La iluminación espiritual

Rodeate de silencio consciente

POR: AKASHICOS

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LA IMPORTANCIA DEL SILENCIO

Cuando hay quietud, no son necesarias las palabras.

Si en alguna ocasión vas a utilizar palabras de manera inconsciente, entonces puedes dejar apartada esa manera y redirigir la inversión de energía en otra forma de comunicación. Utilízalas según percibas oportuno, de manera consciente. Hay distintas formas de comunicación, y cuando no se sabe que decir, se puede utilizar el silencio.

Cuando el orgullo o el ego no te dejen comunicarte con Libertad, tranquilidad y naturalidad, permanece en silencio.

Si vas a hablar dominado por el ego, el orgullo, el miedo, la ira, no interrumpas la belleza del silencio.

Solo las palabras pronunciadas con tranquilidad y naturalidad, tienen la virtud de enriquecer el mundo.

Habitualmente se tiende a estar mentalmente activo, ya no solo por la fluidez de distintos pensamientos, (sobre el pasado, culpas, reproches... o sobre el futuro, como será, que se hará…) sino por la búsqueda constante de distintas distracciones, ya sea la tele, la radio, el ordenador, la lectura, caminar…. Todas ellas pueden ser enriquecedoras o aportar distracción en un momento determinado, pero si son continuadas y te alejas del silencio por la incomodidad que es para la mente, no aprendes ni practicas la capacidad de estar pasivamente consciente.

Si quieres, puedes probar a introducir silencio en tu vida. Si quieres, puedes reducir el tiempo de distintas distracciones mentales para aumentar o empezar a introducir silencio en tu vida. Un rato antes de dormir, al despertar, o cuando consideres oportuno y con la menor cantidad de ruidos alrededor, concéntrate en la respiración. Inspira por la nariz profunda y largamente, y expira por la nariz lentamente, así una y otra vez. La relajación contribuye a mejorar el estado físico, mental, anímico… Rodéate de silencio, pues hasta que no puedas permanecer con tranquilidad en el silencio y sin actividad que distraigan, entonces tampoco puedes permanecer conscientemente en cualquier otra actividad.

FLUYE CON LA VIDA

Quien permanece conscientemente en el silencio, fluye conscientemente con la vida.

También es importante centrarte en cualquier tarea que realices, independientemente si lo entiendes como hobbies o como trabajo. Si paseas, pasea. Si cocinas, cocina. Si comes, come. Si ves la tele, ve la tele. Si lees, lee. Si escribes, escribe. Si meditas, medita. Si estás tumbado, permanece conscientemente tumbado. Y siempre con el menor ruido que te sea posible, aunque el ruido también puede ser utilizado en forma de meditación.

En el silencio escuchas la Verdad, se escucha más profunda, intensa y claramente las palabras de Dios.

No Dios como se imagina o se cree, sino como Consciencia o Energía con la que se puede contactar y con la que se puede fluir. No es necesario creer en Dios, incluso puede carecer de sentido, hay que experimentarlo. El concepto de Dios es muy limitado y por el paso del tiempo y de añadiduras mentales que han ido surgiendo entorno a este concepto y a lo que está envuelto, puede llevar a ser utilizado de forma inconsciente.

Apunte: (Depende de cada uno aceptar o no, de introducir silencio en nuestras vidas e ir apartando el inmensurable ruido por el que habitualmente se está rodeado. El silencio es un portal que abre una puerta directa a la observación y trascendencia del falso yo que dirige toda la vida.)

El silencio colabora a que los conocimientos y mensajes que rodea a cada vivencia se interioricen para llegar a la Experiencia. Si solo se mantienen a nivel superficial, no se introducen ni enriquecen interiormente, no llega la Experiencia y tan solo te quedas en la superficialidad, percibiéndolo todo como algo ajeno y sin sustancia de vida, quedándote en un limitado análisis. En el silencio hay Vida, y se necesita Vida para interiorizar Vida, si no, solo hay vida externa sin que haya Vida interna. Por ello, la mente está incomoda en el silencio, y tiende a alejarse de la soledad y el silencio, a evitarlo, negarlo. A veces se necesita algún momento o llega una etapa en la que se ha de estar en soledad y silencio, para impregnarse con el mensaje que las circunstancias que se han vivido guardan, pues cuando se viven, habitualmente se está tan inmerso e identificado con ellas, que no se percibe con claridad. Se perciben como víctima de ellas, no como espectador.

