La iluminación espiritual

Los secretos de la quietud y el silencio

POR: ECKHART TOLLE

Imagen; Los secretos de la quietud y el silencio; Eckhart Tolle

LOS SECRETOS DEL SILENCIO

Estos son secretos para vivir con ellos y leerlos con frecuencia.

Vive con ellos, léelos con frecuencia. Muchos lectores sentirán el deseo natural de dejar de leer después de cada párrafo, para hacer una pausa, reflexionar, serenarse. Siempre es más útil y más importante dejar de leer que seguir leyendo. Permite que estos secretos haga su trabajo, que te despierte y te saque de los viejos surcos del pensamiento condicionado y repetitivo.

Al igual que los antiguos sutras, los textos contenidos en estos secretos son sagrados, y han surgido de un estado de conciencia que podemos denominar quietud y silencio. Sin embargo, a diferencia de los antiguos sutras, no pertenecen a ninguna religión ni tradición espiritual, siendo accesibles de inmediato a toda la humanidad.

Veamos en esencia de que tratan estos secretos...

EL SILENCIO

Los secretos del silencio.

Lo No Manifestado no está separado de lo manifestado. Impregna este mundo, pero está tan bien disfrazado que casi todo el mundo se lo pierde por completo. Si usted sabe dónde buscar el silencio, lo encontrará en todas partes.

¿Oye aquel perro que ladra en la distancia? ¿O ese gato que pasa? Escuche cuidadosamente. ¿Puede sentir la presencia de lo No Manifestado en eso? ¿No puede? Búsquelo en el silencio del que surgen los sonidos y al que los sonidos retornan. Preste más atención al silencio que a los sonidos. Prestar atención al silencio exterior crea silencio interior, todo es tranquilo y se aquieta.

Todo sonido nace del silencio, muere en el silencio y durante su tiempo de vida está rodeado de silencio. El silencio permite al sonido ser. Es una parte intrínseca, pero no manifestada de todo sonido, de toda nota musical, de toda canción, de toda palabra. Lo No Manifestado está presente en este mundo como silencio.

Nada en este mundo se parece tanto a Dios como la quietud y el silencio.

Todo lo que usted tiene que hacer es prestarle atención. Incluso durante una conversación, hágase consciente de los espacios entre las palabras, los breves intervalos de silencio que hay entre las frases. Mientras hace eso, la dimensión de la quietud y el silencio crece dentro de usted. Usted no puede prestar atención al silencio sin volverse sereno interiormente a la vez.

Usted ha entrado en lo No Manifestado.

LA QUIETUD

Los secretos de la quietud.

Se ha dicho que la quietud es el lenguaje de Dios y todo lo demás es una mala traducción. Quietud es sinónimo de espacio. Al tomar conciencia de la quietud cada vez que la encontremos en la vida podremos conectarnos con la dimensión informe y atemporal que vive en nosotros y que está más allá del pensamiento y del ego.

Puede ser la quietud que invade al mundo de la naturaleza, la quietud de nuestra habitación al amanecer o los vacíos de silencio entre los sonidos. La quietud no tiene forma y es por eso que no podemos tomar conciencia de ella a través del pensamiento.

El pensamiento es forma; tomar conciencia de la quietud significa estar quedos; estar quedos es estar conscientes sin pensar. En ningún otro momento somos más esencialmente nosotros mismos que cuando estamos en estado de quietud.

En ese estado somos lo que éramos antes de asumir transitoriamente esta forma física y mental llamada persona. También somos lo que seremos cuando la forma se disuelva. Cuando estamos quedos, somos lo que somos más allá de nuestra existencia temporal: conciencia informe, eterna.

SILENCIO EN EL AHORA

Los secretos del silencio en el ahora.

Cuando entras en el Ahora, sales del contenido de tu mente. La corriente incesante de pensamientos se apacigua. Los pensamientos dejan de absorber toda tu atención, ya no te ocupan completamente. Surgen pausas entre pensamientos, espacio, quietud y silencio. Empiezas a darte cuenta de que eres mucho más profundo y vasto que tus pensamientos.

Cuando percibes sin interpretación, puedes sentir qué es lo que se percibe. Lo máximo que podemos expresar con el lenguaje es que existe un campo de quietud y silencio consciente en el que ocurre la percepción.

Un gran espacio silencioso contiene en su abrazo la totalidad del mundo natural. Y también te contiene a ti.

Solo mediante la quietud interior tienes acceso al reino de quietud en el que habitan las rocas, las plantas y los animales. Sólo cuando tu mente ruidosa se queda en silencio puedes conectar profundamente con la naturaleza y sanar la separación creada por el exceso de pensamiento.

Pensar es una etapa en la evolución de la vida.

