La iluminación espiritual

La sabiduría y los pensamientos de Don Quijote

MIGUEL DE CERVANTES

Imagen; La sabiduría y los pensamientos de Don Quijote; Miguel De Cervantes

SABIDURÍA DE DON QUIJOTE

La sabiduría no hace dichoso al que las tiene, sino al que las comparte.

Este articulo trae a la memoria la sabiduría de Don Quijote de la Mancha quien decía: Cada uno es como Dios lo hizo, y aún peor muchas veces Y por el conocimiento de Cervantes de cómo los demonios influían sobre las personas decía: Aún entre los demonios hay unos peores que otros, y entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno.

La sabiduría de Don Quijote de la Mancha dice que: El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. El destino dependerá de gustos, afinidades, intereses y presupuesto, éste último si bien importante, no determinante.

Don Quijote es un personaje que ha influido mucho en la literatura y que se ha convertido en uno de los mitos de la construcción del individuo moderno. Es el prototipo de alguien que se enfrenta sin miedo a una nueva batalla cada día, aunque sabe que la está perdiendo. También con su sabiduría nos enseña a tener cautela, pues los sueños puede ser espejismos que nos alejen de la realidad.

Veamos la sabiduría y los pensamientos de Don Quijote...

PENSAMIENTOS DE DON QUIJOTE

EL AMOR

La esperanza siempre nace al mismo tiempo que el amor.

El amor y la afición con facilidad ciegan los ojos del entendimiento. No hay abrazos, porque donde hay un gran amor a menudo hay poca representación. Promesas de enamorados, por la mayor parte son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir.

El amor es invisible y entra y sale por donde quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos. Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama. Por eso juzgo y discierno, por cosa cierta y notoria, que tiene el amor su gloria a las puertas del infierno.

Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo: que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.

El amor junta los cetros con los cayados; la grandeza con la bajeza; hace posible lo imposible; iguala diferentes estados y viene a ser poderoso como la muerte.

LA VIDA

La vida y sus nobles objetivos.

Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa, y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra. Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno.

Ama no lo que eres, sino lo que puedes llegar a convertirte, indica el libro. El profesionista está en constante ir y venir, descubriendo su verdadero fin y su verdadera personalidad. El Quijote es un gran ejemplo de que los líderes se hacen trabajando en conseguir sus ideales, nacen y se hacen en el camino.

LA LIBERTAD

No hay contento que se iguale al que alcanza la libertad perdida.

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.

LA VIRTUD

Las letras sin virtud son perlas en el muladar.

Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que padres y abuelos tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

LA BELLEZA

La razón de la sinrazón con la que tratas mi razón, así se debilita mi razón de que con razón me quejo de tu belleza.

Advierte, Sancho –respondió don Quijote–, que hay dos maneras de hermosura: una del alma y otra del cuerpo; la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en la honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en la buena crianza, y todas estas partes caben y pueden estar en un hombre feo; y cuando se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas.

EL DESAGRADECIMIENTO

De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe.

Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno. Este pecado, en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón; y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando éstos no bastan, las público; porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensara con otras.

LA HUMILDAD

Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen esconderse los regocijos más aventajados.

Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte, y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y destaca la verdad que te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.

SERENIDAD Y CONFIANZA

Por la calle del ya voy se va a la casa del nunca.

No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería. Anda despacio; habla con reposo; pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de eructar delante de nadie.

OTRAS NOTAS DE DON QUIJOTE

Otras notas destacadas en la obra Don Quijote de la Mancha

Bien predica quien bien vive.

Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces.

Yo sé quién soy–respondió don Quijote–, y sé que puedo ser no solo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías.• Aunque bien sé que no hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan; que es libre nuestro albedrío, y no hay yerba ni encanto que le fuerce.

Cuanto más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano.

Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aun también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: Dime con quién andas, decirte he quién eres, y el otro de No con quien naces, sino con quien paces.

Advierte, Sancho–dijo don Quijote–, que el amor ni mira respectos ni guarda términos de razón en sus discursos, y tiene la misma condición que la muerte: que así acomete los altos alcázares de los reyes como las humildes chozas de los pastores, y cuando toma entera posesión de una alma, lo primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza.


Dad crédito a las obras y no a las palabras.

Miguel de Cervantes


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