La iluminación espiritual

La conciencia de Adán y Eva

Cuento Zen (170)

Nota: Adaptación para mundos duales, donde las palabras se quedan cortas para expresar la realidad de la no-dualidad y la diferencia entre conciencia y consciencia.

Dios creó al hombre y a la mujer. Les dio su bendición y les pidió que poblaran la tierra y la administren, amando a todos los animales sobre la tierra, pues le dio capacidad para disfrutar el aquí y el ahora.

Al hombre lo llamó Adán y a la mujer Eva, a quienes les entregó el paraíso, un jardín hermoso y sagrado para que vivieran felices por siempre.

De esta forma, puso al hombre en el paraíso para que lo cuidara y cultivara con amor, sin embargo, le dijo: Puedes comer de todos los árboles menos del árbol del conocimiento porque el día que comas de él morirá tu consciencia y nacerá tu conciencia.

La serpiente que vivía en el árbol del mal le preguntó a Eva:

¿Por qué no comes de árbol del conocimiento?

Porque Dios nos pidió no comer del árbol del conocimiento.

La serpiente que seduce y es astuta le dijo:

Si tú comes de este árbol serás como un Dios.

Eva fue tentada y le dio de comer el fruto del árbol prohibido a Adán, y desde ese momento conocieron la individualidad, el ego y la soledad, siendo desterrados del paraíso en donde Dios puso a un ángel para que cuidara que no ingresaran hasta que recobraran la consciencia.

MORALEJA

Nota: Entienda la diferencia entre conciencia y consciencia.

Conciencia: Mente, individualidad, ego, dualidad.

Consciencia: Existencia, unidad, todo, no-dualidad.

La historia de Adán y Eva dice que cuando comieron del fruto del árbol del conocimiento, por primera vez tuvieron conciencia de su desnudez y se sintieron avergonzados. Estaban ya desnudos, pero no se habían dado cuenta. La conciencia, la conciencia misma, crea una distancia. En el momento en que tienes conciencia de algo, empiezas a juzgar. Entonces eres algo diferente de aquello. Por ejemplo, Adán estaba desnudo. Todo el mundo nace desnudo como Adán, pero los niños no se dan cuenta de su desnudez. No la juzgan, ni si es buena ni si es mala. No tienen conciencia y, por tanto, no son capaces de juzgar.

Cuando Adán se dio cuenta de que estaba desnudo, surgió un estado de opinión sobre si era o no correcto, su mente se puso en marcha, la dualidad entre lo bueno y lo malo hizo su aparición.

Todos los animales estaban desnudos a su alrededor, pero ningún animal tenía conciencia de su desnudez. Adán tomó conciencia y con esa conciencia Adán se convirtió en algo único. Ahora, el ir desnudo era comportarse como un animal, y a Adán, desde luego, no le gustaba ser como un animal. A nadie le gusta, aunque todo el mundo lo es.

Con el sentimiento de vergüenza Adán fue dividido en dos. Se avergonzó de sí mismo. Y esa parte de él de la que se sintió avergonzado fue separada de cuajo de su mente consciente. Desde entonces el hombre ha vivido una vida fragmentada, bifurcada. Y, ¿por qué se avergonzó? No había nadie, ni un predicador, ni una iglesia religiosa, para decirle que se avergonzara.

En el momento en que tienes conciencia, surge el ego. Te vuelves mental. Sin consciencia eres simplemente una parte, una parte de una vida mayor. No eres algo diferente ni separado. Si una ola del océano tuviera conciencia, en ese mismo instante la ola crearía un ego distinto del propio océano. Si la ola tuviera conciencia y pensará, «Yo soy», dejaría de poder pensar en ella misma como una unidad con el océano, como una unidad con las demás olas. Se convertiría en algo diferente, separado. El ego es así creado. El conocimiento crea el ego.

Recuerda: Cuanto más consciente te vuelvas, más silencio alcanzará tu vida, más paz, más amor. Estas son consecuencias de la consciencia. Pero cuanta más conciencia tienes, más ruido alcanzará tu vida, más caos, más división. Estas son consecuencias de la conciencia.