La iluminación espiritual

La unión hace la fuerza

DEMOCRACIA

Solo para hacer una distinción llamo a mi sistema meritocracia.

Se define la democracia como el gobierno del pueblo, para el pueblo, por el pueblo. No es ninguna de estas cosas. No es ni por el pueblo, ni del pueblo, ni para el pueblo. Las personas que han tenido el poder a través de los siglos siempre han sido capaces de convencer a la gente de que todo lo que se hace es por su bien. Y la gente lo ha creído porque han sido entrenados para creer.

Es una conspiración entre la religión
y el estado para explotar a la humanidad.

La religión sigue predicando la fe y destruye la inteligencia de las personas para cuestionar, los ha embrutecido. Y el estado continúa explotándolos en todas las formas posibles logrando aún así mantener el respaldo de la gente, porque la gente ha sido entrenada para creer, no para cuestionar. Cualquier gobierno, puede ser una monarquía, puede ser una aristocracia, puede ser una democracia, puede ser cualquier clase de gobierno… Sólo cambian los nombres, pero en el fondo la realidad sigue siendo la misma.

Al parecer, el hombre existe para todas estas cosas: democracia, socialismo, fascismo, comunismo, hinduismo, cristianismo, budismo, islamismo. La realidad debería ser que todo existiese para el hombre; y si va en contra del hombre, no debería existir en absoluto. Todo el pasado de la Humanidad está lleno de ideologías estúpidas por las cuales la gente ha sido perseguida, matada, asesinada, quemada viva.

En los últimos tres mil años hemos luchado en cinco mil guerras, como si la vida no fuera más que pelear, en vez de ser creativos, en vez de disfrutar los regalos de la naturaleza. Tenemos que abandonar toda esta demencia. No podemos cambiar ninguna cosa en este mundo si no cortamos estas raíces completamente. La necesidad más importante de la Humanidad hoy en día es hacerla consciente de que su pasado la ha traicionado; que no vale la pena continuar el pasado—sería un suicidio—y que una Humanidad nueva es absoluta y urgentemente necesaria.

Esto no es una democracia.

Estas personas han estado explotando a las masas en nombre de la democracia. Así que los políticos y los sacerdotes, ambos deben ser retirados de sus amplias y extensas posiciones establecidas y una clase totalmente nueva de administración debe desarrollarse. Sólo para hacer una distinción llamo a mi sistema meritocracia. ¿Pero mérito para qué? El mérito es para servir y compartir. Y una vez que has decidido transferir el poder de los políticos a la intelectualidad, todo es posible, todo se vuelve simple. La meritocracia es todo un programa para transformar la estructura de la sociedad, la estructura del gobierno, la estructura de la educación. Es una tarea difícil, ardua, pero no imposible, particularmente en una situación tal en que la muerte es la única alternativa.