Anécdotas y un poema de la Gran Marie Curie - Poesía

Anécdotas y un poema de la Gran Marie Curie, es una buena recopilación de la vida de está bella científica que se abrió camino en una época discriminativa.

MARIE CURIE

LA GRAN MARIE CURIE

Un breve resumen de la vida de Madame Marie Curie.

Es impresionante leer la vida de Marie Curie escrita por su propia hija, que habrá tenido un acceso único a documentos, anécdotas e historias que rodean esta figura en cierto modo legendaria. La verdad es que tiene una vida para grabar en letras de oro y que no desmerece el apelativo de vida heroica que usa su hija en el título, y que, sin embargo, recoge también los pequeños detalles que hacen humana y cercana a esta gran científica.

Marie Salomea Skłodowska Curie, mejor conocida como Marie Curie, nació en Varsovia el 7 de noviembre de 1867. Fue una científica polaca con nacionalidad francesa, pionera en el campo de la radiactividad.

ANÉCDOTAS DE MARIE CURIE

Anécdotas de la vida Marie Curie:

  1. Fue la primera y única mujer en recibir dos Premios Nobel, uno en Física y otro en Química.
  2. Estudió en una universidad clandestina: La Universidad de Varsovia. A los 24 años llegó a Francia, donde continuó con sus estudios en matemáticas, química y física.
  3. Conoció a Pierre Curie en el laboratorio de la Escuela Municipal de Física y Química Industrial en París. Pierre era jefe de esta área y más tarde se convirtió en su compañero esposo y Nobel de Física en 1903.
  4. Cuando la científica se casó con Curie, usó su atuendo de laboratorio azul marino, en lugar de un vestido de novia blanco.
  5. Nombró el primer elemento químico que descubrió como su país de origen: el polonio.
  6. Fue la primera mujer en las conferencias de Solvay, una serie de congresos con los científicos más importantes de la época. Figuras como Einstein, Schrödinger y Born participaron a su lado.
  7. Para poder pagarse sus estudios de física, matemáticas y química en la Universidad de París, daba clases particulares de noche pero era muy poco dinero y sobrevivió con té, pan y mantequilla. Se dice incluso que llegó a pasar hambre con tal de poder terminar sus estudios.
  8. El 4 de julio de 1934 Marie Curie murió a causa de anemia aplásica, causada por la exposición prolongada a la radiación. Los efectos nocivos de la radiación ionizante no se conocían en ese momento.

SU LUCHA

Luchó contra viento y marea para conseguir sus sueños.

Aunque los padres de Marie Curie eran profesores y abogaban por la educación de sus hijos, lo cierto es que los últimos coletazos del siglo XIX aún no eran tiempos fáciles para que una mujer tuviese una educación superior. De hecho, Marie Curie tuvo algunas dificultades para inscribirse en una escuela de educación superior y terminó accediendo a la llamada Universidad Flotante de su ciudad natal, una institución clandestina a la que sí podían acceder mujeres.

Para financiarse sus estudios en Varsovia, su ciudad natal, y posteriormente en París, Marie Curie tuvo que dar clases nocturnas y llegó a pasar hambre para conseguir estudiar. A pesar de las dificultades, ella nunca dejó de pelear por convertirse en una de las grandes damas de la ciencia.

PREMIO NOBEL

Fue la primera mujer en ganar un premio Nobel.

En el año 1903, los célebres premios suecos premiaron a Pierre Curie, marido de Marie Curie, con el Premio Nobel de Física. En un primer momento, el reconocimiento le había sido otorgado solo a él pero, puesto que su trabajo en el laboratorio era conjunto, Pierre exigió que su esposa también fuese galardonada. Posteriormente, en el año 1911, Marie Curie recibió otro Nobel, esta vez el de Química, que reconocía su imprescindible aportación en este campo gracias al descubrimiento del Radio y el Polonio.

A pesar de sentar esta base, a día de hoy solo hay 49 mujeres galardonadas frente a los 833 hombres premiados desde que se celebrasen por primera vez en 1895. Unas cifra que habla, sin paños calientes, de desigualdad en estado puro.

