La iluminación espiritual

Un practico vivir

EL VIVIR ACTIVO

Esa balanza es el termómetro de nuestra conciencia
que mide la salud de nuestra alma ante el médico interno (Cristo).

En este mundo se puede vivir de dos maneras básicas: activamente con la conciencia en ON o pasivamente con la conciencia en OFF. El vivir activo no debe confundirse con el andar estresado con el trabajo o las relaciones familiares o mundanas. El vivir activo no es el andar de aquí para allá en busca de placeres o de oportunidades para encumbrarse por encima de otros o del deseo de ser admirado y reverenciado por los semejantes. Estar activo significa estar espiritualmente despierto, esto es, atento. Atento al contenido que esconde lo que uno piensa, siente, habla y hace. No a la apariencia de eso, que es la carcasa, sino a la médula de eso, que es la carga que lleva, y si esa carga es aceptada de buen grado o rechazada por nuestra conciencia, que es la voz de Dios en cada uno y que nos advierte a no ser que nuestra conciencia en OFF no la perciba por estar espiritualmente muertos, que es el vivir pasivamente.

De estar despiertos, este distinguir entre los dos tipos de conciencia nos ayuda a percibir cada día la energía propia de ese día, distinta a la de cualquier otro, y viene con sus propias invitaciones y avisos – a veces en forma de dificultad a superar- para que podamos tomar parte en la fiesta general de la vida superando lo que nos perjudica para evolucionar. Distinguir si andamos por el buen camino, que es el camino del amor desinteresado, de dar y dar como la madre Naturaleza da y da, y como Dios da y da. Este dar significa estar a favor de nuestros semejantes, el hacer primero a los demás lo que quisiéramos que estos nos hicieran a nosotros mismos. Significa poner una barrera de amor contra el ego cuando este pretende dañar o aprovecharse de otros, de los recursos de la Tierra, o del mundo animal para mayor gloria de lo demasiado humano personal.

¿ Acaso alguien desconoce la agradable sensación que nos proporciona el actuar sin esperar alabanza ni premio alguno a favor del prójimo cualquiera que este sea? O por el contrario, ¿quién de nosotros no ha experimentado esa sensación de punzada en el estómago cuando actuamos indebidamente.?Es la voz de nuestra conciencia en ON. La actual profeta Gabriele define esto como la balanza de las sensaciones. La inclinación hacia el lado positivo nos trae paz, alegría, confianza y seguridad, y nos sentimos expansivos, fuertes y vitales. Pero si la balanza se inclina hacia el lado contrario nos ocurre exactamente todo lo contrario. Esa balanza es el termómetro de nuestra conciencia que mide la salud de nuestra alma ante el médico interno (Cristo).Y una vez tomada la temperatura de nuestra alma sabemos nuestro estado real como seres cósmicos. ¿Estamos a favor de nuestros semejantes, de la Naturaleza y los animales y actuamos en consonancia con ello, o estamos en contra pretendiendo que estén a nuestro servicio para disfrute de nuestro ego inferior? Si es así, no nos importará REALMENTE que siga existiendo esclavitud sexual y laboral, se contamine el Planeta, se talen bosques en plena savia, se cacen animales, se les maltrate, se les encarcele en granjas infectas y se les lleve al matadero, entre otras muchas acciones propias de bárbaros con la conciencia en OFF. Y si estamos con ellos en esa desconexión interna veremos con indiferencia las desgracias de nuestros semejantes, no pondremos obstáculos para comer animales, asistir a espectáculos donde se les maltrate o mate, y cuanto de malo suceda a nuestro alrededor.

La indiferencia es un síntoma de estar en OFF y eso nos lleva a cargarnos de cuentas pendientes, de deudas con la vida en el universo – Dios- que algún día habrá que pagar, de asuntos que habrá que encarar sin que nos sirva justificación alguna como solemos hacer los humanos cuando alguien nos echa en cara alguna de nuestras miserias. Cada nuevo día y a cada instante, nuestra alma se halla en uno o en otro plato de la balanza de la vida. Y cada uno elige qué poner en ellos.