Suele experimentarse la necesidad de interactuar con el mundo y las personas activamente. Pero para hacerlo de forma consciente y así enriquecedora para todos, Uno ha de estar preparado para ello. Por eso está la soledad y el respectivo silencio, para profundizar e ir preparándose hacia una forma consciente de interactuar con el medio, ya sea de manera activa o pasiva. La estrategia de la mente es evitarlo, ya que cuando alguien está en soledad la mente tiende en un principio a producir un malestar con el que el individuo se identifica. Entonces, en modo de protección, que no de profundización, lo evita y se aleja de ello. Para fluir con consciencia y con ello cambiar el modo de interactuar, ha de trascenderse la inconsciencia y el antiguo modo de interacción con el medio, así que ha de relucir la inconsciencia y así ser superada y trascendida.

Para saber estar acompañado, se ha de aprender a estar en soledad Para saber escuchar, se ha de aprender a permanecer en silencio Para empezar a escuchar, hay que callar.

Si no estás a gusto cuando estás contigo, ¿Cómo vas a proyectarlo cuando estés en compañía?

Para no sentirse incómodo con los demás, has de estar cómodo, tanto en silencio como en soledad. La mente suele evitar el silencio, pues el silencio es consciencia, y ante la consciencia surge la inconsciencia interior para así ser superada y dar paso a la consciencia, así que la mente lo evita, pues se siente incómoda ante la propia inconsciencia con la que se identifica y surge. Pero permanecer en silencio ayuda a profundizar y a escucharse más clara y profundamente, reconociendo la inconsciencia y así llegarla a superar. La mente teme a la Aceptación, a la quietud, pues ella no puede sobrevivir. Por ello prefiere apegarse al sufrimiento para permanecer activa, atrapada en el tiempo. La soledad y el silencio son dos comunicadores intensos y beneficiosos, por ello la mente los evita y rechaza insistentemente, y la gente suele evitarlo o se siente incómoda ante él. EL SILENCIO HABLA. Si permaneces en silencio todo se percibe más intensamente.

Apunte: En silencio se perciben cosas que de otro modo no se perciben. En silencio se escucha más intensa y claramente (Se percibe y experimenta), aunque este tiene que ir acompañado de cierto silencio interior, pero sin duda, el silencio exterior puede colaborar en escuchar más profundamente.

Paz Eterna que guía tu camino, escucha en el silencio mi voz clara que te habla.

Ciertamente las palabras están limitadas, al igual que la percepción mental, por ello el silencio interior te ayuda a experimentar y a fluir con la Verdad que se está preparado para percibir, aunque no se pueda explicar. La palabra es un comunicador limitado, así que, a veces simple aunque profundamente, el silencio es un comunicador más intenso.

Donde las palabras no pueden llegar, lo que las palabras no pueden dar a entender ni expresar, lo puede hacer entender una mirada, un abrazo sincero y algunas otras formas de comunicación-conexión no verbal que te aportan grandes beneficios, como el silencio, un potente comunicador.

El silencio sirve para intensificar la conexión y que esta se experimente profundamente. También colabora a trascender la limitada identificación con la forma física, (ideas, sensaciones, vanidades, culpas, deseos, futuro, pasado…) y así no invertir la vida en la búsqueda de alimento para el ego. Pero al ser un portal tan profundo e intenso como doloroso e incómodo para la mente, suele evitarse o el contacto no suele ser muy prolongado, ya que una cosa es impregnarse y contactar de vez en cuando, y otra cosa es permanecer en él. La mente teme a lo desconocido, a aquello que puede haber detrás de la inconsciencia que conoce y con la que se identifica, aunque tras ella está la experiencia profunda e intensa de la... Fluidez. Por ello prefiere el sufrimiento conocido, ya que lo toma como algo normal en su limitada perspectiva.

Cuando no hay sufrimiento en ti ni en la percepción de esta realidad, ya no hay necesidad de buscar o desear algo, ni material ni espiritual, solo queda Plena Aceptación. El silencio colabora a saber cuales son las inquietudes del momento y a ir superándolas. Permite observar las sensaciones interiores, lo que colabora en un mayor y profundo conocimiento. Una vez está la inconsciencia en cualquiera de sus formas, no te castigues por ello, obsérvala y acéptala como un visitante espontáneo, entonces se trasforma en paz. Acepta las inquietudes con las que te identificas, recuerda que hay identificación con inconsciencias que hay que trascender para así experimentar un cambio de perspectiva. Hay momentos en que se ha de estar en soledad y silencio para que la información se vaya asentando, hasta que el mensaje está impregnado y hay una simbiosis entre ambos y ya formáis Uno. El silencio colabora en el asentamiento de los mensajes ocultos de las experiencias vividas.

