Agua no es sustituible

Mantener el cuerpo alcalino al 100%. El agua no es sustituible por jugos de fruta ni por otros líquidos. Hace falta ingerir cada día suficiente agua.

BATMANGHELIDJ

Las enfermedades

Se pueden curar de una forma natural

La afirmación del doctor Fereydoon Batmanghelidj es que la mayoría de las enfermedades son causadas por la deshidratación del organismo.

La afirmación respecto de que las enfermedades crónicas se pueden curar de manera natural es científica y está reconocida por la Comunidad internacional de Medicina, además de estar probada clínicamente. Fue hecha por el mayor investigador mundial del agua, el Dr. Fereydoon Batmanghelidj (1930-2014), él dijo que la mayoría de las enfermedades, especialmente las degenerativas, son causadas por la deshidratación ante la carencia crónica de agua.

Dos litros de agua alcalina al día y podrás disfrutar de buena salud. Una receta sencilla para obtener agua alcalina es: En un vaso con agua, agregar una pizca de bicarbonato y el jugo de medio limón, tomar inmediatamente. Realizar esto 3 veces al día, más 4 veces al día sin agregar el bicarbonato de sodio, solo medio limón.

Así mantienes el cuerpo alcalino al 100%. El agua no es sustituible por jugos de fruta ni por otros líquidos. Para que las múltiples reacciones químicas que se desarrollan en nuestro organismo sean posibles, hace falta ingerir cada día suficiente agua. No hacerlo no solo impide el correcto funcionamiento del organismo sino que puede provocar muchas patologías.

Los jugos no bastan porque el agua que contienen ya está saturada de elementos, y los refrescos con gas son altamente perjudiciales. Se requiere agua simple y liviana. ¿Lavarías tu coche con jugo de naranja? Ocurre lo mismo cuando se requiere librar el organismo de desechos ácidos tóxicos. Solo agua liviana, también libre de desechos ácidos tóxicos, es lo que tenéis que ingerir.

El doctor Fereydoon Batmanghelidj explica en su obra que El cuerpo reclama agua llorando a gritos. La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la responsable desconocida de la muerte de millones de personas.

Sin embargo, los arrogantes sistemas sanitarios de los países, supuestamente avanzados, no la consideran importante y siguen tratando a los enfermos con productos químicos en vez de hacerlo con simple agua sin cloro, hasta que al final logran que aparezcan problemas de verdad.

Obviamente, es más rentable vender medicamentos que agua. Batmanghelidj expone en su libro ‘Los muchos Clamores de su Cuerpo por el Agua’, que cuando un ser humano se deshidrata pueden aparecer alergias, asma y dolores crónicos en diferentes zonas del cuerpo, desde el dolor dispéptico hasta el artrítico reumatoide pasando por el de angina, el lumbar, el de piernas, migraña, colitis.

Y es que aunque esos dolores se perciban en zonas localizadas, en realidad están avisando de que hay deshidratación de todo el organismo. Saber esto es importante, especialmente entre los médicos, porque si tales síntomas no se reconocen como avisos urgentes de que el organismo necesita agua, entonces se puede llegar a una deshidratación crónica que puede causar a largo plazo muchos e irreversibles daños.

Y lo malo es que esos dolores raramente se interpretan como una señal de que el nivel de agua que el cuerpo precisa está bajo mínimos. Los médicos saben, porque los análisis así lo indican, que en el organismo hay exceso de histamina, pero lo que hacen normalmente es recetar antihistamínicos o bloqueadores de la histamina, con lo que además de no actuar sobre la causa provocan efectos secundarios negativos.

Tan solo bastaría decirle al paciente que beba cada día suficiente agua alcalina y así bajará de forma natural su nivel de histamina. Es más, el lector debe saber que los antihistamínicos bloquean la dilatación capilar del cerebro, precisamente cuando éste, en situación de deshidratación, debe procesar más cantidad de información de lo normal, tal como ocurre en una situación de estrés.

Además, cuando se utilizan antihistamínicos, el cerebro recibe menor provisión de sangre y, por tanto, de nutrientes. Y en ese estado muchas funciones de las células cerebrales empiezan a deteriorarse, entre ellas, el sistema de transporte de los neurotransmisores a los terminales nerviosos.

Alcalinizar el organismo

Distintos médicos de la Medicina Natural o Integral, coinciden en la importancia de la Dieta para tratar muchas enfermedades; y esta Dieta tiene que apuntar a lograr un bajo índice Glicémico y a Alcalinizar el organismo. El PH se puede medir a través de un examen de sangre, de la orina o de la saliva.