MUJER CATEDRÁTICA

Consiguió ser la primera catedrática en la Universidad de París.

A día de hoy resulta bastante común encontrar a mujeres catedráticas en las universidades de todo el mundo y es que, con el paso de los años, las aulas universitarias han acabado teniendo una mayor matriculación femenina que masculina. Evidentemente no siempre fue así y mujeres como Marie Curie abrieron también las puertas a las mujeres dentro de la docencia universitaria.

Así, un 15 de noviembre de 1906, Marie Curie se convierte en la primera mujer en dar una clase en La Sorbona de París y, claro está, una de las primeras docentes universitarias del mundo.

MUJER SERVICIAL

Una mujer entregada a los demás.

Además de sus investigaciones científicas y su trabajo en laboratorio, Marie Curie tenía un fin: mejorar la vida de los demás a través de sus descubrimientos. Por eso, sus avances científicos fueron imprescindibles para que, durante la Primera Guerra Mundial, la radiación permitiese averiguar dónde estaban las balas de los combatientes heridos. Ella misma trabajó en los hospitales de campaña, dándole un uso práctico a sus horas de laboratorio y ayudando así, a salvar vidas.

De hecho, Marie Curie se convirtió en una de las primeras mujeres en obtener en carnet de conducir porque ella misma trasladaba las unidades móviles de radiografía utilizadas en los años de conflicto.

LUCHA DE GÉNEROS

Luchó contra los estereotipos de género de su momento.

La historia de amor de Pierre y Marie Curie habla de admiración y respeto mutuo. Ambos se hicieron grandes amigos y compartieron laboratorio hasta que surgió el amor. La gran científica rompió moldes incluso a la hora de contraer matrimonio, ya que lo hizo con un amplio vestido azul marino que utilizaría posteriormente para su día a día en el laboratorio. Otro de los detalles más llamativos de esta historia de amor es que la luna de miel de la pareja se basó en un viaje en bicicleta por diferentes zonas de la geografía francesa.

Años después de la muerte de Pierre Curie, Marie Curie comenzó un romance secreto con uno de los ex alumnos de su marido que, en ese momento, estaba casado. Cuando el affaire salió a la luz, Marie Curie fue tachada por la prensa como Rompe Hogares y Roba Maridos, una polémica que fue utilizada por sus rivales hombres para machacar la reputación de Marie Curie. En ese momento, la investigadora se refugió junto a sus hijas en casa de un amigo y consiguió continuar con esa labor imprescindible que hizo por la historia y por las mujeres.

SU AGONÍA

Durante la agonía, Marie Curie tiene pobres quejidos de dolor y de sorprendidas y soñadoras quejas: No puedo expresarme... Estoy ausente...

Marie Curie no pronuncia el nombre de ningún ser viviente. No llama ni a su hija mayor, llegada el día antes con su esposo, ni a Eva, ni a sus hermanos. Las pequeñas y las grandes preocupaciones de su trabajo vagan a la deriva en su maravilloso cerebro y se manifiestan por frases sin continuidad: Los párrafos de los capítulos será necesario hacerlos iguales... He creído que esta publicación...

Y mirando muy fijamente una taza de té, en donde ella intenta agitar una cucharita, no una cucharita, sino una espátula o algún otro delicado instrumento de laboratorio, y murmura: ¿Es que se ha hecho con radio o con mesotorio?

Marie Curie se ha apartado de los humanos. Se reúne para siempre con sus cosas amadas, a las cuales ha dedicado toda su vida. Ya no tendrá más palabras indistintas y, de pronto, para el médico que va a darle una inyección, este débil grito de cansancio: ¡No quiero! ... ¡Que me dejen tranquila!

POEMA DE MARIE CURIE

Marie Curie era una gran aficionada a la escritura, por eso quiero compartir un poema escrito por ella sobre el sacrificio de la ciencia.

¡Ah, cómo la juventud del estudiante transcurre amargamente,
mientras que a su alrededor, con eterna pasión lozana,
otros jóvenes buscan ávidamente los fáciles placeres!

¡Y no obstante, en su soledad
vive, oscura y feliz,
pues en su celda halla la fuerza
que hace inmenso el corazón!

