La iluminación espiritual

Un cuento hasidico

ANTHONY DE MELLO

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3 ENSEÑANZAS CON SABIDURÍA

Anthony de Mello nos trae estas tres enseñanzas.

LA LLEGADA DEL RABINO

Los judíos de una pequeña ciudad rusa esperaban ansiosos la llegada de un rabino.

Se trataba de un acontecimiento poco frecuente, y por eso habían dedicado mucho tiempo a preparar las preguntas que iban a hacerle. Cuando, al fin, llegó y se reunieron con él en el ayuntamiento, el rabino pudo palpar la tensión reinante mientras todos se disponían a escuchar las respuestas que él iba a darles.

Al principio no dijo nada, sino que se limitó a mirarles fijamente a los ojos, a la vez que tarareaba insistentemente una melodía. Pronto empezó todo el mundo a tararear. Entonces el rabino se puso a cantar y todos le imitaron. Luego comenzó a balancearse y a danzar con gestos solemnes y rítmicos, y todos hicieron lo mismo. Al cabo de un rato, estaban todos tan enfrascados en la danza y tan absortos en sus movimientos que parecían insensibles a todo lo demás; de este modo, todo el mundo quedó restablecido y curado de la fragmentación interior que nos aparta de la Verdad.

EL BARBERO

¿Cuándo fue la última vez que te permitiste recibir?

Estando allí, vio cómo un barbero afeitaba a un hombre rico. Al pedirle al barbero que le afeitara a él, el barbero dejó inmediatamente al hombre rico y se puso a afeitar a Joneyed. Y al acabar no quiso cobrarle. En realidad, lo que hizo fue dar además a Joneyed una limosna.

Joneyed quedó tan impresionado que decidió dar al barbero todas las limosnas que pudiera recoger aquel día.

Sucedió que un acaudalado peregrino se acercó a Joneyed y le entregó una bolsa de oro. Joneyed se fue aquella tarde a la barbería y ofreció el oró al barbero.

Pero el barbero le gritó:

Maestro:

A unos les cuesta saber dar y a otros les cuesta saber recibir...

LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

¿Enseñar la iluminación?

Convencido de la experiencia mística del Maestro, el rector de una prestigiosa Universidad quiso hacerle jefe del Departamento de Teología.

Para ello entró en contacto con el más destacado de los discípulos del Maestro, el cual le dijo:

El rector le contestó:

A lo que el discípulo le respondió:


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