La mayoría de los alimentos que ingerimos lo acidifican (leche, azúcar, harinas, té, café, vinos) y esto transforma a nuestro organismo en ‘caldo de cultivo’ para los microbios y enfermedades. Siguiendo esta línea, cualquier tratamiento que iniciemos, con suplementos nutrientes, antivirales naturales, etcétera, requerirá de un ambiente alcalino para que sea de ayuda en nuestra recuperación.

Buscar un equilibrio en nuestro PH, es importante tanto para evitar jaquecas como para luchar contra el cáncer y los distintos trastornos neurológicos; igualmente para la diabetes, sinusitis, cistitis y tantas otras enfermedades latentes o manifiestas que se originan o se desarrollan en ambientes ácidos.

Keiichi Morishita, en su libro La Verdad Oculta del Cáncer, plantea que si la sangre desarrolla una condición más ácida, estos desechos ácidos tendrán que ser depositados en alguna parte de nuestro organismo. Si este proceso poco saludable continúa año tras año, esas células empezarán a morir y otras sobrevivientes se transformarán en anormales o malignas; éstas se comenzarán a dividir fuera de control y formarán lo que se llama Cáncer.

La medicina moderna trata a estas células malignas como si fueran bacterias o virus, con quimioterapia o radioterapia, lo que no servirá de mucho si la acidez del ambiente permanece. El doctor Otto Warburg recibió el Premio Nobel por descubrir que la causa del cáncer se debe a la falta de Oxígeno. Afirmó que no hay enfermedades que puedan existir en un ambiente oxigenado y Alcalino.

Las células cancerosas son ácidas, mientras que las células saludables son alcalinas. Incluso, si se extirpa el tumor canceroso y se mantienen las condiciones ácidas, de la zona, lo más probable es que se desarrollen nuevos tumores en torno a la misma área.

Según esta teoría, las enfermedades no son causadas por virus, bacterias o microbios y gérmenes externos a nuestro cuerpo, sino que se trata de la descomposición de nuestras células y tejidos, provocando males mayores. Los ácidos se van acumulando y comienzan a erosionar venas, arterias, células y tejidos, derivando en una desorganización celular o enfermedad degenerativa, dando lugar a diferentes tipos de sintomatología.

Nuestro interés principal debería centrarse en mantener el equilibrio del PH de nuestro cuerpo. Sin pretender entrar en explicaciones detalladas del funcionamiento ácido/alcalino de nuestro organismo y sus componentes más básicos, digamos que la escala que se baraja para medirlo fluctúa de 0 a 14, en donde 7 es el medio neutral; los números por debajo del 7 son ácidos (el 1 correspondería a los jugos gástricos del estómago).

Si el PH es acido, la habilidad de absorber nutrientes y minerales disminuirá, asimismo, se perderá la habilidad para curar las células enfermas, para desintoxicar los metales pesados y bajará la energía. El Premio Nobel Linus Pauling afirmó ya a mediados del siglo pasado, que cuando alguien no se siente bien, es generalmente porque su organismo es muy ácido y que el cuerpo debería tener un PH entre 7,1 y 7,4. Encontró que el 85% de los pacientes con cáncer tienen un PH entre 5 y 6.

Alimentación alcalina

(leyes de Bernard Jensen)

Si bien el doctor Bernard Jensen se centra en la alimentación, sabemos que hay muchos otros factores emocionales y contaminantes externos, que combinados con una mala alimentación resultan explosivos. La clave de esta ley es el mantenimiento de un PH sanguíneo normal; es decir, de 7,38 o 7,40 (ligeramente alcalino).

Nuestra alimentación ideal debiera ser de 80% de alimentos alcalinos y 20% ácidos, pero en nuestras dietas occidentales modernas, esta relación se da de forma casi invertida. El calcio es uno de los principales minerales para neutralizar la acidez en la sangre, por lo que, para contrarrestar esta peligrosa acidez, nuestro cuerpo se verá en la necesidad de recurrir al calcio de nuestros huesos, dientes y tejidos, pudiendo ocasionar una desmineralización de nuestro organismo que contribuya a la aparición de enfermedades tales como: osteoporosis, caries, uñas frágiles y quebradizas, anemia, debilidad, problemas digestivos, etcétera.

Entre los alimentos alcalinos figuran todas las verduras, y si son de cultivo biológico mucho mejor, porque así evitaremos los nitratos y pesticidas que nos acidifican. Al tomate no comerlo fuera de temporada ya que es más ácido, y en su temporada siempre muy maduro. Entre las verduras también podemos incluir las algas por su aporte de minerales alcalinos (calcio y oligoelementos). Todas las frutas siempre que estén maduras.