Mas el tiempo bendito se esfuma,
pues debe abandonar el país de la ciencia
para luchar por su pan
en los grises caminos de la vida.

…Y muy a menudo, el espíritu fatigado
vuelve bajo los techos
de este rincón siempre amado por su corazón,
en donde albergaba la labor silenciosa
y en donde quedó un mundo de añoranzas.

PEQUEÑOS ESCRITOS DE MARIE CURIE

10 de diciembre de 1885 Desde que nos separamos mi existencia ha sido la de una prisionera. Ni a mi peor enemigo desearía que viviese en tal infierno. Es una de esas familias ricas en donde, cuando hay gente, se habla francés —un francés de camareros—, y en donde no se pagan las facturas en seis meses y, no obstante, se tira el dinero por la ventana mientras se economiza avaramente el aceite de las lámparas. Pasan por ser generosos y liberales y, en realidad, están dominados por el más sombrío embrutecimiento.

5 de abril de 1886 Hoy hemos tenido una nueva escena porque (Andzia) no quería levantarse a la hora habitual. Por fin, me he visto obligada a agarrarla de la mano y tirarla de la cama. Dentro de mí hervía. No te puedes imaginar lo que me perjudican estas pequeñas cosas. Una tontería semejante me pone enferma horas y horas, pero era necesario que yo dijera la última palabra. No son (las jóvenes del lugar) malas criaturas, pero su educación no ha desarrollado su espíritu y las fiestas de aquí, insensatas e incesantes, han acabado de disipar sus ideas. En cuanto a los muchachos hay muy pocos que sean amables y menos aún inteligentes. Para las unas y para los otros, palabras tales como positivismo, cuestión obrera, etc. son verdaderas bestias negras, suponiendo que las hayan oído pronunciar alguna vez, lo cual sería una excepción.

12 de diciembre de 1886 He adquirido la costumbre de levantarme a las seis de la mañana para poder trabajar más. Leo en este momento la física de Daniell, la sociología de Spencer en francés y las lecciones de anatomía y de fisiología de Paul Bers en ruso. Leo muchas cosas a la vez. El estudio de una sola materia podría fatigar mi cerebro. Cuando me siento absolutamente inepta para leer con provecho, resuelvo problemas de álgebra y trigonometría, que no soportan faltas de atención y me devuelven al buen camino. ¿Mis planes para el porvenir? Son tan corrientes y simples que no vale la pena hablar de ellos… Salir adelante tanto como pueda y cuando no pueda más, decir adiós a este bajo mundo. Algunas gentes pretenden que, a pesar de todo, es necesario que pase por esa clase de fiebre que se llama amor. Esto no entra absolutamente en mis planes.

25 de noviembre de 1888 En nuestro rincón provinciano, el hielo y las ventajas que aporta tienen para nosotros, por lo menos, tanta importancia como una discusión entre conservadores y progresistas en tu Galitzia. ¡Es una satisfacción saber que existen comarcas geográficas donde las gentes se agitan e incluso piensan! Mientras tú vives en el centro del movimiento, mi existencia se asemeja extrañamente a la de una de esas semillas de lino que ansían las aguas que bañan nuestras riberas. Espero salir pronto de este letargo. La necesidad de nuevas impresiones, de cambio de vida y de movimiento, me atenaza por momentos con tal fuerza que tengo deseos de cometer las más grandes locuras a fin de que mi vida no sea eternamente igual.

En sus Notas autobiográficas escribe Marie Curie: Uno de mis compatriotas, un profesor de la Universidad de Friburgo que me había visitado, me invitó a su casa junto a un joven físico de París, a quien conocía y estimaba mucho. Cuando entré en la habitación vi, enmarcado por la ventana francesa que se abría al balcón, un hombre joven y alto con pelo castaño rojizo y ojos grandes y limpios. Advertí la expresión grave y amable de su cara, al igual que un cierto abandono en su actitud, sugiriendo el soñador absorto en sus reflexiones. Me mostró una sencilla cordialidad y me pareció muy agradable.

No temas a la vida, solo hay que comprenderla. Marie Curie