Inconstante y fútil, el espíritu ordinario es la presa incesante de las influencias exteriores, de las tendencias habituales y del condicionamiento.
LA MEDITACIÓN ES UNA ACTITUD Y NO UNA TÉCNICA
La meditación es una actitud y no una técnica. La meditación es simplemente una cuestión de estar, de derretirse, como un pedazo de mantequilla dejada al sol.
TRABAJAR PARA DISIMULAR EL OCIO Y LA PEREZA
No caigas en el vicio de trabajar para disimular el ocio y la pereza. El perezoso normalmente abarrota su vida para evitar los verdaderos problemas de la vida.