Un sacerdote soñó que entraba en una tienda recién inaugurada en la plaza del mercado y, para su sorpresa, descubrió que su Maestro se encontraba tras el mostrador.
¿Qué vendes aquí?, le preguntó.
Todo lo que tu corazón desee, respondió su Maestro.
Sin atreverse casi a creer lo que estaba oyendo, el sacerdote se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear: «Deseo Amor», dijo. Y luego, tras un instante de vacilación, añadió: No solo para mí, sino para todo el mundo.
El maestro se sonrió y dijo: Creo que no me has comprendido...
Aquí no vendemos frutos. Únicamente vendemos semillas.
MORALEJA
Las semillas del amor son como semillas de flores que se esparcen a ciegas y sin saber donde caerán. Cuando vengan las lluvias, las semillas se harán plantas. Pronto habrá millones de flores. Nunca sabrás donde las sembraste y no podrás verlas, pero miles de personas las verán y disfrutarán de su fragancia. Y la gente dirá: Si no vas a volver a verlas, ¿a qué viene tu alegría?
Y les dirás: «Mi alegría es que muchas personas se sentirán alegres. No soy avaro. Haré todo lo que pueda para hacer feliz a la gente; es parte de mi amor».
Da tu amor a cualquiera, al extraño. No se trata de dar algo valioso, basta con echar una mano. Aprende a dar y descubrirás que mucha gente que ni te miraba se muestra amorosa contigo.
CUENTOS ZEN RECIENTES
CUENTOS ZEN EN TUS REDES
Los cuentos zen son una forma de narrativa que se originó en la tradición budista zen. Estas historias cortas y a menudo humorísticas se utilizan para transmitir enseñanzas y reflexiones profundas sobre la vida, la naturaleza humana y la espiritualidad.
El cuento zen funciona como una espada que corta el nudo de la mente. Espero que disfrutes leyendo estas fábulas y las encuentres perspicaces.
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