que se refieran a la misma de manera diferente.

No juego al ajedrez, lucho en ajedrez. Por consiguiente, trato de combinar la táctica con la estrategia, lo fantástico con lo científico, lo combi nativo con lo posicional, y trato de responder a las demandas de cada posición especifica.

Con afán de resumir, algo vale la pena de ser tenido en cuenta si es lógicamente contrastable. Es decir, si podemos idear una forma en la que la idea podría ser confirmada o disconfirmada. En este punto es una idea respetable, susceptible de ser protociencia. Por ello, las locuras metafísicas u oscurantistas no pueden apelar al derecho que tiene toda idea de una oportunidad de ser valorada. No todo lo interesante es cientìfico, pero lo ideal es que las cosas sean lógicamente susceptibles de serlo, como mínimo.

Los Mayas sabían que todo esto iba a suceder y por ello nos dejaron un mensaje grabado en piedra que esta constituido por un elemento de alerta y otro de esperanza mismos que están contenidos en sus Siete Profecías, en el mensaje de alerta nos avisan de lo que va a pasar en éstos tiempos que vivimos, y en el de esperanza nos dicen de los cambios que debemos de realizar en nosotros mismos para impulsar a la humanidad hacia una nueva era, donde los valores mas altos empiecen florecer a través de la práctica cotidiana de de éstos por cada uno de nosotros, para llevar a la humanidad hacia el amanecer galáctico, en donde en la nueva era ya no habrá más caos ni destrucción. Las visiones de futuro, de nuestro presente están en las siete profecías que se basan en las conclusiones de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento de universo.

Después de todo, cuando estas enamorado, quieres contarlo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen al publico de la ciencia me parece aberrante.

Incontables dioses suplían incontables lagunas. Sin embargo, con el transcurrir de los siglos el conocimiento científico fue en aumento.

Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mi un pajarito me conto que estamos hechos de historias.

Soy científico, no teólogo. No se si existe un Dios o no. La religión requiere certeza. Venerar y respetar a Guía. Tener confianza en Guía. Pero no fe.

No hay nada mas maravilloso que ser un científico, en ninguna parte preferiría estar mas que en mi laboratorio, manchando mi ropa y cobrando por jugar.

Toda creación se rige por la ley. Los que se manifiestan en el universo exterior, descubiertos por los científicos, se llaman leyes naturales.

¿Qué es lo real? ¿Sólo lo demostrable por el método científico, o la realidad escapa al método que pretende expresarla? Muchos afirman lo primero.

El proceso de descubrimiento científico es un vuelo continuo desde el asombro.

Solo después de la Segunda Guerra Mundial, este país llevo al mundo de la ciencia de toda forma de poder medir, sin embargo, el número de científicos era una pequeña parte de lo que es ahora.

El esquema mental humano antiguo es reemplazado ahora por un esquema mental basado en conocimiento real: la historia, la biología, la astronomía, la física, la genética, la psicología y otros conocimientos científicos son ahora la base del nuevo esquema mental humano. Pero ¿Cómo es que se sostienen aun esas antiguas ideologías religiosas en nuestra época de tanto conocimiento real e información científica?

El científico no tiene por objeto un resultado inmediato. El no espera que sus ideas avanzadas sean fácilmente aceptadas. Su deber es sentar las bases para aquellos que están por venir y señalar el camino.

A través del experimento científico habían demostrado que puede haber algo así como una fuerza vital que fluye a través del universo - lo que se ha llamado de manera diversa conciencia colectiva o, como los teólogos lo han llamado, el Espíritu Santo.

Solución: Tienes razón, es un error de los científicos el usar mal el término. Lo cierto es que una teoría debería tener un nivel de evidencia tan aplastante que solo un loco puede negarla. Y olvídate de eso de las leyes que te enseñaron en el cole.

Fe ciega quiere decir que una persona puede obtener resultados curativos sin comprender o tener conocimiento científico del poder de las fuerzas implicadas.

Los científicos, meditando sobre los antiguos manuscritos, fósiles etc., son capaces de reconstruir escenas del pasado y hacerlas revivir Su mente subconsciente viene en su ayuda.

¿Dónde está el problema? Que los científicos dicen ‘Teoría de la evolución’ y ‘Teoría de cuerdas’, cuando esto es un sinsentido. La teoría de cuerdas es realmente la ‘hipótesis de cuerdas’. Las razones por las que esto pasa son varias, pero muchas veces se debe al propio afán del investigador de darle más renombre a lo que hace. Con esta práctica generamos confusión en el lego, que puede pensar que si llamamos igual a las dos cosas es porque hay la misma evidencia disponible a favor de la relatividad que de la existencia de multiuniversos, por ejemplo.

Justo después de la Segunda Guerra Mundial, este país lidero al mucho en la ciencia en cada manera en la que lo pudieras medir, sin embargo, el número de los científicos era una pequeña proporción del que es ahora.

Las dificultades surgen cuando las observaciones reportadas parecen entrar en conflicto con los hechos que la mayoría de los científicos aceptan como establecidos e inmutables. Los científicos tienden a rechazar las observaciones contradictorias.

Desde mi niñez, sentí un vivo interés por las cuestiones científicas que para mí eran algo más que una mera recopilación de ideas, las vivía como si fueran parte de mí, sentía la sensación de tener una especial facilidad para encontrar las posibles soluciones a los problemas científicos. Mediante el estudio de la ciencia y el análisis profundo de la misma fui desarrollando una serie de ideas que se concretaron en este libro, es decir, que no he buscado simplemente definir cómo sería el mundo del futuro en base a las conclusiones científicas aportadas hasta ahora, sino más bien he ido más allá y he intentado encontrar aquellos puntos que la ciencia convencional no muestra con el fin de añadir algo positivo a su progreso.

Sabía usted que los científicos no han demostrar que la materia existe.

Soy científico, no teólogo. No se si existe un Dios o no. La religión requiere certeza.

Soy un científico, no un teólogo. Yo no se si Dios existe o no. Religión requiere certeza. Reveré y el respeto a Guía. Tener confianza en Guía. Pero no la fe.

Nuestro poder científico ha superado a nuestro poder espiritual. Hemos guiado misiles y hombres equivocados.

Ser un verdadero explorador de la ciencia—seguir el sin prejuicios de la investigación científica pura— es no tener miedo de proponer lo impensable y demostrar que amigos, colegas y paradigmas científicos están equivocados.

Los hechos de la ciencia son suficientemente reales, al igual que las técnicas que usan los científicos y las tecnologías basadas en ellos. Pero el sistema de creencias que gobierna el pensamiento científico convencional es un acto de fe.

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