El Ahora es un portal tan intenso como lo es el silencio, y todo se percibe de manera distinta, profunda, ya que es un portal directo a la Experiencia interna. Por ello la mente evita ambos. A veces pasan tantas cosas alrededor que se necesita salirse de la propia y limitada visión, ver las circunstancias desde otra perspectiva, y dejar de vivir la superficialidad del continuo análisis a la que la mente somete. Tras un tiempo en soledad y silencio, se perciben los mensajes que las experiencias han ofrecido, ya que cuando se viven, habitualmente se está inmerso en las circunstancias y no se perciben con claridad.

Cada experiencia te habla, cada momento, cada instante de silencio.

Para percibir más intensamente el mensaje oculto que está más allá de las palabras, aquello que está envuelto por la Verdad del Silencio, se ha de permanecer en silencio, fluir con él en sintonía. Tanto Siddhartha Gautama (transformado en El Buda) y Jesús (transformado en Cristo) pasaron épocas en soledad y silencio, ya que son comunicadores muy potentes y unificadores con aquello que se ha de asentar. Y tuvieron que vivir distintas vivencias y experiencias interiores para trascender el sufrimiento, las trampas mentales, y así conectar y fluir con la Experiencia y la profunda Comprensión que de ella deriva. Con la experiencia hay fluidez con la vida, sin miedos ni intermediarios, sin temores ni expectativas, estando presente. No hay intento de convencer ni se habla para aparentar.

Apunte: Permanezco en silencio hasta que me preguntan

Cuando no hay sufrimiento en la percepción, cuando se fluye con plena Aceptación, es perceptible como la energía que fluye, invita a actuar activa o pasivamente. Y aunque aun haya influencia de la mente, a través del silencio, a través de vivir el momento, puedes escuchar esa voz interior que te hace experimentar e intuir el momento por el que pasas, y cómo has de invertir la energía. Una vez trasformado, la disciplina es interior, no hay necesidad que sea exterior, aunque puede colaborar en la tarea de experimentarla interiormente, pero es como el silencio. En ese instante de disciplina interior, cada conductor (intermediario) provisional que tiende a tomar el control, puede ser utilizado de forma consciente, pero no son los que dominan ni toman el control. La perspectiva es distinta a la habitual y generalizada, ya sea mental o sensitiva, y al fluir con la Experiencia de la Existencia, se impregna de ella la propia vida. La Experiencia interna impregna el camino externo. El silencio es importante e intenso, pero ha de prevalecer y estar a nivel interior, para que en aquellos momentos que las circunstancias no permitan que esté a nivel exterior, prevalezca la Paz, el silencio y la disciplina interior y se sobreponga al ruido e indisciplina exterior.

Apunte: Gandhi un día a la semana no hablaba. La respuesta es la siguiente: Cuando el silencio interior está, fluye, el ruido exterior no lo altera, no hay necesidad de buscar ni se necesita el silencio exterior. Al no tener necesidad de expresar algo, al no haber inquietudes, no hay necesidad de hablar. Permanezco en silencio durante gran parte de los momentos de cada día. El silencio es muy bello. La música con la más intensa melodía.

Así que el silencio llega de forma natural, no forzado, buscado ni necesitado, aunque sigas disfrutando de la belleza por la que está envuelto. No obstante, hasta que hay silencio interior, el silencio exterior es una herramienta consciente de la cual impregnarse, y por ello la invitación en estás páginas de rodearse de Silencio.

Apunte: Si quieres, puedes probar a introducir el silencio en tu vida. Si quieres, puedes reducir el tiempo de distintas distracciones mentales para aumentar o empezar a introducir el silencio en tu vida. Un rato antes de dormir, al despertar, o cuando consideres oportuno y con la menor cantidad de ruidos alrededor, concéntrate en la respiración. Inspira por la nariz profunda y largamente, y expira por la nariz lentamente, así una y otra vez.

La relajación contribuye a mejorar el estado físico, mental, anímico…

Rodéate de silencio, pues hasta que no puedas permanecer con tranquilidad en el silencio y sin actividad que distraigan, entonces tampoco puedes permanecer conscientemente en cualquier otra actividad.

Quien permanece conscientemente en el silencio, fluye conscientemente con la vida.


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