El temor se anula con la valentía de nuestra alma.
Al tiempo que los lazos de seda del amor por Dios se estrechan, las cadenas del mundo aflojan.
El amor convierte la vida en un paraíso floreciente.
La fuerza espiritual de nuestra alma nos impulsa del mundo físico al mas allá.
El paso mas difícil hacia la paz es el primero, y ese es el perdón.
El entorno mas natural del alma, es el océano del néctar divino.
Los seres humanos no fueron hechos para el tiempo; el tiempo fue hecho para los seres humanos.
El carnaval de la vida disminuye nuestra conciencia espiritual.
La no violencia nace de la humildad y la compasión.
Cuando cruzamos el umbral del mas allá, lo que era material; se vuelve inmaterial.
No podemos iluminar a los demás con palabras, pero podemos inspirarlos con nuestro brillo.
La vida ética y la meditación son el alfabeto de Amor, en el libro de la vida.
Si retiramos los sentidos a un punto dentro de nosotros, conocido como el asiento del alma o conciencia, situado entre y detrás de las dos cejas, nuestra atención se enfocara allí. Ahí podremos ver la luz y escuchar el sonido interior.
¿De que le sirve al Amado visitar nuestra casa si no estamos en ella?
La espiritualidad es un baile sin fin con nuestro Amado eterno.
Si podemos cultivar la no violencia en nuestra vida diaria, llegaremos a ser un refugio de paz y tranquilidad para quienes nos rodean.
Sana el mundo, un corazón herido a la vez.
Los ecos de la dulce voz de Dios conmueven al alma hasta el éxtasis espiritual.
En la meditación demostramos que en nuestro interior hay luz y sonido, mayor conciencia y sabiduría. No convencemos a otros de esta realidad; la verdadera prueba esta en experimentar y probar por nosotros mismos.
El mundo esta espiritualmente iluminado con la trémula luz de millones de almas.
En la meditación apagamos el canal del mundo y encendemos el canal del Amor.
Dentro de nosotros hay riquezas mucho mas grandes que las que se pueden acumular en la tierra.
La miel del amor divino, neutraliza la amargura de la existencia física.
La textura espiritual de la vida es la textura del amor.
Sacrifica tu ego en el altar de la devoción a Dios.
En este mundo, la enfermedad y el dolor son inevitables; el sufrimiento es opcional.
Mas grande que el poder del átomo es el poder del alma.
La ira hiere principalmente a quien la envía.
La meditación abre nuestra visión para ver la unidad en el tejido diverso de la vida.
Deja de analizar. Deja de evaluar. Deja de quejarte. Siéntate y permanece quieto.
Persevera en la meditación y bebe el néctar divino.
Andamos buscando el amor por todo el mundo sin saber que este yace escondido precisamente dentro de nosotros.
La divinidad crece en las cenizas de los deseos materiales.
Experimenta la danza cósmica de la unión del alma con el Señor.
En vez de compartir con los demás un pedazo de tu mente, compárteles la paz de tu alma.
El cuerpo perecerá, pero el alma es inmortal.
La meditación nos eleva por encima de las nubes tormentosas de la vida, hacia los cielos radiantes de la luz interna.
Nuestro destino es nadar en la embriaguez divina.
La Luz de la vida esta dentro de ustedes; es sin igual e inmaculada.
El servicio es el fruto mas dulce del árbol del amor.
La mediación es un proceso espiritual por medio del cual retiramos nuestra atención del mundo externo, y la concentramos en el asiento del alma.
Nuestro único trabajo mientras vamos por la vida es amar a Dios.
Atraviesa la ilusión del mundo con el poder de la meditación.
El amor es contagioso, contágialo.
La vida ética y la meditación son el alfabeto de Dios, en el libro de la vida.
El alma escucha el llamado de Dios mediante el instrumento del anhelo.
La honestidad comienza donde el ego termina.
Danza con la música rítmica del amor de Dios.
Niños, escuchen: Siéntense y permanezcan quietos. Estas cuatro palabras son la clave de la meditación.
La fuerza bruta se neutraliza con la humildad espiritual.
La meditación es un refugio privado de los problemas del mundo.
En la meditación apagamos el canal del mundo y encendemos el canal de Dios.