La iluminación espiritual

Cáncer en la amazonia

CÁNCER SELVÁTICO

Como es posible que la humanidad no tenga consciencia de lo que está pasando en la amazonia. En diez años, Colombia perdió 14.490 kilómetros cuadrados de bosque en la Amazonia, principalmente por la extensión de la ganadería. El fenómeno parece no tener remedio. Si el Amazonas es el pulmón del mundo, este órgano padece un cáncer que lo carcome: la deforestación. Las cifras de la pérdida de cobertura vegetal en la Amazonia de Colombia, una región de 483.164 kilómetros cuadrados en diez departamentos (42,3 por ciento del área continental del país), son tan dramáticas que se pueden asemejar al cáncer, que poco a poco va minando la salud del paciente.

La Amazonia está desapareciendo. Es el bosque primario más grande del planeta y ya ha perdido el 18% de su superficie, y su destrucción continúa. Su extensión hace que sea un elemento clave en la dinámica global del clima y del régimen hídrico. Sin embargo, Brasil, país en el que se encuentra la mayor parte de la Amazonia, ocupa la cuarta posición entre los países más contaminantes por las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la deforestación. Sin la Amazonia, las condiciones de vida cambiarían drásticamente. Además, es clave en la lucha contra el cambio climático. Las mayores amenazas de la Amazonia son el comercio ilegal de la madera, y la expansión ganadera para obtención de carne.

Entre las causas directas más importantes de la deforestación se encuentra la pobreza del tercer mundo (donde se hallan la mayoría de los más grandes bosques y selvas), que necesitan explotar estos ecosistemas para obtener recursos; la necesidad de abrir espacios nuevos para la agricultura, para la cría de ganado, la urbanización y la construcción de infraestructura (carreteras, vías férreas, tendidos eléctricos); la minería; la inundación para generar energía hidroeléctrica, y la explotación de petróleo.

Casi la mitad de los bosques húmedos tropicales del mundo han sido destruidos. Sabiendo lo que hacemos con su incalculable diversidad, con sus enormes beneficios potenciales y las consecuencias de su desaparición para el clima del mundo, es una locura que esa destrucción continúe. Sin embargo, un área de bosque húmedo del tamaño de 6 campos de fútbol se destruye aún cada minuto de cada día. En pocas décadas, más de tres cuartas partes (3/4) de los bosques originales pueden haber desaparecido para siempre. Para disminuir este ritmo de destrucción, la comunidad internacional debe ayudar a los países que tienen bosque húmedo a desarrollar políticas de explotación viable y otras fuentes de ingresos; demasiados proyectos de ayuda simplemente aceleran la propagación de la silvicultura comercial.

CONCLUSION

La deforestación es un hecho que ocurre y que seguirá ocurriendo especialmente si las autoridades mundiales no toman las medidas necesarias para provocar un cambio. No hay que dejar de lado el papel que jugamos nosotros, los jóvenes, ya que somos los llamados a generar ideas que en un futuro cercano lleven a una solución de este problema. Además serviremos como creadores de conciencia en nuestro círculo cercano y en nuestras futuras generaciones.

El bosque en general, especialmente el tropical, ha experimentado una disminución drástica, lo que nos puede llevar a eliminar una fuente de riqueza no considerada hasta ahora. Con esto me refiero a eliminar una fuente de recursos medicinales, turísticos, climáticos y otros que están por conocerse.

En las partes donde nos presentamos para observar los terrenos se ve claramente la deforestación de lo que un día fueran cultivados por diferentes clases de árboles y arbustos. Y esto nos permite ver la necesidad de trabajar muy arduamente para ayudar en el sistema del medio ambiente. Debemos tener conciencia que al talar un árbol debemos cultivar otro en su lugar, hacer por lo menos a nuestro alrededor la tarea de reforestar en los lugares que aún se pueden salvar.