No nos preocupemos por los cítricos (limón, naranja, lima), al ser digeridos en el estómago se transforman en sustancias alcalinas. Por supuesto, siempre será mejor tomar las frutas de la temporada y de cosecha reciente. Otra excelente manera de limpiar nuestro organismo de los ácidos es tomando estos mismos alimentos pero en jugos. Su concentración en minerales alcalinos será superior.

Será como un lavado interno que poco a poco irá reduciendo la acumulación de ácidos (úrico, por ejemplo). La licuadora es uno de nuestros mejores amigos. Pero no tenemos que olvidar la ley primera. A la hora de tomar jugos tenemos que separar los de verduras de los de frutas, ya que no combinan bien. Sólo la manzana la podríamos incluir en cualquier jugo.

Un jugo especial para la acidez es el siguiente: apio verde, perejil. Como su sabor no será muy agradable podemos también usar una zanahoria. No olvidemos que también hay que tomar ácidos, aunque por lo general de estos ya estamos bien servidos. Pero si estás enfermo evítalos durante una temporada o lo que te recomiende tu Profesional de Salud.

Alcalinizar alimentos

El doctor Samuel Sack hizo un aporte interesante al tema del equilibrio ácido- básico, desarrollando una técnica de remojo de alimentos ácidos en soluciones alcalinas como caldo de repollo blanco o agua bicarbonatada.

Para el caldo de repollo blanco, se hierve una hoja de repollo verde claro o blanco (nunca colorado) en un litro de agua y su caldo se utiliza para remojar alimentos. Para el agua bicarbonatada, diluir media cucharadita de bicarbonato de sodio en un litro de agua. Nunca usar recipientes de aluminio.

El sistema del doctor Sack, se basa en las propiedades alcalinizante y neutralizantes de ácidos comprobadas en el repollo blanco crudo y en el agua de su cocción. Al hervir, esta hortaliza libera álcalis que pasan al agua y el proceso de neutralización de los alimentos sumergidos en ella se realiza en forma directa.

El remojo de los alimentos en caldo de repollo no altera la calidad ni el sabor, facilita la asimilación y transformación en el organismo, influye positivamente en el equilibrio ácido-básico, es muy útil para realizar la transición de una dieta normal a una dieta alcalinizante.

Otra forma de equilibrar el PH es a través de la clorofila líquida. Se ha comprobado a través de diversos estudios que la clorofila líquida tiene la propiedad de nivelar el pH del organismo, además de limpiar y fortalecer todos los sistemas: circulatorio, digestivo, inmunológico, reproductivo y respiratorio.

Algunos estudios sugieren, también el uso de vinagre de manzana, mezclado con Bicarbonato y agua, antes de las comidas, lo que alcalinizaría el organismo: 2 cucharaditas de vinagre de manzana (orgánico), 1/2 cucharadita de Bicarbonato en medio vaso de agua.

Acidifican el organismo

Azúcar refinada y todos sus productos (el peor de todos: no tiene ni proteínas, ni grasas, ni minerales, ni vitaminas; solo hidratos de carbono refinados que estresan al páncreas. Su PH es de 2,1, es decir, que es altamente acidificante).

  • Carnes (todas).
  • Leche de vaca y todos sus derivados.
  • Sal refinada.
  • Harina refinada y todos sus derivados (pastas, galletitas, etcétera).
  • Productos de panadería (la mayoría contienen grasas saturadas, margarina, sal, azúcar y conservantes).
  • Margarinas.
  • Gaseosas.
  • Cafeína.
  • Alcohol.
  • Tabaco.
  • Medicinas.
  • Cualquier alimento cocinado (la cocción elimina el oxigeno y lo trasforma en ácido) inclusive las verduras cocinadas. Todo lo que contenga conservantes, colorantes, aromatizantes, estabilizantes: todos los alimentos envasados.

Constantemente la sangre se encuentra auto regulándose para no caer en acidez metabólica, de esta forma garantiza el buen funcionamiento celular, optimizando el metabolismo. El organismo debería obtener de los alimentos las bases (minerales) para neutralizar la acidez de la sangre de la metabolización, pero todos los alimentos ya citados aportan muy poco y en contrapartida desmineralizan el organismo, sobre todo los refinados. Hay que tener en cuenta que en el estilo de vida moderno estos alimentos se consumen todos los días del año.