El alcohol acaba con todo
Puro miedo o terror, no se como expresar todo esto que me sucedió al publicar este artículo, pero es una obligación moral hacerlo por duro que sea.
WILLIAM MEANDRO
La Historia de Jacqueline Saburido
La mujer que sufrió causas horribles por un conductor borracho.
Se trataba de una muchacha proveniente de una familia rica, adinerada, era hija única y todos sus caprichos eran cumplidos... parece que tenía todo: dinero, amigos (al juzgar por los relatos y las fotos eran muchísimos amigos, mas que todo amigas), estudiaba en una universidad privada, tenía un carro y una moto acuática... en fin, tenía lo que la mayoría no tiene.
Sin embargo, aparentemente se sentía mal, parece que tenía problemas en los estudios de ingeniería industrial... probablemente estaba acostumbrada a obtener muy buenas notas en el colegio católico privado, y al llegar a la universidad las cosas cambiaron, ya no era la estrella, era solo un alumno mas.
Entonces hizo lo que muchos estudiantes no pueden: darse un descanso en sus estudios. Se retiró por un tiempo de la universidad para ir a estudiar ingles a los Estados Unidos, específicamente al estado de Texas. Allá, hizo nuevos amigos y una noche, en 1999 fue a una fiesta.
Todo iba muy bien, pero de regreso, el carro en el cual iba fue embestido por una camioneta conducida por un borracho que venía en sentido contrario. Por alguna extraña razón, el vehículo en el cual iban se incendió, los bomberos salvaron a una pareja de amigos, la amiga que iba manejando murió en el acto. Ella quedó viva pero no hubo forma de sacarla... si, literalmente se quemó viva. La sacaron luego de que los bomberos lograron apagar el fuego, ya que era imposible abrir las puertas del vehículo mientras el auto estaba en llamas.
Todos creían que había muerto, ya que escapa de la lógica la posibilidad de que una persona sobreviva a algo así... pero estaba viva. La llevaron al hospital y los médicos hicieron todo lo posible para salvarla obedeciendo al juramento hipocrático, pero pensaron que no se salvaría, ya que tenía quemaduras de 3º grado en mas del 50% del cuerpo debido a que estuvo expuesta al fuego intenso durante aproximadamente 45 segundos.... sin embargo sobrevivió.
La recuperación fue obviamente lenta. Cuando logró recuperarse inició una campaña en contra de conducir bajo efectos del alcohol, ya que la culpa del accidente la tuvo el conductor borracho que chocó contra su auto. Esta campaña está dándole la vuelta al mundo, basta buscar Jacqueline Saburido en Google para encontrar muchos resultados en varios idiomas... todos referentes a su campaña.
Entiendo que Jacqueline esté haciendo esa campaña, esto le da sentido a su vida y de alguna forma le da alguna utilidad al accidente que sufrió... aunque estemos claros: eso nunca debió pasar.
Ahora bien: el conductor borracho fue sentenciado a prisión por algunos años (no muchos), y probablemente tuvo que pagar una multa o una indemnización... pero Jacqueline no estaba borracha y tampoco lo estaba su amiga, la que conducía y murió instantáneamente.
Existe un afiche de la campaña, en el cual aparece el rostro desfigurado de Jacqueline. Al ver ese afiche por primera vez, si uno no conoce la historia, uno piensa que quien estaba borracha era ella. Claro, porque si dicen: consecuencias de conducir borracho e inmediatamente muestran esa foto, uno asume que ella iba conduciendo borracha y le sucedió eso.
Pero al conocer la historia, uno se da cuenta que quien iba borracho era un imbécil que solo estuvo preso unos pocos años, y que cada vez que se ve en el espejo puede reconocerse a si mismo, ya que no le pasó ABSOLUTAMENTE NADA en el accidente.
Esto da que pensar... y mucho. Esta historia es un ejemplo de la aberrante injusticia del mundo. ¿No hubiera sido mejor que los daños los sufriera el borracho y no la pobre Jacqueline?. Probablemente ella tenía sus defectos, había cometido errores y se había equivocado tanto como se puede equivocar un ser humano.
Seguramente en el colegio era de la clase de niñas que molestaba a las mas tímidas, seguramente le ponía apodos a las feas y bautizó a la gafa del salón. Tal vez en su adolescencia era tan malcriada como cualquier hija única y tan insoportable como cualquier niña rica y engreída... ¿pero se merecía esto?, ¿se merecía esto una muchacha que a pesar de sus errores le estaba poniendo ganas a la vida?.
¿Por qué le pasó eso a esta muchacha que estaba haciendo algo útil con su vida y no le pasó a un parásito de la sociedad como el borracho que la chocó?. Es algo que nunca podré entender. Y seguramente Jacqueline despierta en la mañana, se mira al espejo y se pregunta por que... no creo que haya encontrado la respuesta, y tal vez por eso se dedicó a su campaña, para mantenerse ocupada, para hacer algo útil.
La gente lee los mensajes de esta campaña y pueden sentir muchas cosas: admiración por esta chica (es inevitable), lástima (es lógico), rabia (es humano)... luego dejan de leer el mensaje y siguen con sus vidas. Pero en lo mas profundo de su subconsciente queda el miedo; no piensan en eso, porque es demasiado desagradable y aterrador; y no es raro que en las noches sucesivas tengan pesadillas al respecto.
Yo no quiero tener pesadillas esta noche, así que lo diré abiertamente: la historia de Jacqueline Saburido me da miedo, me da pánico. Me da miedo saber que aunque siempre sufrimos las consecuencias de nuestros actos, otras veces también sufrimos las consecuencias de los actos de otras personas... ¿qué clase de justicia se supone que es esta?. Me da miedo pensar que así como esto le sucedió a Jacqueline, también puede sucederme a mi, ya que el hecho de que algún IMBÉCIL decida conducir bajo los efectos del alcohol, es algo que se nos escapa de las manos a todos.