La naturaleza existe en una quietud inocente que es anterior a la aparición del pensamiento. El árbol, la flor, el pájaro o la roca no son conscientes de su propia belleza y santidad. Cuando los seres humanos se aquietan y quedan en silencio, van más allá del pensamiento. La quietud que está más allá del pensamiento contiene una dimensión añadida de conocimiento, de conciencia.

La naturaleza puede llevarte a la quietud. Ése es su regalo para ti. Cuando percibes la naturaleza y te unes a ella en el campo de quietud y silencio, éste se llena de tu conciencia. Ése es tu regalo a la naturaleza.

A través de ti, la naturaleza toma conciencia de sí misma. Es como si la naturaleza te hubiera estado esperando durante millones de años.

SILENCIO Y QUIETUD

Los secretos del silencio y de la quietud en frases sabias.

Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.

Tu sentido más interno de ti mismo, tu sentido de quién eres, es inseparable de la quietud. Ése es el Yo Soy que es más profundo que el nombre y la forma.

La quietud es tu naturaleza esencial. ¿Qué es la quietud? El espacio interno o conciencia en el que las palabras de esta página son percibidas y se convierten en pensamientos. Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni mundo.

Tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.

El equivalente del ruido externo es el ruido interno del pensamiento. El equivalente del silencio externo es la quietud interna.

Cuando quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de ti, porque solo la quietud te permite ser consciente del silencio.

Observa que en el momento de darte cuenta del silencio que te rodea, no estás pensando. Eres consciente, pero no piensas.

Cuando te das cuenta del silencio, se produce inmediatamente ese estado de serena alerta interna. Estás presente. Has salido de miles de años de condicionamiento colectivo humano.

Mira un árbol, una flor, una planta. Deja que tu conciencia descanse en ellos. ¡Qué quietud manifiestan, qué profundamente enraizados están en el Ser! Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.

Cuando miras un árbol y percibes su quietud, tú mismo te aquietas. Conectas con él a un nivel muy profundo. Te sientes unido a cualquier cosa que percibes en y a través de la quietud. Sentir tu unidad de ti mismo con todas las cosas es verdadero amor.

El silencio ayuda, pero no es necesario para hallar la quietud. Aunque haya ruido, puedes sintonizar con la quietud subyacente, el espacio en el que surge el ruido. Ese es el espacio interno de pura conciencia, la conciencia misma.

Puedes darte cuenta de que la conciencia es el trasfondo de todas tus percepciones sensoriales, de toda tu actividad mental. Siendo consciente de la conciencia surge la quietud interna.

Cualquier ruido molesto puede ser tan útil como el silencio. ¿Cómo? Abandonando tu resistencia interna al ruido y permitiendo que sea como es; esa aceptación también te lleva al reino de paz interna que es quietud.

Cuando aceptas profundamente este momento tal como es —tome la forma que tome—, estás sereno, estás en paz.

Presta atención a la pausa: la pausa entre dos pensamientos, al breve y silencioso espacio entre las palabras de una conversación, entre las notas de un piano o de una flauta, o al breve descanso entre la inspiración y la espiración.

Cuando prestas atención a esas pausas, la conciencia de algo se convierte simplemente en conciencia. Surge de dentro de ti la dimensión informe de pura conciencia y reemplaza la identificación con la forma.

La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.

¿Es la quietud tan solo ausencia de ruido y contenido? No; es la inteligencia misma: la conciencia subyacente de la que nace toda forma. ¿Y cómo podría eso estar separado de quien tú eres? De allí salió la forma que crees ser, y lo que la sustenta.

Es la esencia de todas las galaxias y de las hojas de hierba; de todas las flores, árboles, pájaros, y de todas las demás formas.

La quietud es la única cosa de este mundo que no tiene forma. Pero en realidad no es una cosa, y tampoco es de este mundo.

Cuando miras un árbol o un ser humano desde la quietud y el silencio, ¿quién está mirando? Algo más profundo que la persona. La conciencia está mirando a su creación.

En la Biblia se dice que Dios creó el mundo y vio que era bueno. Eso es lo que ves cuando miras sin pensamiento, desde la quietud y el silencio.

¿Necesitas más conocimiento? ¿Crees que más información, u ordenadores más rápidos, o más análisis científicos e intelectuales van a salvar al mundo? ¿No es sabiduría lo que más necesita la humanidad en estos momentos? Pero ¿qué es la sabiduría? ¿Dónde se encuentra?

La sabiduría viene cuando uno es capaz de aquietarse en silencio.

Sólo mira, solo escucha. No hace falta nada más. Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que la quietud y el silencio dirijan tus palabras y tus acciones.

Cuando te das cuenta del silencio, se produce un estado de alerta interna. Estás presente, ahora; Y te liberas en paz del colectivo humano.

Eckhart Tolle


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